http://www.mumg.info/salondejulio2008/sj2008fotos/salon.html
Mención
Primer Premio
Mención
Tercer Premio
Pedro Gavilanez - Valores sobre la degradación
Segundo Premio
El Salón de Julio 2008 – Errores de acción y de omisión (entre la paranoia y la esquizofrenia)…
Jurado:
Jaime Cerón – Colombia
Valia Garzón – Cuba/Guatemala
Victoria Vrljicak – Argentina
Alejandro Elías – Ecuador
Larissa Marangoni - Ecuador
Presidente del Salón:
René Cardoso – Ecuador (designado luego de la renuncia de Mónica Vorbeck)
Estadísiticas:
170 obras presentadas (de 170 artistas)
21 obras admitidas
Opinión:
El Salón de este año tiene dos secciones muy bien definidas museográficamente: en la sala interior encontramos las obras más propositivas y sólidas, pero lo que está desplegado en el hall de entrada se puede argumentar que refleja la conciencia culposa del jurado, todos son trabajos prescindibles y mediocres. El problema de este tipo de condescendencias es que aquello se convierte en una ofensa hacia un grupo de artistas no admitidos cuyo trabajo no era así de lamentable. La vara de rigor debe ser aplicada por igual a todo y en esto el Salón 2008 queda en deuda.
Un par de fotógrafos que encontré en la inauguración estaban molestos porque no se habían enterado de que podían participar, especialmente porque este año la redacción de las bases profesaba un conservadurismo extremo para interpretar lo que se entiende por pintura. A diferencia de las obras “ambiguas” que todos los años son incluidas como gestos que tensan las bases deseando ampliar el terreno de juego, la premiación de estas fotografías en un concurso de pintura no da para mayor reflexión: ¿admitirán a todos los fotógrafos el próximo año?
La pregunta es válida porque además el trabajo de Verdezoto no permite articular ninguna relación –ni formal ni conceptual- con la pintura (como sí lo podría, por citar un ejemplo reciente, la serie Oleoducto de María Teresa Ponce, la cual entabla un diálogo con la obra paisajística de Troya), el uso del gran angular y el carácter documental de las imágenes son características netamente fotográficas y acentúan la especificidad de aquel medio: la obra no remite a la pintura por más de que se elaboren malabares retóricos para justificarlas. (Las bases indican que: “Se mantienen los trabajos pictóricos de técnica tradicional, mixta o experimental, sobre cualquier tipo de soporte bidimensional y que, de ser el caso, se relacionen o interactúen con otros medios.” Aquí no hay ni relación ni interacción con otros medios, son fotografías sin más, y argumentar lo contrario sería –a mi juicio- una necedad).
Y aquí quisiera comentar la importancia del rol del Presidente del jurado, alguien local pero sin voto, cuya función sea –desde su conocimiento profundo de la escena local- la de brindar información contextual e histórica cuando se requiera para ayudar a orientar al jurado: no me extraña que por ejemplo la temática migratoria que aborda la obra sea percibida por extranjeros como un asunto urgente, pero probablemente no sepan que aquello ha sido usado y abusado ya por un sin número de artistas ecuatorianos por más de una década. Las fotos de Verdezoto son muy bellas, están bien logradas, tienen la virtud de no manifestar una vocación discursiva elemental y forman parte de un proyecto mayor y sostenido –de lo mejor que se ha hecho en torno a este tema- planteado con mucha seriedad y calidad; las fotos hablan y mucho desde su condición de imágenes, pero ¿hasta qué punto consideramos su pertinencia como un trabajo que señala momentos de inflexión y atractivo en el arte actual local, como lo debería ser el ganar el Salón de Julio? ¿No creen Ustedes que –por ejemplo- el segundo premio otorgado a Pedro Gavilanes llenaba aquella expectativa de mejor forma? (¿Será que Gavilanes portaba el estigma de estudiar en el ITAE, escuela que en lugar de reconocer sus aportes resulta que se satanizan sus logros? Comentarios de los jurados nacionales serían esclarecedores…)
La entrega total de obras al Salón disminuyó significativamente este año (44 menos que el año pasado), lo cual podría ser atribuible a la publicación inicial de bases que restringían la participación de artistas menores a 25 años y mayores de 40. Es muy probable que la publicación de la enmienda de este terrible error (en un pequeño anuncio de prensa) no haya llegado a todos los eventuales participantes. En cualquier caso el despropósito de una medida así queda evidenciado en el hecho fáctico de que el ganador tiene apenas 24 años y no creo que nadie le pueda endilgar a este artista una falta de “profesionalismo”.
Para terminar quiero dejar en el aire una interrogante que aún no ha encontrado una respuesta satisfactoria y que tal vez los lectores de este blog pueden comentar ¿Porqué hubo este año un jurado de 5 miembros si se venía trabajando con solo tres? ¿Porqué a los tres extranjeros –algo sano y que libraba de las eternas suspicacias al evento- se les sumó dos jurados nacionales? Nada personal tengo contra el correcto caballero y la querida amiga (ambos artistas) que cumplieron dicho papel, para ellos envío una seña de respeto, pero la pregunta debe hacerse. En lo personal lo interpreto como una suerte de “veeduría” conducente a complacer demandas (¿de quienes? ¿de qué tipo?) que no se han manejado con la requerida transparencia de su discusión pública. Los invito a opinar sobre esto en la sección comentarios, cualquier punto de vista que se argumente y que no utilice ningún término ofensivo será publicado.
Rodolfo Kronfle Chambers Guayaquil, 25 de julio del 2008
Duda técnica:
http://www.eluniverso.com/2008/07/21/0001/262/9CBB337A79344D9C9D2FF88FF8C76D08.html
“Hasta la noche del pasado viernes [máximo plazo de inscripción], en las instalaciones del Museo Municipal, se recibieron 168 obras pertenecientes a igual número de artistas plásticos, quienes compiten en la cuadragésima novena edición del Salón de Julio –Pintura– Fundación de Guayaquil.” (El Universo, 21 de julio del 2008)
La ficha de inscripción del ganador es la número 170, es decir la última.(¿?)
Propuesta concreta:
Las polémicas en torno a los premios en el Salón de Julio se pueden evitar de la siguiente forma: todo el dinero destinado a premios (US$20,000) se debería repartir entre todos los artistas admitidos, esto además haría meditar al jurado para que escojan solo obras meritorias. La asignación de premios y menciones por un jurado extranjero se mantendría pero con la salvedad de que ya no serían premios adquisición (cuántas veces una decisión puede contaminarse con reflexiones de este tipo: ¿pero mejor démosle el premio a fulano porque él es más chiro y necesita más la plata que mengano cuya obra es mejor pero no lo necesita tanto?)
En la ficha de inscripción los artistas deberán detallar el valor de su obra y el Museo tendrá la primera opción de compra mientras dure el Salón. El Museo deberá contar con una Junta Asesora conformada por miembros conocedores del arte local que puedan sugerir a su director la compra de cualquier obra que constituya un aporte a la colección ya que históricamente su reserva se ha ido nutriendo de obras provenientes de los salones. Estas decisiones deben ser tomadas considerando un sinnúmero de factores como son los huecos en la colección, los méritos que puedan tener obras no premiadas, el complemento que alguna de estas ofrezca a las que ya se tienen, consideraciones en cuanto a la conservación de los trabajos, lo justo de los precios solicitados, etc.
Como toda propuesta esta es perfectible…comentarios bienvenidos.
Notas relacionadas:
Salón de Julio 2007
http://riorevuelto.blogspot.com/2000/07/borrador.html
lo mejor del Salón...antropológicamente hablando