lechugines (palenque 2000)
una intervención urbana de gabriela cabrera y graciela guerrero
Primer Premio de Artes Alternativas en el FAAL 2006
Aprovechando los lechugines del río (elemento característico que juega su rol en el imaginario guayaquileño), y auxiliados por otros precarios materiales, se construyó una espiral flotante al pie del malecón, una suerte de símbolo arquetípico que nos remite a un eterno fluir: el Río Guayas ha visto nacer a la ciudad, y al vaivén del mismo esta ha experimentado sus múltiples transformaciones. Esta obra parte de un interés por reflexionar acerca de los cambios de nuestra urbe, no constituye una crítica, sino una aspiración de lograr cierto estado de conciencia, de saber que ganamos y que perdemos con el progreso (en el plano humano, ecológico, cultural, social, etc.), es una invitación a meditar sobre nuestra historia, aquella que construimos en el día a día.
A pesar de que la obra encierra una poética propia –con múltiples asociaciones y abordable desde infinitas subjetividades- la misma efectúa un guiño a uno de los íconos más conocidos del Land Art: el Spiral Jetty (1970) de Robert Smithson. Esta operación no pretende convertirse en un gesto conceptual vacío, sino en un comentario que transforme las significancias de la obra original para hacerlas pertinentes a un aquí y un ahora. En un juego de asociación el título alude a otro conocido trabajo de Smithson –el Hotel Palenque (1969)-, en la cual el propio artista encontró una ilustración de sus ideas, especialmente acerca del concepto clave de entropía que fundamentaba parte de su práctica, y el cual -en lechugines- se emplea como generador de reflexividad en relación con el entorno: esta noción –derivada de la física- se refiere a una medida del desorden de un sistema, y fue aplicada por dicho artista como un pensamiento que se hacía extensivo al mundo de lo real, y que en el contexto que enmarca la aparición de lechugines comenta en torno a los cambios mismos de la ciudad. En un “paisaje entrópico” -para Smithson- la disolución del paisaje natural encuentra su corolario en el paisaje cultural que lo rodea, un ciclo simultáneo de renovación y descomposición.
A través de documentación fotográfica este artista narraba la peculiar historia de remodelación de un excéntrico hotel en Palenque (México) donde al tiempo que ciertas áreas del sitio se construían otras se deterioraban, observaba cómo sobre lo antiguo se edificaba lo nuevo muchas veces sin entender o razonar los criterios subyacentes, en otras palabras a pesar de las mejoras había áreas que irremediablemente se perdían, otras que quedaban relegadas al olvido y otras que eran bizarramente intervenidas.
La obra demostró requerir de un proceso colaborativo que le añadió una capa más de sentido al trabajo, apelando a las formas plurales de participación que deberían caracterizar al espacio público.
Encuentro por demas interesante el que se analizen ciertas propuestas realizadas en el pais.
ResponderBorrarAunque discrepe acerca de cuanto pueda calar o incidir la obra en cuestion ,segun esta estructurada.
No soy una experta en lo absoluto, pero me parece que hay una excesiva transitoriedad en ella y en otras parecidas.
Saludos, me resulto muy agradable la lectura del articulo, y de los anteriores.
Me parece muy buena la iniciativa, pero es una pena que no haya tenido difusión; y si esta se hizo, lamentable sería que los medios no difundieran estas intervenciones urbanas.
ResponderBorrarSaludos,
Jorge O.
¿En dónde puedo encontrar este tipo de eventos? ¿Cómo me entero de que se hacen cosas así?
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