lunes, enero 09, 2012

Karina Skvirsky-Aguilera - Southern Exposure - dpm



Foreign Questions,
Local Answers…
y viceversa

Por Rodolfo Kronfle Chambers

Rodolfo Kronfle: Las obras que presentas en esta muestra parecen profundizar una necesidad que se detecta en tu trabajo por explorar la extraña situación en que te ubicas como una persona que, habiéndose criado dentro de una matriz de identidad compleja, ha podido abstraerse de la misma para analizarla casi de manera antropológica. Percibo que detrás de tu trabajo hay un impulso por generar respuestas a interrogantes que te atañen en un nivel existencial por un lado, pero por otro en develar ciertos componentes ideológicos que se tiene en la mirada a la otredad. En las fotografías que conforman la serie Las casas de Guayaquil, por ejemplo, has logrado un registro de particularidades que atraviesan un conjunto de viviendas de gente muy cercana a tu entorno de vida, y que sin embargo se sitúan en coordenadas sociales y económicas muy distintas, pero dentro de un mundo cultural que las condiciona a todas por igual, las ata y las relaciona. ¿Más allá de la estetización que has logrado en muchas de estas
imágenes, te aproximas a esta obra como un ejercicio de observación y análisis? ¿Qué interrogantes te interesa despertar?

Karina Skvirsky-Aguilera: Hace cuatro años, cuando empecé el proyecto,
fotografíe la arquitectura exterior y paisajes de Guayaquil que siempre veía y
frecuentaba. Esas fotos, aunque interesantes, no tenían la especificidad que buscaba. No quería simplemente repetir la formula que se ve en el discurso de la fotografía contemporánea, aquellas grandes imágenes a color representado países extranjeros y exóticos. Quería ser más fiel a mi experiencia idiosincrática conformada por los largos períodos en que me quedaba visitando a mi familia en Guayaquil. Durante ese tiempo podía pasar largos ratos dentro de la casa de mi tía, ya sea porque no había nada que hacer o porque era muy peligroso salir sola. La memoria de mi niñez está llena de imágenes de los muebles, los libros, los toques personales que me rodeaban, y los espacios en que me encontraba y jugaba sola o con mis primos. En vez de ignorar las cosas y lugares que conocía decidí enfocarme en ellas y mirarlas a través de un lente fotográfico.

Me interesa destacar lo cotidiano y lo banal que son los espacios en que vivimos, pero también quiero investigar las relaciones entre las distintas clases socio-económicas en que se sitúan mis parientes. Usando una cámara de gran formato, para desacelerar el proceso fotográfico y hacerlo mas meditativo, descubrí un lenguaje apto para aproximarme a una estética “vernácula” que relaciona las fotos visualmente, pero aún más importante que aquello es que pone en diálogo la sensibilidad y la realidad que se destaca en la cultura local. Es decir, las casas hablan de una cultura que mira hacia el norte, o a la cultura occidental, como fuente de ideas decorativas, pero deben emplear las opciones de materiales disponibles en el medio para la construcción de sus viviendas. Detrás de esas limitaciones, cuando uno mira mas allá, aparece un tipo de “realismo mágico”, o la idea del “rasquache”[1] como dicen los chicanos (acerca del uso de materiales), donde una cabecera pintada a mano transforma un colchón en una cama digna para una reina. Estos choques culturales se incorporan a las diversas realidades económicas y geográficas creando una tormenta visual perfecta. O así es como yo lo veo.

R.K.: Cuando veo tu trabajo me acuerdo siempre de una canción muy popular que reza “no soy de aquí, ni soy de allá…”, y creo que aquello es importante que el espectador lo tenga presente, porque aparece como una condición liminar de donde partes y de donde surgen interrogantes que ahondan problemáticas en torno a la identidad, que no están interesadas ni en afirmarla, ni en rechazar o contradecir ningún esencialismo. Aparenta ser otra postura: tal vez de la fascinación que te provoca observar ciertos fenómenos más espontáneos, cotidianos y orgánicos. Encuentro en ese sentido muy interesante la complejidad que emana del trabajo titulado La ruta del sol[2], que se compone de un grupo grande de cianotipos que aparentan ser composiciones abstractas, y que sin embargo se derivan de las plantillas de los blogs de viajeros que han pasado por el Ecuador. Los aparejas con varios videos en los cuales reinterpretas algunas de las historias que encuentras en ellos. Siento que lo haces con cierto humor doloroso, que no se acerca a la parodia, pero sospecho que sus lecturas –y los juicios sobre tus intenciones- fluctuarán bastante según el estrato social del público, dependiendo también si es local o extranjero. Cuéntame qué te atrajo de estos relatos, qué tipo de observaciones son las que reelaboraste, y también un poco sobre la arquitectura conceptual que está detrás de esta obra en cuanto al contraste entre lo análogo y lo digital.

K.S.A.: Creo que este proyecto lo conceptualicé en reacción a My Pictures From Ecuador 1977-1978 (2009)-la investigación del turismo y el turismo cultural como algo personal y común. La mirada extranjera-turística y humanista (judía) manifestada en mi papá y redactada a través de mis fotos con mi mirada inocente. Uno podría decir que esa mirada de mi papá tiene una historia muy larga. Los registros (travelogues) de los misioneros del siglo diecinueve y los diarios del siglo veinte cuentan historias del Ecuador que aún te dicen tanto sobre el escritor como los ensayos que escriben. En el contexto de la antropología, aunque los antropólogos aparentan ser objetivos usando métodos de observación estudiados, no preguntan las preguntas claves, no entienden el contexto en que están observando porque imponen su cultura y los valores representados en ella. Yo vivo en un mundo liminal como dices, en que entiendo el contexto del Ecuador pero también la mirada extranjera que se queda asombrada por algunas cosas banales o cotidianas. No es que haya tanta diferencia entre el Ecuador y los EEUU. Las diferencias son sutiles. Y para mí eso es más interesante. ¿A dónde se encuentran las diferencias? ¿Por qué existen esas diferencias y qué nos cuentan sobre las realidades del globalismo?

Los blogs son los registros y diarios del siglo veintiuno—son accesibles, inmediatos o espontáneos, y están escritos no por expertos sino por cualquier persona que quiere compartir su experiencia públicamente. Estos blogs son para los amigos u otros turistas, o son vehículos para conseguir mas turismo. Casi siempre están escritos en una narrativa de primera persona. Hay algo en común entre las historias de los blogs, la mirada de mi papá en los años 70 y las observaciones preservadas en los registros antiguos. Es decir, aunque la forma en que recibimos la información ha cambiado las ideas son iguales. El paternalismo, los choques culturales y la subjetividad afloran fácilmente. Me enfoqué en leer y analizar los blogs sobre “La ruta del sol” y escogí los que tenían unas historias donde se podía entender puntos de vista muy distintos sobre la realidad diaria en el Ecuador y específicamente en “La ruta del sol”:  
comer sopa de pichón, los perros callejeros sin hogar, el eco-turismo que se usa como publicidad, lo banal y normal que es baldear, la libertad que sienten los hombres para orinar en cualquier pared publica. Decidí ser la protagonista en todos los videos para jugar con la idea de que soy ecuatoriana y extranjera a la vez. Estoy mirando y estoy adentrándome en un rol al mismo tiempo.

Los videos forman parte de la obra, que se completa con una serie de cianotipos basados en las plantillas de los mismos blogs que he estado reuniendo. La forma de las plantillas son muy estructuradas, son fórmulas estéticas, y me interesaba reinterpretar estas estructuras que son parte de nuestro lenguaje digital. Me gustaba mucho la idea de pensar que la plantilla es un contenido y que podría vaciarlo y quedarme con el marco de la idea. En mi trabajo siempre estoy jugando con la información: ¿cuánta información necesitamos para entender una idea, un relato, una historia? Las plantillas las paso desde lo digital hacia lo análogo usando un proceso fotográfico histórico como el cianotipo, donde se mezclan químicos para preparar una emulsión que cubre el papel y luego se imprime usando los rayos UV del sol para revelar la imagen. Así obtuve las plantillas vaciadas de información pero que llevan las huellas del sol en azul donde antes habían botones digitales y fotos familiares.

R.K.: Te acabas de referir a aquella mirada de tu papá como uno de los componentes que se hilvanan en La ruta del sol, y me alegra que hayas mencionado un antecedente clave como My Pictures from Ecuador que justamente se relaciona también con esta pregunta. Se podría decir que todas las obras que componen esta muestra tienen la exploración autobiográfica como una narrativa subyacente. El performance Los poemas que declamaba mi mamá que en esta ocasión re-elaboras hace lo propio con aquella relación madre-hija; sospecho que lo que te atrae de este reenactment (recreación histórica) de tu infancia es su calidad de ser un dispositivo de aculturamiento, pero a su vez estos poemas son portadores –por sus contenidos- de una carga emotiva y simbólica muy potente. Cuéntame sobre esto.

K.S.A.: Estoy empezando a darme cuenta que mi trabajo como artista tiene que ver con un biculturalismo inconsciente, el cual he estado arrastrando conmigo todos estos años en que mezclo dos idiomas; las culturas se meten de una forma muy eficaz en la lingüística. Creo que es por eso que me agradan tanto los poemas que declamaba mi mamá. Durante esos minutos en que estoy declamando yo puedo identificarme de una manera muy pura con mi mamá y puedo convencer a cualquier persona que paso como Latina/Ecuatoriana…aunque no es tan importante “pasar”. La verdad es que nunca he querido pasar; siempre he sido rebelde en el enfrentamiento de la identidad. Es decir, no me interesa mucho el papel de víctima como los artistas de los años 90 o antes; esa narrativa es un callejón sin salida…Puede ser que formo parte de la generación que es post-Black (art), según el término que empleó Thelma Golden para identificar al fin del siglo veinte. Yo me refiero a la identidad pero me interesan otras preguntas que van mas allá de las generalizaciones y de la pluralidad, cosas que nos cuentan las experiencias específicas y cómo estas se relacionan con la cultura hegemónica. Me parece que cuando uno busca lo especifico e idiosincrático uno puede encontrar verdades más universales (aunque siempre subjetivas).

Los poemas que declamaba mi Mamá from Karina Aguilera on Vimeo.

Los poemas que declamaba mi mamá
Performance con diapositivas
2012

Rodolfo Kronfle: The work you present in this exhibition seems to explore the strange predicament in which you find yourself as a person raised in a complex matrix of identity from which you have been able to distance yourself enough to analyze it using a semi anthropological model. I sense that behind your work there is an impulse to generate responses to questions that grapple with a certain existentialism, on the one hand, but, on the other, to reveal certain ideological components that are present when gazing at “otherness.” In the photographs included in Las casas de Guayaquil (The houses of Guayaquil), for example, you have succeeded in documenting very specifically the spaces your relatives and family members live in. These images examine distinct socio-economic classes yet are also tied together because they share a common culture. Beyond the idea of aestheticizing that is apparent in many of the images, are you also dealing with this work as an exercise of observation and analysis? What types of questions are you trying to elicit?

Karina Skvirsky-Aguilera: Four years ago, when I started Las casas de Guayaquil, I began by photographing the exterior architecture and landscapes of places familiar to me, mostly in and around Guayaquil.  While those photographs were interesting, they didn’t have the specificity that I was looking for. I didn’t want to repeat the tired formula of making large glossy photos of “foreign” lands so popular in contemporary photographic practice. I wanted to be more true or loyal to my highly individualized experience of visiting Guayaquil for longish stays where I felt trapped in my relative’s house because there was nothing to do or I wasn’t allowed to venture out alone. My childhood is filled with visual recollections of the furniture, pictures, books and spaces that I wandered through entertaining myself alone or with my cousins. Rather than ignore or take these places for granted I decided to focus on them photographically. I wanted to visualize both the banality of the spaces that are lived in, but also picture the disparate socio-economic realities my extended family inhabits. In making these photographs using a large format camera which slows down the photographic process to an almost meditative experience, I discovered a language -an aesthetic vernacular, if you will, that not only ties the photographs together visually but also connects them through a shared reality or culture. In other words, the photos of the houses depict a culture that looks towards the north and the west for its decorative inspiration and is limited by the available materials for construction.  If you look beyond those limitations you might recognize a type of “magical realism” or “rasquache” [3] aesthetic that transforms a headboard painted by hand into a bed worthy of a queen. These culture clashes are bonded to economic and geographic realities, creating a perfect storm visually. Or at least that’s how I see it.

R.K.: When I look at your work I am always reminded of a popular song whose refrain says “I’m not from here; I’m not from there…” which is important for the viewer to have in mind, because it appears like a liminal condition where questions are brought up that problematize issues of identity. You are not affirming them, rejecting them, or even contradicting any essentialist view. It appears you are interested in something else: maybe the fascination that comes out of the spontaneity of the everyday and the organic. I find the complexity of La ruta del sol[4] very interesting; it’s made up of a large group of cyanotypes that look like abstract compositions yet were created from the blog frames of travelers passing through Ecuador. You integrate the prints with a group of videos in which you interpret the stories you have read in them. I find these re-elaborations to be painfully funny. They are not parody, but I suspect there is a risk on how these are interpreted -and on the public’s judgments about your intentions- which will fluctuate in meaning based on the social status of the viewer and whether he/she is a local or a foreigner. Explain what brought you to these stories, what type of observations you fixated on, and also discuss the conceptual architecture behind the convergence of the digital and the analog.

K.S.A.: I am pretty sure I began to conceptualize La ruta del sol as I reflected on My pictures from Ecuador, which investigates ideas of tourism in general and cultural tourism more specifically as both a personal and commonplace phenomenon. The gaze of the foreigner/tourist who also practices some brand of (Jewish) humanism is manifested in my father’s values and transcribed into my photographs through my own naive gaze. One might say that my father’s gaze has a long history.  The missionaries’ travelogues from the nineteenth century and the diaries from the twentieth century tell you as much about the writers’ culture as their writings about other cultures. In the context of anthropology, even though anthropologists appear to be objective using formal methods of observation, they often don’t ask the key questions, or understand the context from which they are observing because they impose their own culture and values in their investigations. Even in contemporary anthropological practice, this is still an issue. Its impossible to achieve real objectivity and the value of that is questionable. I live in a liminal world as you say in which I understand the Ecuadorian milieu, but also the touristic or foreign gaze that is mesmerized by certain phenomenon that here is quite banal and everyday. Not that there are such huge differences between Ecuador and the United States. The differences are subtle. And actually that is more interesting to me. Where are the differences? Why do they exist and what do they tell us about the realities of globalism?

Blogs are the travelogues and diaries of the twenty-first century. They are accessible, immediate or spontaneous, and they are written not by experts, but by anyone who wants to share their experience publicly. Blogs are for your friends or other tourists or they are marketing vehicles to drum up more business. They are almost always written in the first person. There is a lot of overlap between the stories in the blogs, my father’s gaze from the 1970s and the observations preserved in the old travelogues. In other words, the method and form we receive information may have changed, but the ideas remain eerily similar. Paternalism, culture shock, and the pitfalls of subjectivity can all be found in the typical travel blog. Over the last year, I have been reading blogs about “La ruta del sol” assiduously. I chose stories that seemed specific to “La ruta del sol” but also that captured the flavor of daily life here: eating pigeon soup, stray dogs without a home, eco-tourism that is used as marketing, the banal and normal that it is to “baldear” (which means to sweep with water; there is no word for it in English) and the freedom that men feel in peeing against any wall publicly. I decided to be the protagonist in all the videos so I could play with the idea that I am an Ecuadorian and a foreigner at the same time. I am observing and playing the role at the same time.

The videos are part of a larger installation that is completed by a series of cyanotypes that I made from “La Ruta del Sol” blog frames.  Blog frames are formally structured and aesthetically formulaic. I was interested in reinterpreting these structures that form part of our digital language. I was drawn to the idea that the frame is a vessel that can be emptied, and I would be left with the frame of an idea. In my work I am always playing with information: how much information do we need to understand an idea, a narrative or a story? I am transforming the digital blog frames into analog cyanotypes, a historic photographic process from the nineteenth century in which one prepares an emulsion that is used to coat watercolor paper and then expose it using the UV rays from the sun. The prints are developed by washing them in water. In this way the prints are indexical impressions measuring the strength of the southern hemispheric sun rendered in blue where there were digital buttons and photographic snapshots.

R.K.: You just referred to your father’s gaze as one of the components integrated into La ruta del sol, and I am happy that you mentioned My pictures from Ecuador as another important point of reference because it is related to this question. You might say that, at some level, there are autobiographical themes throughout this exhibition. The work titled The poems my mother recited, that you are performing in another iteration explores your relationship with your mother. I imagine that this reenactment from your childhood is a form of acculturation, but at the same time these poems are gateways -because of their content- into a more emotional and symbolic experience. How do you see it?

K.S.A.: I am beginning to realize that my work as an artist has a lot to do with my bicultural upbringing and its influence on my unconscious, an influence I have been carrying around with me for all of these years and which is represented by language. After all, culture is embedded in language. I think this is why I like to recite the poems my mother taught me. During those precious minutes when I am reciting I can identify myself very “purely” with my mother, and I can convince anyone that I am Latina or Ecuadorian; I can pass… even though it is not so important to “pass.”  The truth is I’ve never wanted to pass; I’ve always rebelled against the notion of a fixed identity. I’m not really interested in playing the victim like many artists did in the 90s or earlier; that narrative is a dead end, in my opinion. It is more likely that I am part of the generation that Thelma Golden termed as post-Black (art) in the late twentieth century. I reference identity politics, but I am interested in other questions that go beyond generalizations and pluralism. My interests lie in the nuances of specific experiences and how these relate to a larger cultural hegemony.  It seems to me that when you delve into the specific and the idiosyncratic there are more universal (yet subjective) truths. 



[1] “Rasquache es un término de origen Nahuatl, empleado por los chicanos, y que originalmente tenía una connotación negativa en México, ya que caracterizaba una actitud propia de las clases más bajas y desposeídas. La definición fue revertida después por el movimiento artístico chicano, el cual transformó aquella sensibilidad del que no tiene en un estilo, el ‘rasquachismo’, destinado a tratar con las limitaciones profesionales y materiales que enfrentan los artistas del movimiento. El arte rasquache emplea los medios más básicos, simples, crudos y rápidos para crear la expresión deseada, se resume en crear mucho con poco. El término también puede ser empleado para referirse al entorno bicultural del cual estos artistas obtienen inspiración.” Cita consultada en http://en.wikipedia.org/wiki/Rasquache y traducida por R.K.
[2] Este es el nombre oficial del recorrido turístico más importante de la costa ecuatoriana, el cual atraviesa varios pueblos y sitios de interés.
[3] “Rasquache is a Spanish term, of Nahuatl origin, used by Chicanos, which originally had a negative connotation in Mexico as being an attitude that was lower class or impoverished. This definition was later reversed by the Chicano arts movement which transformed the have-not sensibility into a style, ‘Rasquachismo’, suited to dealing with the material and professional limitations faced by artists in the movement. Rasquache art uses the most basic, simplest, quickest, and crudest means necessary to create the desired expression, in essence, creating the most from the least. The term can also be used to reference the bicultural inspiration from which these artists draw inspiration.” Definition found in http://en.wikipedia.org/wiki/Rasquache
[4] This is the official name of the most important tourist itinerary through the coast of Ecuador.

Fotografías cortesía de Ricardo Bohórquez:









Fotografías cortesía de Vicente Gaibor:
La casa de Karina, Puerto Azul
cámara análoga de gran formato
impresiones a inyección de tinta
2010







Fotos RK:

La casa de Sara, Guangala
cámara análoga de gran formato
impresiones a inyección de tinta
2009-2011










Fotografías y videos cortesía de Karina Skvirsky-Aguilera:
 La casa de Piedad, El Guasmo
cámara análoga de gran formato
impresiones a inyección de tinta
2009-2011
 La casa de Teresa, Urdenor
cámara análoga de gran formato
impresiones a inyección de tinta
2009-2011
 La casa de Carlos, La Chala
cámara análoga de gran formato
impresiones a inyección de tinta
2009-2011








La ruta del sol: High Heels from Karina Aguilera on Vimeo.

Video Ruta de Sol ("High Heels"/"Tacones altos")





La ruta del sol: pichón from Karina Aguilera on Vimeo.

Video de Ruta del Sol ("Sopa de pichón")
 La ruta del sol
25 cianotipos en papel acuarela y 5 videos en media players
2012