lunes, octubre 13, 2003

Cuento Ecuatoriano en Madrid.
Por Rodolfo Kronfle Chambers 13-10-03

Hasta el 15 de Noviembre permanecerá abierta al público madrileño la muestra de fotografía ecuatoriana titulada Cuento Ecuatoriano: Fotografía en un País de Confluencias. Se exhibe en las salas de Canal Isabel II, empresa de servicios públicos que reconvirtió el interior de una antigua torre de agua y lo transformó en un acogedor espacio que se especializa en fotografía. Se realiza bajo el auspicio de la Consejería de las Artes de la Comunidad de Madrid con la colaboración de la Embajada del Ecuador en España.

Lo que inmediatamente salta a la vista es el profesionalismo evidente en la producción de esta colectiva; el montaje y la museografía son notoriamente prolijos, y el catálogo de la muestra es, de lo que conozco, el más lujoso y mejor diseñado que se haya publicado de una muestra de arte contemporáneo ecuatoriano.

En cuanto a la selección de obras (15 participantes) no todo el monte es orégano. Me constan los acercamientos realizados por el comisario Oscar Villegas para reunir lo más ejemplar de nuestra fotografía actual, cosa que no se pudo redondear en su totalidad ya que artistas bien establecidos en el medio no se sumaron a la iniciativa, oportunidad como pocas de pasear sus trabajos fuera de nuestras fronteras en salas reputadas. Es meritorio, sin embargo, el haber incluido a miembros de aquella “diáspora” de fotógrafos que viven fuera del Ecuador.

Pese a esto destacan las participaciones de Bruno Roy (puesta en escena para poetizar la relación entre imagen y palabra), Federico Farias (evocación histórica), Esteban Ballesteros (el cuerpo como soporte de experiencias), Frank Johnson (la construcción de dramas), Maria Teresa Ponce (el espacio virtual como encuentro para el comentario social), Sara Roitman (la memoria personal), Alex Schlenker (interpretación contemporánea de lenguajes arcaicos) y el propio Villegas (libro de artista como cajón de recuerdos).

Otras propuestas más conservadoras se apoyaron en una presentación pulida y técnicamente esmerada. Tenemos el caso por ejemplo de Avelina Crespo, cuyo ensayo titulado Así documenta la fiesta de San Juan en la Hacienda Zuleta de la provincia de Imbabura; sus fotos que en gran formato se suspenden libremente hacia el socavón central de la torre se apoyan en una película del festejo, entre otras imágenes el indígena ebrio cantando sanjuanitos debe, sin lugar a dudas, despertar el aire de exoticidad que apela a la mirada del europeo, apoyada en la otredad de su condición.

El recorrido ascendente culmina en el gran tanque que corona el edificio, en cuyo interior - adecuado como un mini odeón- se proyecta Tamaño Real, un trabajo de equipo dirigido por Álvaro Ávila que es una reivindicación del foto reportaje y el ensayo fotográfico tradicional, y que fusiona al unísono un tríptico de imágenes que, a manera de “slide show”, proponen una metáfora del ciclo humano en paralelos a las problemáticas situacionales de nuestro país. Se acompaña de un sofisticado telón musical que para este efecto se compuso, y el cual incorpora sonidos ambientales relativos a lo que se muestra. Este interesante trabajo ganaría con la sustitución del video central –que presenta a los músicos en monótono gesto- por otra serie de proyecciones.

El esfuerzo demostrado en esta colectiva es merecedor de todo encomio.

Pie de Foto: Vista parcial de la obra titulada Teatro Fotográfico del francés Bruno Roy, creada en el 2001 al tiempo de su residencia en Cuenca.

Crédito de la Foto: Rodolfo Kronfle

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