lunes, junio 15, 2009

Ecuador en la Bienal de Venecia - Fernando Falconí


Fernando Falconí
Olimpo
Instalación (Proyección de video - leche)
2006

Tras esta imagen de un nevado andino hay mucho más que el engañoso tinte ecologista de su deshielo. La obra se presentó originalmente como parte de una serie de pinturas e instalaciones titulada “Prácticas Suprematistas”, la cual se apoyaba tanto en la narrativa mitológica como en la traviesa subversión del canon abstracto aludido en este nombre.

Así el concepto formal de la icónica pintura Cuadrado blanco sobre fondo blanco (1918) de Malevich pasó a fundamentar la lúdica estrategia cromática de tonos lactescentes que empleó el artista para recodificar –conjugando imágenes publicitarias y usando productos de primera necesidad- un conjunto de alegorías relativas al contexto social y cultural del Ecuador, donde lo “suprematista” se desplaza para aludir a distintas estructuras de dominación.

La proyección en Olimpo nos muestra al volcán Chimborazo cuyo peso simbólico está dado nada más y nada menos que por estar representado en el Escudo Nacional del país. De esta forma la obra adquiere matices desacralizadores hacia las construcciones identitarias surgidas del Estado, poniendo bajo sospecha la retórica patriótica y demás manipulaciones emanadas desde el poder para inflamar un nacionalismo aglutinador vacío pero conveniente.

El gesto como tal desborda lo específico de su origen cuestionando cualquier mirada esencialista hacia las nociones de identidad, a la vez que puede convertirse en una reflexión en torno a la crisis de los estados nacionales en momentos de un creciente tribalismo y atomización regional dentro de ellos.

La ficción de Falconí se logra desde una visualidad que tiene raíces profundas en la historia del arte, y que está incrustada no sólo en la consciencia local, sino que además resuena similarmente alrededor del planeta: el uso del paisaje como fuente de orgullo y elemento definidor de un sentido de arraigo. A esto ha sumado recursos habituales en su producción como el humor lúbrico, presente en este caso en el charco de leche que derrama el coloso ante –puede presumirse- su abuso iconográfico, volviéndolo sujeto de un acto masturbatorio y por ende estéril.

Rodolfo Kronfle Chambers



Behind this image of an Andean mount lies much more than the deceptive ecological tone of its melting ice cap. The work originally appeared as part of a series of paintings and installations titled “Suprematist Practices”, which combined mythological narrative with a playful interpretation of the alluded abstract canon in this name.

The artist relied on the formal concept of Malevich’s iconic painting Suprematist Composition: White on White (1918) to develop a chromatic strategy of lactescent tones, employed to recode -using advertising images and basic food staples (milk, salt, sugar)- a set of allegories regarding the social and cultural context of Ecuador, where the “suprematist” allusion shifts its meaning to point out different domination structures.

The projection depicts the Chimborazo volcano, whose symbolic weight is given primarily because it is represented in the country’s coat of arms. Therefore the work acquires desecrating overtones towards identity constructions created by the nation-state, putting under suspicion any patriotic rhetoric and other manipulations emanated from power that are designed to inflame an agglutinating nationalism, which is as empty as it is convenient.

Falconi’s gesture reaches well beyond the specificity of its origin, questioning any essencialist view towards notions of identity; it can also reflect upon the crisis of the nation state in a time of increasing tribalism and regional atomization within this political structure.

The artist’s fiction is obtained from a kind of visibility with deep roots in art’s history; it resonates not only in the local conscience but also around the planet: the use of the landscape as a source of pride, and as a defining element of a sense of belonging. To this he has added common traits that shape his production like the use of lascivious humor, present in this case in the milk puddle that the colossus spilt due to – we can assume- its iconographic abuse, rendering it subject of a masturbatory and therefore sterile act.

Rodolfo Kronfle Chambers