miércoles, enero 13, 2016

Fin. Finito. Kaputt....hasta aquí Río Revuelto

Fin. Finito. Kaputt.

Las primeras tarjetas de presentación que me hice a inicios de la década pasada detallaban mi actividad sucintamente como “diletancia y entusiasmo”. Este último elemento siempre fue para mí el ingrediente clave para escoger y definir los proyectos que quería llevar a cabo. Río Revuelto el más querido de todos. Pero desde hace unos pocos años la motivación ya no era la misma: poco a poco la tarea de mantener la página se había convertido en una responsabilidad autoimpuesta que me pesaba por varios motivos. El tiempo siendo un factor importantísimo, dedicando horas y horas a visitar el triple de muestras de las que finalmente registraba, la tarea de documentar exhaustivamente y recabar toda la información que reuniese una exposición, y finalmente el trabajo de edición de cada entrada, que podía incluir entrevistas, textos, reseñas, etc. Todo esto sin ningún móvil económico en mente. La página nunca generó un centavo ni admitió publicidad para sostenerse.

Con el paso de los años sentí que Río Revuelto pasaba a ser algo más que una plataforma de difusión –tal era el propósito inicial- para convertirse en un archivo que daba cuenta del desarrollo y consolidación de las prácticas artísticas contemporáneas en el Ecuador. Se acumularon más de diez años de información sobre la escena local cronológicamente organizada a través de las exposiciones más relevantes (a un promedio de 38 al año), de acuerdo a un criterio editorial. Esto no lo escondo, sino más bien lo pondero. Desde el comienzo la premisa de Río Revuelto era clara: un criterio editorial sin pretensiones de ser democrático ni inclusivo, raseros que invariablemente aproximan cualquier iniciativa a la inutilidad. Esto no quiere decir tampoco que sienta particular sintonía con todo lo que aquí ha aparecido, sino más bien que lo considere un componente digno de notar en el arte que circuló en este período.

Pero, como decía, el entusiasmo ya no es el mismo. La escena es ahora más compleja y mapearla resulta una tarea en exceso demandante para una sola persona. Aunque los canales de difusión se hayan multiplicado algunos, incluyéndome, extrañarán un lugar como este que centralice la información y en cierto modo la tamice ofreciendo una perspectiva informada.  Aquí dejo este archivo que se mantendrá encendido mientras se pueda, junto a un profundo agradecimiento a todas las personas que de forma desinteresada apoyaron la iniciativa con sus textos, opiniones y tiempo. Ha sido un viajecito.

Rodolfo Kronfle Chambers

EDITOR (2003-2015)


RELACIONADO:
La revolución será ‘instagrameada’