martes, noviembre 22, 2011

Amaru Cholango - Amaneció en medio de la noche

Del Boletín de Prensa:


·       La exposición tiene un carácter antológico. El abanico cronológico abarca más de veinte años de la trayectoria profesional del artista comprendidos entre los años 1986 y 2011, aproximadamente.

·    Amaru Cholango ha sido pionero en el Ecuador en la utilización de lenguajes artísticos como la instalación, el performance y el vídeo. En esta muestra, podremos observar, por primera vez en el país, su obra en vídeo, fotografía y dibujos. En muchos casos, también se trata de obra inédita.

·       Amaru Cholango es un artista indígena de aporte contemporáneo, en su obra está presente la cosmovisión andina y el rescate cultural y religioso de este pasado. Su personalidad supone un puente entre lo ancestral y la actualidad, y un referente en el diálogo multicultural.


Capilla de los ángeles:
Adorarás otros dioses delante de mí
Técnica mixta
Mixed media
Quito 2011

Iglesia:
Yo soy un árbol y tú también
Técnica mixta
Mixed media
Quito 2011


Saramama/MON 810
Plantas de maíz transgénico
Genetically modified corn
Berlín – Alemania 2010


Multiculturalidad
Ropa usada
Used clothes
Quito 2011

Narciso
Bolas de vidrio, ojos de buey, cámara de vigilancia, infocus
Glass balls, ox eyes, video surveilance camera, projector
Bonn 2007

Las carabelas de Colón todavía navegan en tierra
Canoas, petróleo, tela
Canoes, oil, cloth
Cuenca 1994

Enfermedad Cultural
Libros quemados, atriles
Burned books, music stands
Kassel - Alemania 1997

Semiótica Andina
Técnica mixta
Mixed media
Roma – Italia  2010

Lengua quemada
Técnica mixta
Mixed media
Quito 2011

Dibujos mitológicos
Tintas de plantas sobre papel
Inks derived from plants on paper
Bonn – Alemania 2000 – 2011

Ishpapuros
Vejigas de vaca
Cow Bladders
Quito 2011

Autorretrato
Substancias y fluidos del cuerpo del artista, fotografías microscópicas
Substances and liquids from the artist´s body, microscopic photographies
Quito 2011


Y el pelo se transformaba en la imagen del yo muerto
Pelo humano del Ecuador y de Alemania, madera, alambre
Human hair form Ecuador and Germany, wood, wire
Bonn – Alemania 2007



Amaru Cholango: poética y política
Jaume Reus

Yo soy un árbol y tú también

Ahí yace –muerto.
Sus manos no alcanzan el cielo y
Sus raíces no alcanzan
El fuego de la tierra.

Lo tomo con mis manos
para quemarlo
Lo alzo
Lo tomo de nuevo y muchas veces más.
Con mis manos
lo lleno de ternura
al fin
Lo bautizo con fuego.

¡Ahora vive él!
¡Ahora él es!
Ahora es arte.
Ahora es más que un árbol.
¡Ahora él es todos los árboles!

A través de sus venas no corre savia
corre leche
Del tiempo. El silencio [i]

Personal

Estas palabras de Amaru Cholango, puestas al principio de este artículo, me parecen pertinentes para dejarnos seducir por su mundo, sus obsesiones, su poesía y su política. En mi caso, siempre que las pronuncio me predisponen a entrar en su creación con curiosidad, agudizando mis sentidos.
La seriedad de su rostro y la hosquedad de su gesto, a veces, contrastan con la mirada profunda, la risa pícara y un gran sentido del humor. Un humor que se expresa en las distancias cortas y entre amigos y, en las obras, de manera más evidente quizás cuando el artista hace uso de la tecnología. Desde que conocí personalmente a Amaru Cholango en Kassel (Alemania) en 1997, uno de los aspectos fundamentales y siempre presentes en nuestros encuentros han sido el humor y la ironía, la capacidad de reírnos de nosotros mismos y de las situaciones absurdas que nos depara la sociedad actual.  
A. Cholango es un ser espiritual y rebelde en el sentido amplio de ambos conceptos, y su obra, está dotada de una poética política [ii]. Su trayectoria artística está marcada por la defensa de unos valores ancestrales de su cultura quichua a través de un lenguaje creativo relacionado con una actualización de ciertas prácticas conceptuales o de lo que se denomina neo-conceptualismo [iii]. Sin duda, uno de los aspectos más interesantes e inéditos que caracterizan su trabajo dentro del contexto internacional es que se trata de una voz indígena que habla sobre su cultura, su propia visión de las cosas. Y en su caso, lo realiza a través del uso de varios lenguajes contemporáneos sobre los que tiene una visión profunda. La originalidad de sus propuestas, sin embargo, no solamente radica en su condición indígena, porque esto sólo no nos puede convencer, sino en su talento por saber expresar su creatividad a través de un lenguaje visual potente y actual.
Le interesa realizar un arte que provoque al espectador, a veces a modo de catarsis, de shock, pero también está lleno de sutilezas, con la intención de ampliar su consciencia, de sensibilizar su percepción. Un arte ideologizado que nada tiene que ver con partidos políticos [iv]. Sus obras se van transformando y adaptando con el tiempo y en función del espacio que las va a exhibir. Muchas de ellas son un work in progres, son obras realizadas en una fecha concreta pero que sin embargo Cholango las vuelve a realizar, adaptar y a exhibir. Para el artista la fecha no tiene demasiada importancia, lo relevante es el mensaje y el contenido que alberga. Algunas de las obras más emblemáticas de su trayectoria como: “Yo soy un árbol y tú también” (1989), “Enfermedad cultural” (1997) o “La trampa” (2006) han sido exhibidas en contextos muy diversos y en cada uno de ellos han adquirido nuevos significados, todos ellos válidos y complementarios, lo que nos habla de su capacidad polisémica.
Cholango es consciente de que la honestidad y la originalidad de su discurso artístico provienen de sus raíces más profundas, su religiosidad, su cultura. De manera paralela, su posicionamiento es crítico, rebelde y político contra la imposición cultural que sigue sufriendo el pueblo indígena, a pesar del cambio de mentalidad de amplios sectores de la sociedad y de los avances y reconocimientos que han tenido las nacionalidades indígenas desde los años noventa en el Ecuador. A esto hay que añadir su interés por cuestionar el conservadurismo cultural y estético de parte del sector artístico del país [v]. Formalmente, este discurso se muestra a través de un lenguaje actual y cosmopolita, de corte conceptual, alejado de todo tipo de folclorismos e indigenismos pasados. Su arte es indígena simplemente porque su autor es indígena. Su público es un público globalizado, capaz de disfrutar de su obra y de saber interpretarla con claves internacionales y locales a la vez [vi].

Sobre el destino

La trayectoria personal y profesional de Cholango ha estado marcada por un peculiar sentido del destino, de una concepción predestinada de cual era su finalidad en esta vida. Su nacimiento se produce en los Andes, concretamente en Quinchucajas, en el seno de una humilde familia. A los once años fue adoptado por una familia de clase media de Quito. Hay en este acontecimiento algo importante, algo de pérdidas y de logros y sin embargo ¿sabemos cuánto de uno y otro aspecto? ¿Qué sucede en un niño cuando vive una circunstancia como ésta? ¿En qué medida le marca y en qué aspectos de su personalidad?
Si, en general, los primeros años son siempre importantes, en el caso de Cholango podemos afirmar que estos primeros años de su vida fueron los fundamentales para su trayectoria como persona y como artista. A través de su madre, hereda la dimensión espiritual, el sentido simbólico y mágico, y el conocimiento de los Yachags. Él estaba predestinado y entrenado desde pequeño y en una familia con cinco hermanos, contra el confort y en observar la noche. Su madre le introduce en el mundo de la cosmovisión andina, de la naturaleza animada y cultiva su sensibilidad. De su padre, heredó su carácter fuerte y valiente. Cholango está preparado para curar, para orientar, en definitiva para vivir en las montañas y, sin embargo, el azar le lleva a tener que enfrentarse a otro medio distinto: el de otra familia, el de otra lengua, el de otra cultura, en la ciudad.
En la escuela, y a pesar de destacar como estudiante, sufre miedos y complejos que tiene que vencer. Hay una dualidad entre lo racional y lo espiritual. Su estructura mental y su manera de interpretar la realidad tienen que adaptarse a una circunstancia completamente nueva y diferente y, además, durante la adolescencia, una de las etapas más convulsas de todo ser humano. Posteriormente, realiza estudios universitarios de matemáticas, porque le gustaban y tenía un gran talento para ello; y de geología, porque le permitían acercarse desde otra perspectiva a la Pacha mama.
Sin embargo, aún le esperaba otro gran impacto vital y, especialmente profesional. Su periplo por Europa pasa por Londres, París, hasta que el destino le lleva a Alemania, país donde ha vivido y expuesto en ciudades como Trier, Bonn, Colonia y Berlín [vii]. Allí reside desde hace varias décadas. Cholango tenía que ir a Europa, era su destino. Alemania lo acoge, le respeta, le permite su desarrollo como artista y él se integra en su sociedad. Aprende el idioma e investiga su gran cultura. Si tuviéramos que hablar sobre posibles paralelismos entre su lugar de acogida y él mismo quizás los encontraríamos en el carácter idealista, el alma fuerte, el pensamiento profundo, la voluntad potente o un destino sufrido [viii]. Para el artista, esta experiencia del desplazamiento y de la migración le permiten una afirmación de la diferencia mediante el arte [ix].
En 1993 Cholango tiene un encuentro en Alemania con Wilson Hallo y éste le anima a exponer en Ecuador [x]. Su participación en la Bienal de Cuenca de 1994 fuera de concurso marca un punto de inflexión en su relación personal y sobretodo profesional con su país. A partir de este año, el artista establece una mayor relación con Ecuador que le lleva a realizar viajes y exposiciones de manera periódica hasta hoy.
Según Cholango, todo ser humano tiene un destino, y todo lo que hacemos deja una huella. Lo de hoy es el resultado de lo que hice y, antes, hasta el vientre de la madre. Cada uno de nosotros tenemos algún tipo de talentos o habilidades, aunque a veces, pueden desperdiciarse.

Yachag

Cholango estaba predestinado a curar personas dentro de su comunidad, y sin embargo, desde sus inicios como artista opta por usar sus conocimientos ancestrales para transmitirlos a través de su creación, y concede al arte una dimensión terapéutica. La cosmovisión andina impregna en profundidad su forma de entender la vida y el arte [xi]. Las obras parten de manera especial del mundo espiritual y, también, de las visiones que el artista “vive” en la noche. Cada mañana, en soledad, la mirada interior de Amaru se entrega a la metódica tarea de escribir y de dibujar estas imágenes, estas sensaciones, durante varias horas. Es un tiempo, para la investigación espiritual, para la reflexión y la meditación. El inicio del día sirve para arrancar visiones, recuerdos, impresiones...Cholango ejercita su memoria, la facultad de acordarse, su capacidad de capturar entre los sueños. En realidad, su acercamiento al mundo espiritual y onírico poco tiene que ver con el del movimiento de los surrealistas allá por los años veinte del siglo pasado. Tampoco tiene que ver con la concepción habitual en nuestras sociedades que consideran grosso modo al mundo de la noche y a los sueños como momentos de desconexión con el mundo consciente, instantes de nuestras vidas de los que no podemos acordarnos. Los sueños...sueños son, decía el clásico.
Para Cholango, esta investigación y rescate de su cultura y religión indígenas suponen la guía en su arte y su vida. La polaridad entre el mundo material y el espiritual e invisible conforma lo que podríamos entender como la realidad. Cholango es capaz de manejarse en los dos mundos en los cuales hay diferentes niveles de consciencia. Su doble condición de persona vinculada al chamanismo y al arte le permite explorar y ver un poco más allá de la dimensión habitual de las cosas. Sus investigaciones y ejercicios sobre la consciencia personal y colectiva, el camino de introspección, son inseparables de la experimentación artística [xii].
Sus talleres siempre han sido una especie de laboratorios alquímicos. Todo un cúmulo de objetos, restos de aparatos electrónicos, materiales naturales que están allí para formar parte de alguna de las obras, que esperan a que el artista les de su oportunidad. Cholango aplica parte de sus conocimientos chamánicos para hacer arte. Utiliza hierbas medicinales para realizar sus tintas de colores, especialmente para los dibujos, usa materia orgánica e inorgánica para sus instalaciones o desarrolla algunas de sus performances y acciones siguiendo pautas ritualísticas y simbólicas.
A pesar de que gran parte de su vida se ha desarrollado en la ciudad, Cholango es un hombre profundamente vinculado a la tierra, a la naturaleza, al campo, a los bosques y a las montañas. Su modo de vida es austero y metódico. Cholango quema en el bosque. La madera quemada, los objetos quemados, la textura agrietada, el color negro, el paso de un aspecto vivo a uno muerto, la transformación de su estado físico, todos estos procesos forman parte de sus métodos de trabajo.

Ideales revolucionarios

Amaru Cholango tiene un concepto holístico de la cultura, la economía y la política [xiii], en el que estos tres elementos se conjugan para entender verdaderamente su sentido profundo e imbricado. Analiza ciertos aspectos de la sociedad actual y acusa a Europa, que significa el paradigma de lo occidental, de modelo de sociedad avanzada en muchos aspectos científicos o tecnológicos, y sin embargo demasiado apegada al materialismo [xiv].
En el análisis del artista, nuestra actual civilización, deudora de su origen grecoromano, ha llegado a unos límites de falta de control del hombre de lo que ha construido y ha vendido su alma al diablo. Por el contrario, los antepasados de Cholango entienden que la tierra, la Pachamama, es un ser viviente con espíritu y alma, y el hombre solamente es una parte de ella.
En línea con su interpretación integral, A. Cholango se interroga por el sentido del arte, si puede curar al hombre moderno, y si esta democracia, esta libertad, esta ciencia nos llevan por el camino correcto. Para él claramente que no. La alianza del poder político con el poder económico nos lleva a una situación de control y de esclavitud, de sacar únicamente el máximo provecho. Las personas “venden” no solamente su trabajo (parte física), sino también su voluntad (parte espiritual), aunque todo ello se produzca hoy en día de manera sutil. Este falso dios del dinero es el que rige el destino del mundo basado en el egoísmo. Y sin embargo, A. Cholango se muestra convencido de la superación de este estadio evolutivo humano a través del coraje, de adoptar nuevas ideas y utopías para el hombre del futuro.
Dentro de esta visión del desarrollo humano, A. Cholango explica de manera gráfica una parábola relacionada con la importancia de la religión primero, la ciencia después, y el arte ahora. Hasta el punto que los valores de la Ilustración siguen siendo válidos aunque falta desarrollarlos. El problema ha sido que la religión y la economía han tenido demasiada influencia. En una reciente exposición en Roma, el artista se mostraba muy crítico precisamente por el legado incompleto y diverso, según cada pueblo, dejado por los ideales revolucionarios de libertad, igualdad y fraternidad, en un año de celebraciones de los bicentenarios de independencia de muchas repúblicas latinoamericanas [xv]. El artista cuestiona que la libertad y la igualdad para los pueblos indígenas, en realidad, no se han dado nunca.
En febrero de este año 2011, apareció un panfleto de Stéphane Hessel titulado ¡Indignaos!, en el que este autor de 94 años, que participó en la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, realiza un alegato contra la indiferencia y a favor de la insurrección pacífica, y que ha conseguido una amplia repercusión internacional. En esta publicación, Hessel pone de manifiesto la necesidad de que los ciudadanos del mundo expresen su indignación ante un estado de las cosas dirigido por los intereses políticos y, sobretodo, económicos de unos pocos. El concepto de indignación sirve actualmente para definir el sentimiento de muchas personas ante la crisis económica y, también, ante el sometimiento de la política a los dictados de las  instituciones financieras [xvi]. En el fondo, muchos de los aspectos que las sociedades democráticas occidentales deben abordar para mantener sus niveles de bienestar social son unos crecimientos económicos más respetuosos con la naturaleza. Hace demasiadas décadas que conocemos que las energías renovables son el futuro frente a los actuales sistemas de explotación energética, y, sin embargo, los intereses financieros globales están frenando muchas iniciativas con un perfil más ecológico. A nivel político, estas mismas sociedades, dirigidas por una partitocracia demasiado sumisa a las especulaciones de la economía internacional, adolecen de evidentes déficits de calidad democrática [xvii].
Dentro del conjunto de la trayectoria de A. Cholango hemos realizado una división en cinco grandes apartados temáticos usando títulos propios de obras del artista, que nos sirven para establecer algunas pautas de interpretación de su discurso. Estos apartados, así como sus obras, no son compartimentos estancos sino que naturalmente tienen multitud de referencias cruzadas.

1 Yo soy un árbol y tú también

En este ámbito podemos encontrar un conjunto de obras vinculadas a la Pachamama. En muchas de ellas, hay un denominador común que atraviesa de manera intermitente la trayectoria del artista: el uso de la madera quemada. La usó en sus primeras obras realizadas en Alemania a mediados de los años ochenta, y la ha vuelto a utilizar en su más reciente exposición en Postdam en 2011.
La obra “Yo soy un árbol y tú también” la exhibe en 1989 en la Tuchfabrik de Trier por primera vez. Se trata de una silueta humana realizada con troncos de madera quemados, rodeada con velas blancas encendidas. El título alude a la vinculación profunda del ser humano con la tierra, donde, ni más ni menos, se trata de un ser vivo más. Podríamos establecer ciertos paralelismos con una idea del animismo y del espíritu de la Tierra (Gaia), aunque resulta más directa la lectura hacia el sincretismo. Efectivamente, Cholango combina en esta obra el elemento ancestral de la madera quemada, del árbol antropomorfo con el elemento ritual de las velas, especialmente en la religión católica, de tal manera que la obra adquiere una plena dimensión simbólica y religiosa. Otra vertiente importante dentro de este trabajo es la de la dimensión ecológica [xviii]. Efectivamente, no podemos dejar de interpretarla como un signo de que la destrucción de la naturaleza, simbolizada aquí con la madera quemada, significa la destrucción del propio ser humano [xix]. ¿Acaso hay algo más directo que la madera quemada como signo de muerte?
La capacidad polisémica de esta obra la volvemos a captar cuando Cholango la presenta en la plaza Hauptmarkt de Trier, durante la guerra del Golfo en febrero de 1991 o en una plaza en Berlín durante la Guerra de Irak de 1993, en ambos casos, las personas alemanas la leían fundamentalmente como una instalación para la paz y en contra de la destrucción del ser humano. En 1994 participa, también, en la Bienal de Cuenca de 1994 en el monasterio de las Conceptas. En el año 2010, Cholango vuelve a utilizar la madera quemada en una obra con un evidente aspecto sincrético para realizar tres grandes cruces a modo de calvario [xx]. En esta instalación, funde imagen y significados, antropología y rebelión.
Para su reciente exposición en el Museo Fluxus de Postdam en 2011, el artista presentó una serie de objetos cotidianos: mesa, cama, ropero, guitarra, etc. con la madera quemada. Se trata de un irónico planteamiento de la cotidianeidad arrasada por las brasas y que sin embargo desprende una poderosa presencia en forma de bella materia: los efectos visuales del fuego en diferentes soportes, la particular textura agrietada, el color negro… El título de la exhibición: “Future without future” indicaba una sensación pesimista respecto al porvenir, y es en esta clave con la que hay que interpretar una instalación que supone un toque de atención del artista sobre la senda consumista y voraz equivocada que actualmente guía a nuestras sociedades. La obra desprende una sensación de día después de algún suceso potente. Cholango también dispone en la sala de una impactante estructura formada por treinta pantallas que emiten fuego electrónico [xxi]. Otra vez, el artista juega con la perplejidad y el impacto visual, con la dicotomía y el contraste, con la manual y lo digital, con la tecnología y el elemento ancestral.
En 1986, el artista realiza dos series de telas de reducidas dimensiones tituladas “Autoretratos”. Podemos diferenciar un grupo de estructura más geométrica y otro más orgánico. En ambos casos se trata de fondos negros con siluetas de la propia cabeza, realizados a partir de pequeños segmentos que sobresalen de la superficie de la tela, hechos con pelo del artista. Se trata de obras minimalistas, austeras y casi nihilistas donde la presencia del pelo las dota de un especial recuerdo de la persona retratada. La rotundidad del negro también las relaciona con las obras de este apartado.
Amaru Cholango está trabajando desde hace tiempo en un proyecto de instalación sobre el tema del petróleo titulado “Petróleo maldito”, en el que aborda los excesos que las compañías explotadoras provocan en los ecosistemas afectados.

2 Enfermedad cultural

La obra “Enfermedad cultural” fue exhibida por primera vez en 1997 en Kassel, dentro del proyecto “Inside. Al encuentro de los otros” curado por Hamdi el Attar, una exposición colectiva paralela a la Documenta de este año [xxii]. Está formada por cien libros abiertos con la zona central de ambas páginas quemadas y dispuestos sobre atriles formando una especie de lienzo rectangular. La obra interpela al espectador y a su sensibilidad. Una primera reacción puede ser de rechazo a las huellas de una acción destructiva y provocadora contra el libro que siempre tiene una connotación de símbolo de la cultura. Cholango decididamente pretende provocar en esta obra y para ello escoge uno de los símbolos por antonomasia de lo cultural en Occidente. Y habla de enfermedad. Y él cree que el arte, su arte, puede sanar, puede incitar a la reflexión sobre un desarrollo del ser humano excesivamente orientado hacia un tipo de cultura occidental racional, basada en el libro, material, un tipo de conocimiento repetitivo y cada vez más alejado de la naturaleza. Se trata, en definitiva, de otra muestra de su particular polaridad: natural-cultural. Pero también podemos leer en ella un discurso sobre el uso del papel, la quema de grandes superficies de la selva o los intereses de las industrias madereras. Con el título de “Enfermedad cultural II” (1998), Cholango enfatiza en otra instalación esta variante sobre la enfermedad al presentar 24 camas de un antiguo hospital psiquiátrico, un material con una fuerte carga simbólica y dolorosa. Esta obra, que además incorporaba un grupo de estudiantes desnudos así como un caballo con dos televisores denunciaba la errónea política cultural del Estado y provocó una fuerte polémica sobre la política cultural de la Casa de la Cultura Ecuatoriana [xxiii].
Una de las líneas de trabajo más importantes de los últimos años es la que incorpora la tecnología en sus obras. Muchos artefactos tecnológicos son tratados por el artista con admiración, humor y crítica a su uso indiscriminado que afecta a la relación del ser humano con la naturaleza. Cholango detecta el peligro de los excesos o de una fe ciega en ella ya que puede llegar a afectar la necesaria calidad de las relaciones humanas y para con la naturaleza. Es por ello que en sus obras a veces practica una especie de rituales de sanación o como dice el propio artista de “poetización de la tecnología”.
En el caso de la obra “Narciso” de 2007, Cholango realiza un juego de alusiones a las miradas a través de una interpretación del clásico tema de la pintura relacionado con el personaje de Narciso. Recordemos que este personaje que mira su reflejo en el agua ha llegado a dar un concepto como el del narcisismo, aplicado a toda persona a la que le gusta mirarse en el espejo, ir muy bien vestida o bien que le encanta la adulación debido al gran ego que tiene. Cholango interpreta el tema a través de una obra que parece la materialización de un sueño. En una cuenca con agua flotan unas bolas de vidrio en cuyo interior hay unos ojos de buey y pequeñas cámaras. El espectador que se asoma al agua, además de poder observar su propio reflejo, como el personaje clásico, también siente que es observado y hasta grabado por las pequeñas cámaras que envían su imagen a las pantallas. Ya no se trata del encuentro íntimo de uno mismo con su imagen, de la que hasta puede llegar a enamorarse, sino que el artista la atrae, la capta sin permiso y la envía a la pantalla para que otros espectadores la vean. De hecho, en estos tiempos hasta la puede colgar en directo en Internet para alcanzar una dimensión global. En todo este proceso de reverberaciones de la vista, donde el observador es observado, hay un elemento cuyo impacto puede resulta agresivo: el ojo que contiene cada burbuja de cristal transparente que flota apaciblemente es un ojo real de un animal muerto. Y es aquí donde el artista nos introduce otro elemento de su discurso en relación con la muerte, la materia orgánica y su descomposición y, especialmente en este caso, con la carne de un animal que ha sido consumida. Desde el punto de vista de una persona como Cholango, no es menos importante destacar este otro aspecto crítico con los altos niveles de consumo de carne animal. Recordemos que en 1994, presentó también en la Bienal de Cuenca una obra: “Melancolia” (1994) en la que encerró doce corazones de vaca en botes de formol, debidamente numerados. En 1996 Cholango realizó la obra titulada “Viperinas” en la que dispuso de seis lenguas de vaca en una palangana de porcelana. En este caso podemos hablar de una acción de descontextualización duchampiana por la cual el artista elige y presenta un objeto o producto y una disposición que bien podría haber sido encontrada tal cual en un mercado. La ironía y el sentido del humor de Cholango hacen que podamos interpretar que estos trozos de carne, presentados y listos para ser consumidos, realizan su última acción: sacar la lengua al espectador.
Otra de las obras más directamente marcadas por un cierto humor surrealista es “Huevos y robots”, realizada en 2007. La instalación presenta un conjunto de pequeños robots circulares que discurren por una zona delimitada en el suelo y cuyo rumbo depende de unos sensores de presencia que impiden el choque con los límites establecidos y también entre ellos. Estos robots, algunos de los cuales se utilizan ya para usos como la limpieza del suelo, tienen un huevo frito encima, de tal manera que el choque poético y absurdo a la vez están asegurados. La ironía convoca a un artefacto supuestamente de alta tecnología que corre sin pausa y sin rumbo, con un símbolo de las proteínas y de los excesos calóricos y de sobrepeso que padecen las sociedades opulentas [xxiv].
Otra de las visiones que Cholango materializa es la obra: “El árbol liberado” (2011). En ella subraya su concepción animista a través de la posibilidad real de un árbol que se libera de su atadura a un determinado suelo para poder desplazarse. Y esta imagen onírica se convierte en real gracias al uso de la tecnología con sensores y rieles. En este caso, la tecnología se convierte en aliada de la naturaleza [xxv].
En “8 MON 810” (2010) el autor incide en su crítica al abuso del ser humano de la naturaleza, en este caso concreto, en relación con la manipulación genética de una planta con un significado simbólico tan acentuado como es el del maíz que se transforma en maíz transgénico. La instalación presenta cien plantas ya crecidas de este tipo de maíz que él mismo ha conseguido, robándolas, en una plantación alemana dedicada a este tipo de cultivo. La acción de asalto a una plantación dedicada a ello no deja de ser significativa por el hecho subversivo que simboliza y de llamamiento a la acción contra este tipo de explotaciones agrarias que tantos perjuicios están causando frente a la agricultura ecológica. Esta lectura tiene matizaciones dependiendo del contexto desde el cual se observa, pero tanto en el caso de Alemania como del Ecuador, el sentido crítico contra este diseño genético y sus imprevisibles consecuencias negativas para la naturaleza y el ser humano es el mismo: ¿Estamos ante una evolución o una involución? Se pregunta el propio artista [xxvi].   

3 Cosmovisión andina

A lo largo de su extensa trayectoria profesional, Amaru Cholango ha sabido impregnar su obra de algunos de los componentes esenciales de la cosmovisión andina. Una Weltanschauung con la cual el artista se siente íntimamente conectado a pesar de que haya pasado la mayor parte de su vida fuera del área geográfica andina. Quizás precisamente este desplazamiento geográfico haya sido fundamental para entender el porqué Cholango se ha aferrado a sus orígenes, a su paisaje, y ha sabido extraer de ellos el material necesario para desarrollar su arte. Esta valoración y afirmación explícita de sus orígenes andinos a través de su pensamiento, su trayectoria profesional, su comportamiento y hasta su vestimenta, puede ser la clave para comprender la posición de Cholango ante el mundo y en un entorno extranjero [xxvii].
A principios de los años noventa, Cholango realiza en Trier un conjunto de instalaciones relacionadas con la cosmogonía andina: “Para subir el cielo se necesita una escalera grande y dos chiquitas” (1990); “El principio masculino y femenino” (1991); o “Formas primordiales” (1990), entre otras, hechas con madera, hierro y resinas naturales. Abordan aspectos primigenios de su cultura a partir de elementos simbólicos como la escalera que conecta los ámbitos terrestre y celeste, o de piezas abstractas que evocan el caos, los astros, el arquetipo o el cosmos.
“Las carabelas de Colón” (1994) es una de las instalaciones más significativas del artista y una de las más polémicas y con repercusión mediática. Está compuesta por una serie de canoas dispuestas una al lado de otra en cuyo interior hay petróleo, tierra, agua y peces muertos. Sobre cada una de ellas hay una vela desplegada. El título, de manera irónica, nos sitúa en un contexto de referencia precisa por lo que supuso de inicio del propio concepto de colonización, recordemos que en 1992 se conmemoró el 500 aniversario de la llegada de Colón a América. Y, sin embargo, la referencia al petróleo y a los peces, nos sitúa en un escenario totalmente actual de continuación de la explotación de los recursos naturales [xxviii]. Cholango consigue sintetizar un discurso político a través de unos pocos elementos muy bien escogidos que por su crudeza y sus propias características olfativas consiguieron herir la sensibilidad de ciertos espectadores y de la dirección del Museo, que incluso retiró la obra de la exhibición. “¿Acaso nuestros ríos no están oliendo más?” se preguntaba Cholango en una entrevista [xxix]. Hay que recordar que ésta es una de las primeras instalaciones que realiza y una de las primeras que se habían visto nunca en Ecuador. Para la crítica norteamericana y miembro del jurado de la IV Bienal de Cuenca, Shifra Goldman, se trató de la obra más interesante que se exhibió [xxx]. A partir de este momento, Cholango apostará por una renovación en su lenguaje y se decantará por la realización de instalaciones y de acciones, al mismo tiempo que pierde fuerza la pintura.

“Wayra Apamushca (Viento)” (2002), realizada para la participación en la Bienal de Sao Paulo de 2002, es una de sus obras más líricas. La representación del aire en movimiento alcanza en esta obra un grado de sutileza extraordinario. Una habitación blanca con agujeros en las paredes a través de los cuales unos ventiladores impulsan corrientes de viento. El espectador, inserto en una vorágine de aires, queda impregnado de una metáfora andina de invocación y llamamiento del viento y le hace consciente de su importancia, más allá de un simple fenómeno atmosférico. Una obra que tiene ciertos puntos de contacto con ella es “En las alas del viento” (2009), donde Cholango realiza una espiral de alambre con plumas que se mueve y proyecta, al mismo tiempo, su sombra gracias a la luz de un projector. En este caso, el artista pone el acento en la idea del vuelo a través de un movimiento rítmico impulsado por un motor, y vuelve a utilizar las plumas como el elemento central de la obra como ya hizo en algunas de sus primeras pinturas. Esta pieza puede leerse relacionada con la doble idea de la realidad: aquella que percibimos a través de nuestros sentidos: espiral; y aquella que tiene una dimensión espiritual: sombra [xxxi]. En este sentido, merecen destacarse otras obras como: “¿Miran tus ojos la realidad?” (2011) donde, como adelanta el propio título, se cuestiona la realidad del mundo fenomenológico: animales horneados, frente a la “otra realidad” de su espectro, o “Juego de luces” (2011), donde se contrastan luces y sombras sobre un tablero. ¿Cuál es la “verdadera”?; ¿Estamos demasiado sometidos a la dictadura de los sentidos?; ¿Nos dejamos seducir y cegar por el mundo material?; ¿Deberíamos saber o poder pensar, sentir y creer en otra dimensión más elevada?.
“Semiótica andina” presentada por primera vez en Roma en 2010, es una obra en proceso compuesta por un conjunto de piezas de las mismas dimensiones cuadradas realizadas con resinas sobre madera, un proceso propio de elaboración e investigación con los materiales que lleva practicando a lo largo de su trayectoria. En cada una de ellas, el autor realiza una incisión a modo de dibujo que deja un hueco en la superficie negra. Se trata de un particular vocabulario simbólico donde confluyen desde espirales a líneas en zigzag, pasando por cruces o formas estrelladas, que conforman un singular repertorio de unanchas. Para el saber del Tawantinsuyö, los símbolos son de una especial relevancia tanto en la vida diaria como en la dimensión espiritual de los individuos. Este repertorio iconográfico nos recuerda imágenes tan poderosas visualmente como la chakana o cruz escalonada andina.
Precisamente la chakana es el símbolo del dios Ordenador, que dirige la construcción de todo lo visible e invisible: Viracocha. “Viracocha” (2011) es una instalación creada por Cholango en la que una forma humana realizada con malla de alambre y cubierta de plumas está recostada en el suelo mirando hacia el cielo, al mismo tiempo que se proyectan imágenes del mundo material. Se trata de una alusión a  la deidad todopoderosa que crea y ordena las cosas a través de imágenes de una especial capacidad evocadora.
También es interesante destacar en este capítulo dedicado a la cosmovisión andina una serie de piezas escultóricas que bajo en título de “Formas cósmicas” (2007), nos introducen en toda una diversidad de morfologías simples que evocan flujos y dimensiones astrales a partir de elementos tan sencillos como tiras flexibles de madera y pinzas para tender la ropa.

4 La belleza de la fealdad

Otra de las constantes en la obra de Cholango es la utilización de toda una serie de materiales naturales, a menudo pobres y sencillos, relacionados, en parte, con su contexto vital y cultural próximo: Pelo humano, carne, lana, huesos, vísceras y pieles de animales, peces, algodón, madera, carbón, levadura, harina, masa de pan, hierbas para tintes, barro, piedras, etc. Cada uno de estos materiales está tratado con toda su desnudez, crudeza y honestidad, lo que hace tomar consciencia al espectador de su dimensión simbólica. En el fondo, lo que subyace es una crítica a los excesos de la estética, de la belleza, del gusto, al mismo tiempo que una reivindicación de la otra parte, la “fealdad”, la enfermedad, lo que no pertenece al registro de lo convencionalmente entendido por “bello”, que lo enlazan con una interesante tradición heterodoxa [xxxii]. A través de este planteamiento, Cholango ejercita su actitud crítica hacia toda una serie de tópicos de las sociedades occidentales, cada vez más vinculadas al brillo de lo artificial, joven y bello [xxxiii].
“La trampa o la celda” (2006) fue presentada en una primera versión en el Colegio de Arquitectos de Quito en el verano de 2006. Se trata de una estructura metálica de grandes dimensiones que imitaba una trampa para cazar ratas, en cuyo interior, dispuso a una joven mujer desnuda. Toda una metáfora relacionada con la imagen de la mujer como objeto sexual, los tabúes, la libertad o la justicia [xxxiv]. También hay una clara intención de interrogar al público sobre los límites de la obra de arte y su finalidad [xxxv]. En otras versiones posteriores de 2008 y 2010 [xxxvi], Cholango acentúa la dimensión política y performática de la pieza, al encerrar en ella a un numeroso grupo de jóvenes desnudos con la cabeza tapada por una funda de plástico negra, con el explícito recuerdo de las torturas a los prisioneros de las cárceles militares estadounidense de Abu Ghraib, Irak, y de Guantánamo, Cuba.  
Un material recurrente en su trayectoria ha sido el del pelo humano. Una de las primeras obras donde se utiliza es en “Caput mortuum” (1993), una irónica instalación de vocación geométrica formada por siete piezas rectangulares de madera apoyadas en la pared y un suelo formado por pelo. Posteriormente, Cholango realiza: “Y los pelos se iban transformando en el muerto imagen del Yo” (2007), en la cual parte de un gran cubo al que le falta un fragmento, extraído siguiendo la proporción de la sección áurea. Esta alusión al canon occidental por excelencia, símbolo de la razón aplicada a la estética, está subvertida por una cubierta de pelo humano. Con su particular sentido del humor y mirada antropológica, realiza una sutil radiografía de la sociedad alemana actual, cada vez menos rubia a causa de la inmigración. Sin embargo, esta utilización de un elemento tan peculiar como es el pelo tiene una dimensión espiritual y alude a la parte más alta y sublime del cuerpo humano donde el espíritu se confunde con la sangre.
Con el explícito título: “Catarsis o desearás a la mujer de tu prójimo”, Cholango presentó un conjunto de trabajos en 2008 con la idea de interrelacionar la carne humana y animal con un discurso político crítico con ciertos aspectos de la sociedad ecuatoriana. “El gran carnívoro” (2008) resulta explícito de la condición humana: carnívora, depredadora e insaciable. De manera destacada, la carne humana y su relación con el ámbito sexual, la prostitución y la política quedaron patentes en la performance donde varias prostitutas desfilaron pisando la bandera del país. De forma paralela, el voyeurismo, la religión y la hipocresía aparecen en la instalación: “Santos Peep-Show” (2008) [xxxvii].
En su reciente conferencia en el Museo Fluxus de Postdam, Alemania, titulada: “Vida y muerte en el chamanismo”, Cholango se refería, entre otras cuestiones, precisamente a la complementariedad de las relaciones entre la vida y la muerte, la salud y la enfermedad, la fealdad y la belleza, algo que como vemos, constituye uno de los denominadores comunes de su trayectoria.

5 La noche del poeta

La poesía está presente desde los inicios de la trayectoria artística de A. Cholango, es más, su sensibilidad natural por la dimensión poética de las cosas siempre le ha acompañado en su trayectoria personal. En 1996 publicó su primer libro de poesía: “La noche del poeta” en el que realizaba una selección de sus poemas y donde podemos ver una muestra de uno de sus registros más íntimos como creador. Su concepción de la creación artística es abierta a todos los lenguajes artísticos por los que se mueve en función de cada proyecto, y todos ellos siempre resultan impregnados de su creatividad, de su tremenda curiosidad [xxxviii]. De esta manera, Cholango se inició en la poesía y la pintura, para pasar posteriormente por la escultura y las instalaciones, la performance, la fotografía o el vídeo. En cada uno de estos registros lingüísticos ha dejado obras marcadas por su afán experimentador y por su particular poética.
Uno de los conjuntos creativos más interesantes es el de los dibujos sobre diversos tipos y medidas de papel, que suponen obras perfectamente autónomas que no hay que considerar esbozos para obras en otro formato. Se trata de fragmentos de un posible relato onírico y ancestral, que nos conduce por un imaginario colectivo mítico, y que el artista realiza desde la segunda mitad de los años ochenta. En sus series: Mythologische Zeichnungen (dibujos mitológicos, 2001-02), Cholango proyecta imágenes que nos hablan de su cultura andina, de un ecosistema de animales y personas, de desdoblamientos, de fuerzas imaginarias, de tradiciones y mitos, de relatos orales anónimos y de proyecciones personales de su pensamiento visual. En un caso, realizados a partir de siluetas y contornos, mientras que en otro, es la mancha oscura la que llena las imágenes, siempre realizadas a partir de extractos naturales de hierbas de elaboración propia. Son escenas narrativas de una gran síntesis formal e iconográfica que nos evocan, también, a las pinturas de las cavernas paleolíticas, con escenas domésticas, de caza o de rituales. Otros conjuntos de dibujos a destacar son las “Pinturas negras sobre papel”, de mayores dimensiones y con unos tratamientos matéricos a base de tintas orgánicas más elaborados, que van de la figuración a la abstracción; “Dibujos grandes” que recrean escenas míticas; así como otros dibujos realizados sobre rollos de papel que pueden alcanzar los veinte metros de largo, en este caso, con una narración a partir de imágenes con protuberancias.
Una de las zonas más íntimas y sorprendentes de Cholango lo constituyen sus numerosos cuadernos de anotaciones de sueños “Puniaua”, realizados a lo largo de su vida, que nos hablan del espacio onírico que habita el artista pero sobre todo la persona. Realizados de manera metódica, forman parte de su ritual diario de cada mañana al despertar, cuando dibuja y escribe durante unas horas sobre aquello que acaba de “vivir”, y aunque su voluntad no sea la artística, si reflejan muy bien el sentido espiritual y chamánico de su percepción.
En cuanto a la fotografía, podemos distinguir entre unas primeras obras con imágenes de fragmentos de cuerpos humanos, a veces autoretratos y a veces retratos de personas próximas con alteraciones cromáticas hechas con tintes; y otra serie de imágenes de paisajes y bosques nevados de gran capacidad evocadora. Como ocurre con los dibujos, Cholango opta por la simplicidad y, en este caso, por un tratamiento en blanco y negro que acentúa sus valores expresivos. Pensemos que el bosque es un territorio especialmente propicio para la sensibilidad de Cholango. El bosque y la noche, son dos aliados fundamentales para su inspiración. Estos paisajes nevados transmiten una especial tranquilidad de espíritu donde apenas aparece la presencia humana y son evocadores del concepto de lo sublime, desarrollado por la estética romántica alemana, donde la escala de la naturaleza se presenta inmensa frente a la del hombre.
Otro de los territorios más cercanos al artista nos lo recrea la instalación “El taller” (2011), que como indica su título, plantea una pequeña reconstrucción de su espacio de creación a partir de algunos objetos que residen en él. Resulta especialmente interesante el estudio del artista porque todo es un reflejo de su personalidad, que acabará en algún momento en una de sus instalaciones. Resulta muy significativo, en este caso, la introducción de un animal tan especial como el cuy, tan cercano al habitad humano y a la infancia del propio Cholango.
Un aspecto transversal que se desarrolla a lo largo de su trayectoria desde 1990 hasta hoy es la performance. A través de la acción individual y muchas veces con la participación con el público, Cholango aborda otros territorios creativos que necesitan de una dimensión narrativa y temporal, en directo, y que le permite una aproximación a determinados aspectos del ritual y de la ceremonia espiritual. Cholango siempre procura que cada una de sus exposiciones vaya acompañada por alguna performance, de manera que su vertiente chamánica, la que le permite un contacto directo con el público, pueda también estar presente de manera explícita en cada proyecto artístico. Con el tiempo, la performance se ha ido consolidando como un lenguaje esencial para su discurso, hasta el punto que en estos momentos es el que más atención le suscita. En varias ocasiones, el artista ha buscado la colaboración de estudiantes de arte, voluntarios, etc. con el fin de hacer participar de su acción a personas anónimas afines a sus proyectos y a lo que ellos significan. Desde su primera performance “Danza del ego” en Bremen en 1990, con posteriores versiones en Tréveris, Cuenca o Quito, hasta “Quo Vadis-Wohin gehst du?” en Postdam, 2011, pasando por “El alma y la máquina” en Roma 2010, “La trampa” 2006, “La belleza de la fealdad” 2008, “Papa Chaucha” 2009 o “El arte ha muerto” 2009, entre otras, se trata de acciones en las que encontramos, en su conjunto, esta doble y complementaria realidad de su obra: por un lado la dimensión más espiritual y por otro la dimensión más política y contestataria [xxxix].
Cholango también desarrolla una intensa actividad como conferenciante, lo que le permite la interactuación directa con las personas, y de alguna manera, ayuda a difundir su discurso artístico. En estas intervenciones, el artista aborda temas locales y universales relacionados con su arte, con la situación actual a nivel político, social y cultural, o bien con la reivindicación y la actualidad de los valores de su cultura andina, entre otros.
Su última acción, desarrollada en la Laguna Mojanda: “El arte es el abono de la tierra” (2011), concede al arte una función curativa y con proyección de futuro para la Pachamama, una misión elevada, que pretende abrir consciencias y provocar reflexiones sobre nuestro destino humano [xl].



[i] Cholango, Manuel, La noche del poeta, Quito, Sistema Nacional de Bibliotecas, 1996, p. 20.
[ii] Se ubicaría, en este sentido, dentro de lo que Catherine David denominó poéticas políticas “Politics-Poetics” en la selección de artistas para su Documenta X de Kassel de 1997. Politics-Poetics documenta x – the book, Cantz Verlag, Ostfildern-Ruit, 1997 [catálogo de exposición].
[iii] También podemos hablar del arte conceptual como un proyecto no finalizado, como se preguntaba Michael Newman, con numerosas prolongaciones en el arte de las décadas posteriores a los años setenta.
Vid Newman, Michael, “Conceptual Art from the 1960s to the 1990s: An Unfinished Project?”, Kunst & Museum Journaal, 7: 1,2,3 (1996), p. 95-104.
Osborne, Peter, Conceptual Art, Londres, Phaidon, 2002.
Resultó muy reveladora la exposición y el catálogo: “Global Conceptualism: Points of Origin, 1950s-1980s”, organizada por el Queens Museum of Art de Nueva York en 1999. Por primera vez se hizo un compendio de este tipo de prácticas a nivel global, más allá de los conocidos artistas europeos y americanos. Los directores y coordinadores de la exposición y de los once comisarios fueron: Luis Camnitzer, Jane Farver y Rachel Weiss.
[iv] “Mi concepción del arte es que el arte es provocador por esencia. Hoy en día el arte tiene que buscar que la gente se pregunte por su vida”
“¿En Alemania también busca la confrontación?
He hecho mis cosas. En los noventa puse en uno de los hermosos salones de allá un rebaño con ovejas. Era un atrevimiento. Mientras el historiador del arte hablaba, las ovejas balaban... (sonríe con gesto irónico)”.
“Sí, toda mi obra tiene también un sentido político y religioso. Siempre meto elementos de la cultura ancestral indígena y la rebeldía política. Uno no puede permanecer pasivo en un ambiente lleno de corrupción, de tabúes y de tragedias. Y para eso hay que tener valentía”.
“...mis raíces están conmigo a donde vaya, porque están en mi lengua, en la pobreza de mi niñez. De allí viene también la rebeldía”
El Comercio, “La estética en la plástica no es más que un truco”, 25-3-2006, p. 32
[v] “En nuestro medio, obras como las de Cholango parecen topar el nervio de un sistema cultural estático y conservador en el que se promueven criterios caducos acerca de lo que es o no es arte, de lo que es o no es cultura. Todo arte es político en cuanto a su ubicación frente a la sociedad: la afirma, la cuestiona, la niega. Para Cholango la política es una posición no sólo ineludible, sino una que debe ser asumida frontal y valientemente”.
Trinidad Pérez, “Manuel Cholango o el arte instigador”, Revista Diners Ecuador, octubre 1998, pág. 60
[vi] Resultan recomendables las siguientes entrevistas:
Entrevista de Walter Trujillo con motivo de su exposición en el centro artístico Tacheles de Berlín, 2010. http://vulcanusweb.de/amaru-in-Berlin.mp3 (audio, español)
“An artist talks”, (30-9-2010), Tacheles, Berlín. (vídeo, inglés)
“El corpus de su obra alude constantemente a valores de interculturalidad y plurinacionalidad y su aporte al arte ecuatoriano posee una lectura singular, en razón de ser una voz de la periferia –y de la periferia de la periferia, si consideramos su procedencia indígena- que habla desde el centro y con la autoridad que el centro le confiere”.
Mónica Vorbeck, “La Trampa o La Celda”, presentación de la exposición en el Colegio de Arquitectos, Quito. 4-6-2006.
[vii] “En Inglaterra, al ver por primera vez las obras de Rembrandt, sobre todo su trabajo en claro-oscuro, tuve una impresión tan definitiva que comencé a cambiar y dudé de mi profesión. Nunca antes había pintado, pero dejé mi carrera y estudié arte en Londres, Suiza y Brema [sic], en Alemania”
Susana Klinkicht, “Cholango y “La danza del ego”. Entre el Museo apestado y la censura”, Hoy, 26-10-1994.
[viii] “Europa para mi –contestó- es un autoexilio. Alemania es donde yo he podido realizarme como artista...Aquí (Ecuador) al gobierno ni a ninguna de sus instituciones les interesa el arte, aquí yo nunca tuve las condiciones para convertirme en artista, aquí no existe una política cultural y tampoco se entiende que un elemento importante en la integración y modernización que se habla es la cultura, el arte”.
Edwin Madrid, “La poesía de Manuel Cholango”, La Hora, 12-18/3/1995.
[ix] Algunas de estas experiencias personales de artistas y teóricos latinoamericanos están reflejadas en Mosquera, Gerardo (coordinador), Adiós a la identidad. Arte y cultura desde América Latina, Badajoz, Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte contemporáneo, 2001.
[x] Resulta muy curioso e interesante el artículo de Wilson Hallo para El Comercio donde analiza la performance de A. Cholango y el prestigioso compositor ecuatoriano Mesias Maiguashca en Würzburg. Recordemos que Maiguaschca es otro de los grandes artistas emigrados a Alemania donde reside desde hace varias décadas. W. Hallo destaca, entre otras cosas, la dimensión chamánica de la obra de Cholango: “Fue entonces cuando pude reafirmarme más en mis criterios sobre el arte. Ya podemos diferenciar entre arte indigenista, hecho por un “espectador” (que también puede ser indio o llamarse indio), y arte propiamente indio”.
Wilson Hallo, “Yo soy un árbol y tú también”, El Comercio, 16-5-1993.
Posteriormente, W. Hallo escribe otro artículo analizando la obra de Cholango y destacando la estructura propia de un arte indígena de vanguardia: “Cuando observé en vivo sus planteamientos de acción en conjugación de otro personaje, Mesías Maiguashca (músico), concluí que son los primeros en realizar un arte indígena con estructura propia. Ubicándose como artistas de vanguardia, hablándonos un idioma contemporáneo, sin una búsqueda del discurso político ocasional y demagógico”.
W. Hallo, “El mundo mágico-religioso de Manuel Cholango”, El Comercio, 19-12-1993, p. B-5.
Alexandra Kennedy Troya pone de relieve el hecho de que el arte de un indio sea el que refleje la visión indígena. “El indio visto por sí mismo”, (?), 25-2-2000.
[xi] Gerlinde Meissner hace un recorrido por su obra fotográfica, los dibujos, las acciones y las instalaciones, poniendo de relieve la base dualista de su obra: magia y razón, generada por su origen y su formación. “Manuel Cholango zwischen Magie und Vernunft”, Armadillo, Colonia, n. 3, enero 2000, p. 17-19. Publicada posteriormente con el título: “Manuel Cholango entre la magia y la razón” en la revista La última rueda, n. 3, Facultad de Artes Universidad Central del Ecuador, Quito, marzo 2001, p. 68-70.
[xii] “Si de Joseph Beuys se podía decir “el artista como shamán”, de Cholango se diría “el shamán como artista”. El gran artista alemán buscaba potenciar a través de sus acciones niveles de experiencia profundos, instintivos y atávicos tan distantes como ausentes de la vida moderna occidental, en tanto que Cholango habla directamente desde el interior remoto de ese mundo ancestral e intuitivo, e imbuye de éste a sus instalaciones y performances contemporáneas, deconstruyendo principios fundamentales del pensamiento europeo, como el etnocentrismo y el logocentrismo, y desafiando la forma humanista de pensamiento y la tradición clásica hacia ámbitos donde teóricamente todo es posible”.
Mónica Vorbeck, op. cit.
“El modo de tratar los objetos, el de combinarlos y transformarlos, puede remontarse al surrealismo...Si los trabajos de Manuel Amaru nos resultan irracionales, no los apreciamos por ello injustamente. Sí lo hace en cambio aquel que los coloca en la misma línea de las obras de Joseph Beuys y trata tenazmente de calibrar su contenido moral. Es verdad que Beuys proviene metódicamente del surrealismo, pero su concepción del arte está marcada por tradiciones culturales alemanas, y como consecuencia de la catástrofe nacional relega contenidos esenciales de una visión surrealista. Es más vigorosamente romántico y orientado ontológicamente, pero por ello menos lúdico y emancipador.
Bajo la impresión de la cultura alternativa alemana, parece Manuel Cholango rendir tributo con algunas de sus obras a la concepción beuyssesca, pero el trato preferente que da al tema de lo masculino y lo femenino revela claramente la comprensión más abierta de lo moderno de las culturas románticas”.
Michael Schwarz, “Introducción” en Manuel Cholango. Werke aus den Jahren 1992-1994. Trier, Hochleichter Repro Druck/Buchbinderei Schwind, 1995. Textos de A. Cholango y Michael Viktor Schwarz (traducciones de Pedro Ballesteros y Rainer Kornberger) [catálogo de exposición]. En este artículo, M.V. Schwarz destaca dos aspectos fundamentales en las obras de este período: la impronta surrealista y su origen andino.
“Desde luego que las instalaciones no son algo que yo he inventado, pero para mi son una evolución de mi pintura y de mi dibujo, y a través de ellas me pongo en contacto con el público que tiene también su participación. Además, Beuys para llegar a hacer sus instalaciones y performances tuvo que estudiar mucho a los indios americanos. Yo no, yo soy un indio con una tradición cultural muy rica”.
Edwin Madrid, op. cit.
[xiii] El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, define el concepto Holístico-ca, como: Relativo al Holismo, y éste: Doctrina que propugna la concepción de cada realidad como un todo distinto de la suma de las partes que lo componen. Cosmovisión: Manera de ver e interpretar el mundo. Y especifica su origen: Calco del alemán Weltanschauung.
[xiv] Resulta muy ilustrativo de estas ideas un texto suyo en el catálogo de la exposición: ”Nachts sind alle Katzen grau” (De noche, todos los gatos son pardos) en el carismático centro de arte Kunsthaus Tacheles de Berlín. 3-30/09/ 2010.
[xv] “Ideales revolucionarios”, Museo Della Civiltà Romana, Roma, 4/6-4/7-2010.
[xvi] “El poder del dinero nunca había sido tan grande, insolente, egoísta con todos, desde sus propios siervos hasta las más altas esferas del Estado. Los bancos, privatizados, se preocupan en primer lugar de sus dividendos y de los altísimos sueldos de sus dirigentes, pero no del interés general...¡indignaos! Los responsables políticos, económicos, intelectuales y el conjunto de la sociedad no pueden claudicar ni dejarse impresionar por la dictadura actual de los mercados financieros que amenaza la paz y la democracia”.
Hessel, Stéphane, ¡Indignaos!, Barcelona, Destino, 2011. Título original: Indignez-vous!, Indigène Éditions, 2010. Págs. 25 y 26.
“El pensamiento productivista, auspiciado por Occidente, ha arrastrado al mundo a una crisis de la que hay que salir a través de una ruptura radical con la escapada hacia delante del “siempre más”, en el dominio financiero pero también en el de las ciencias y las técnicas. Ya es hora de que la preocupación por la ética, por la justicia, por el equilibrio duradero prevalezcan. Puesto que los más graves riesgos nos amenazan. Y pueden llevar a término la aventura humana en un planeta que podría volverse inhabitable para el hombre”.
Hessel, Stéphane, op. cit. Págs. 45 y 46.
[xvii] Si la indignación es el primer paso para ser consciente de la situación de crisis económica, política y social, el compromiso puede ser la siguiente etapa que tenemos los ciudadanos ante la realidad actual. En este sentido, Hessel ha planteado su siguiente panfleto, titulado, significativamente: ¡Comprometeos!. Ya no basta con indignarse. Un compromiso que es lo contrario de la resignación o el derrotismo, y que pretende ser una invitación a la participación en la vida ciudadana y en las luchas de nuestro tiempo. Y una de las luchas más necesarias y ambiciosas a nivel global es la del desarrollo sostenible y la consciencia ecológica abordadas de manera común.
“No basta con tener una estrategia para el agua y otra para la energía: hay que adoptar una estrategia para el medio ambiente. No se puede tener una estrategia para la protección de la Tierra y otra para la lucha contra la pobreza y la injusticia, hay que adoptar una estrategia común que unifique ambos retos”.
Hessel, Stéphane, ¡Comprometeos. Ya no basta con indignarse. Conversaciones con Gilles Vanderpooten, Barcelona, Destino, 2011. En francés publicado por Éditions de l’Aube, 2011, pág. 64.
[xviii] “Su obra es muy política, y su discurso también. ¿Qué vigencia tiene ahora este enfoque?
Más que un discurso es una cosmovisión distinta la que reivindico. Los hombres andinos tenemos más respeto por la tierra. Una montaña, un valle, o una laguna no son simples entes sino que tienen espíritu.
Eso está en mi obra. En la instalación que está en las Conceptas, donde está un árbol calcinado y una leyenda que dice ”Soy un árbol y tú también”, se refleja ese respeto que tenemos que tener por la naturaleza. El tema ecológico es parte de nuestra filosofía andina
¿Y eso en Alemania qué? Se entiende que allá no tendría el mismo significado ¿o sí?
Presenté la misma instalación en Alemania, durante la guerra del Golfo. La gente se acercaba y ponía velas con un contenido político distinto al que se presenta acá”.
Milagros Aguirre, “Más racismo que en Alemania”, El Comercio, 13-11-1994.
[xix] “Mediante un trabajo que da vida (y muerte) al árbol, vida (y muerte) al hombre, Cholango nos transporta a las raíces, nos hace pensar en la identidad que tenemos con el árbol: cada día los árboles son más ceniza, porque más montes son cortados indiscriminadamente; y cada día más seres humanos son ceniza, porque la economía más los maltrata.
Pero Cholango también nos transporta a las raíces, a la realidad de las épocas primeras, a la relación armónica del hombre con la naturaleza”.
Kintto Lucas, “Crónica del hombre-árbol”, Hoy, 26-10-1994.
[xx] ”Nachts sind alle Katzen grau” (De noche todos los gatos son pardos), Kunsthaus Tacheles, Berlín. 3-30/09/ 2010.
[xxi] “Future without future” (Futuro sin futuro)”, Fluxus Museum, Postdam, 12-2/30-4/2011. Vid. Rafael Poch, “El mundo mestizo de Amaru Cholango”, La Vanguardia, 30-4-2011.
[xxii] Este obra fue galardonada con el “Premio Instalaciones Internacionales” Colonia, 1998.
[xxiii] Vid. Entre otros artículos: “Cholango irritó a la CCE…”, El Comercio, 21-3-1998. “Incidentes en la Casa de la Cultura”, Hoy, 21-3-1998. “Artistas se toman casa de la Cultura”, La Hora, 21-3-1998. Rubén Darío Buitrón, “El hombre que no se rompe”, Hoy, 28-3-1998, p. 7 A. Rodrigo Villacís Molina, “Cholango en la casa de la cultura”, Hoy, 29-3-1998, p. 4 A.  “La CCE no puede auspiciar eventos”, El Comercio, 8-4-1998, p. C 4.
[xxiv] “Quería explicar la polaridad entre lo más sofisticado de la técnica, que son los robots, y algo tan perecedero como un huevo estrellado, los hice casi para reírme, para ponerle humor a la muestra”.
Eva Usi, “Amaru Cholango expone en Bonn la magia de la cosmovisión andina”, La Jornada, 22-07-2007.
De hecho, Amaru Cholango en un correo electrónico que me envió en 2007, se refirió a esta obra como: “Las proteínas fritas danzaban sobre el embalsamado metal como duendes después de su festín”.
[xxv] En su texto “Nature Against The Machine”, Cholango reflexiona sobre el arte como puente entre la naturaleza y la máquina, dos polaridades aparentemente antagónicas: “Art stretches a bridge over the gulf between technique and nature: it reconciliates the antagonistic strengths and heals the wounds left by intellectualism, the great communicator which represents a dinamic power for the polarity, as each part needs the other without losing its own identity. The authentic nature of the human being is to be found in future like a butterfly in the chrisalid: when nature and technique are tranformed by the man who, through his own transformation, will make a real work  of art out of our world”. Open. International exhibition of sculptures and installations. Lido di Venezia, agosto- octubre, 2000, p. 100-102, [catálogo de exposición].
[xxvi] “Es verdad que la ciencia ha avanzado mucho. Hemos llegado a la Luna y construido aparatos tan sofisticados como las bombas atómicas. Pero, en realidad, ¿estamos evolucionando o estamos involucionando?”.
“La ciencia se ha puesto al servicio del capitalismo. Mediante métodos como la manipulación genética de alimentos se quiere ganar tanto dinero que estamos destruyendo la Tierra. A este ritmo, no resistirá muchos años más”.
Emili Vinagre: “Amaru Cholango: el arte entierra al capitalismo”, Deuche Welle, 11-09-2010.
[xxvii] “El arte que yo hago está ligado a un rescate cultural y religioso de nuestras razas indígenas, con un encuentro de la vieja Europa. Se fusiona la parte mítica de nosotros y la parte racional de los paises europeos”.
Edwin Madrid, op. cit.
[xxviii] “En “Las carabelas de Colón que nunca llegaron a tierra”, presenta el problema de la conquista y su impacto en el mundo indígena. ¿Un discurso muy manido?
En ella hay dos lecturas: por un lado el problema de la contaminación y la conciencia que tiene que tener el hombre sobre la destrucción. Pero también se habla de lo que hicieron con nosotros: los españoles trajeron cosas buenas y cosas malas, entre las malas, trajeron las pestes, las enfermedades venéreas, la gripe. El discurso de los 500 años tiene mucha vigencia. Y es universal”.
Milagros Aguirre, op. cit.
 “Nadie se molesta cuando el río está polucionado y fétido, pero cuando un artista hace notar eso en una obra de arte, se la mutila porque se considera que se han herido los sentimientos del espectador”.
S/A, “Cholango apuesta por la ecología”, El Comercio, 3-12-1994
Hay que recordar un cierto paralelismo de este tema con el que Cholango trata en la instalación y performance realizada en 1992 en el espacio TUFA de Trier tituladas: “América Tierra Incógnita. 500 Jahre Entdeckung Amerikas“ (500 años del descubrimiento de América), por ejemplo la conmemoración de un encuentro de dos culturas que en realidad no tuvo lugar, peces muertos, etc. El historiador Alexander Perrig realizó la presentación con un emotivo texto: “Ansprache zur eröffnung der ausstellung America, Tierra Incógnita, von Manuel Cholango (3. April 1992)”. Mesías Maiguashca, que ha colaborado en otras ocasiones con Cholango, realizó la música.
[xxix] “Precisamente, ese conjunto marítimo sobre el césped central, era el que despedía el olor a pescado podrido. La culpa era de Manuel Cholango, de quien la jurado norteamericana Shifra Goldman dijo que, si él hubiese participado en el concurso, no habría sido necesaria discusión alguna sobre el primer premio”.
“Aquí se hace todo para que el arte sea decorativo”, dice. “Y yo pregunto: ¿acaso nuestros ríos no están oliendo más?”
 “No soy un político en el sentido partidista, pero el arte tiene una función política”.
“Personalmente he sentido más racismo en mi tierra que en Alemania, un país de muchos contrastes”.
Susana Klinkicht, op. cit.
“Desde el primer contacto, la presencia física de su obra, la forma agresiva con que se proyecta en el espacio, la distingue del resto de trabajos en la Bienal. En comparación, las pinturas parecen tímidas, agarradas de las paredes en busca de apoyo”.
“Al remover los ofensivos pescados y barril, el Museo ha reivindicado el derecho de alterar la obra del artista. El resultado es que Manuel ha forzado al Museo a mostrarse como un agente de la cultura dominante, que una vez más oprime el intento de la cultura indígena de expresarse”.
Bill Gilbert, “Manuel Cholango. Un shamán en el museo”, Hoy, 5-11-1994. Resulta muy interesante el análisis de las obras de Cholango realizado en este artículo.
[xxx] La Jurado norteamericana Shifra Goldman, de la Universidad de California, Los Ángeles, comentó que el trabajo de Cholango es lo mejor de la IV Bienal y que de haber competido, no hubiera habido discusión alguna sobre el 1 Premio”.
Juan Haddaty, “Cholango: El instalador de Chunquicajas”, El Telégrafo, 15-11-1994”.
“...Y constituyen lo mejor de la Bienal y quizás de las cuatro bienales. Personalmente confieso que es la primera vez que una instalación me conmueve...sino por su tremenda fuerza creativa, preñada de un desolado lirismo, que apela a la sensibilidad del espectador”.
Rodrigo Villacís, “La bienal”, Hoy, 30-10-1994.
Posteriormente, en 1998, el mismo crítico vuelve a referirse a esta exposición: “Pero el mismo Cholango presentó en la IV Bienal de Cuenca –además de su impresionante “Soy un árbol, tú también”, (que se considera lo mejor de la historia de esa Bienal) una instalación que aludía al descubrimiento de América, con dos o tres canoas dentro de las cuales había agua, grasa y unos peces que al día siguiente naturalmente apestaban. Lo cual, así mismo, produjo la virulenta reacción de las autoridades del Museo”.
Rodrigo Villacís, “Cholango en la Casa de la Cultura”, Hoy, 29-03-1998.
[xxxii] “...Yo diría más bien que hay que reírse de la estética. No es más que un truco”
“Pero en la sociedad también lo feo, lo enfermo y lo decadente necesitan de expresión”.  Redacción Cultura, “La estética en la plástica no es más que un truco”, El Comercio 25-3-2006, p. 33.
Vid el ensayo de Pedro Azara titulado De la fealdad del arte moderno, Barcelona, Anagrama, 1990.
Uno de sus últimos proyectos de instalación y performance es: “La vida y la muerte”, en la cual el artista pretende acompañar a un animal desahuciado hasta el momento de su muerte. Se trata de una reflexión sobre la muerte, la vida, el cambio de conciencia, los animales, la vejez, la decadencia o la fealdad, tan cercanos y al mismo tiempo tan ocultados por el ser humano de nuestro tiempo.
[xxxiii] “El arte tiene la misión de transformar el mal en bien, de sanar a la naturaleza y al hombre, y de convertir en belleza la fealdad”.
Eva Usi, “Amaru Cholango expone en Bonn la magia de la cosmovisión andina”, La Jornada, 22-07-2007.
“La belleza de la fealdad” fue el título de su exposición en el centro Tapetenfabrik de Bonn, 24-5/10-7/2007. Vid mi artículo de presentación “Homo ludens o de las fealdades” en http://riorevuelto.blogspot.com/2007/07/manuel-cholango-la-belleza-de-la.html.
[xxxiv] “El arte mismo siempre es polémico. Para la instalación “La Trampa”, por ejemplo, pensé en que sería interesante para un público como el nuestro…Entonces voy a construir una trampa gigante para ratas y adentro va a estar una mujer desnuda.
“¿Aquí se sorprenderán al ver a las mujeres desnudas?
Quizá en Europa hubiera tenido otra lectura…Pero acá la gente tiene muchos tabúes y prejuicios…Ante todo, lo que importa en la obra es que el público se ponga a pensar.
¿Y qué quiere usted que se cuestionen al ver la obra?
Muchas veces se ve a la mujer no como un ser humano sino como un objeto sexual. Eso yo lo muestro y al mismo tiempo busco preguntar ¿qué es justicia? ¿qué es libertad?, ¿una persona puede ser libre?”.
Redacción Cultura, “La estética en la plástica no es más que un truco”, El Comercio 25-3-2006, p. 33.
[xxxv] “”La Trampa” establece resonancias no sólo con una trampa de animal, sino también con jaula, cárcel, cautiverio, y con dislocaciones en general, que imperceptiblemente redireccionan la lectura hacia aquello que en “La Trampa” se suprime: la libertad, y hacia la posibilidad de que ésta, no sea sino sólo una falacia, una trampa. Adicionalmente establece también una referencia oblicua al dolor y el sufrimiento y utiliza el cuerpo como material psicológicamente cargado en el ámbito de la consciencia humana por medio de la obra y de la participación multisensorial del público, como lo diría el mismo Cholango”.
Mónica Vorbeck, op. cit.
[xxxvi] Exposición colectiva titulada: “Otro arte en Ecuador”, curada por Lenin Oña. Centro Cultural Itchimbía, Quito. Noviembre de 2008-enero de 2009. ”Nachts sind alle Katzen grau” (De noche todos los gatos son pardos), Kunsthaus Tacheles, Berlín. 3-30/09/ 2010.
[xxxvii] “Hay dos vertientes en mi trabajo: una política y otra religiosa. Las dos han alimentado esto que se puede leer como una instalación social”.
“A mi la carne, esas fibras putrefactas, me hacen pensar en mi propia muerte, es decir, en la condición humana”.
Redacción Cultura, “Un montaje ironiza la crueldad social ecuatoriana con 5 obras”, El Comercio, 11-3-2008.
[xxxviii] “Mi acercamiento a la poesía nació mucho antes que a la pintura”.
“No puedo hacer una división entre el pintor y el poeta”.
Edwin Madrid, “La poesía de Manuel Cholango”, La Hora, 12-18/3/1995.
[xxxix] Algunas de sus performances pueden verse, en parte, en el canal de videos Youtube:
“Quo Vadis-Wohin gehst du?”. T-Werk, Postdam, 2011: http://www.youtube.com/watch?v=qL5KSrL_Ea4&NR=1
“La trampa”, Tacheles, Berlín, 3-9-2010: http://www.youtube.com/watch?v=KxRrpNnIJ1c&feature=related
“Papa Chaucha” 18-9-2009, Colonia: http://www.amaru-cholango.com/06_videos/06_02.htm
Unas interesantes reflexiones sobre el sentido de la modernidad, el individuo, la naturaleza o el arte están en su texto no publicado titulado: “Pachamamafichay: terapia o curación de la Tierra”, que sirve de base teórica para un proyecto de una futura performance.

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