domingo, mayo 09, 2010

Colectivo Las brujas - Asuntos de Paisaje - dpm




Perderse en la ciudad requiere la misma disciplina que extraviarse en un bosque.  Cuando el espacio es intervenido sutilmente para hacer colapsar ideas dadas sobre naturaleza y sociedad, no obstante, el orden de la vigilancia, la disciplina y el miedo florece en pleno.  Nada es ascèptico màs allà de las superficies.  Hay flores que desnudan estos, y otros, Asuntos de Paisaje.


Las formas màs interesantes del arte contemporàneo apuntan hacia la creaciòn de un extrañamiento perceptual frente a lo social.  Allì, donde esquinas, bordes, fachadas y fronteras se intersectan, posibilidades de arbitrariedad --y de ejercicios de poder-- emergen.  El conjunto de intervenciones expuestas en Asuntos de Paisaje da cuenta de las formas a travès de las cuales objetos e imàgenes mìnimas transparentan el sentido oculto de las cosas:  las polìticas de la vigilancia y el miedo, asicomo la estancia contraecològica de la planificaciòn local han creado un espacio genèrico y ciudadanos acallados en el Guayaquil contemporàneo.  Ha sido precisamente en la esfera del arte donde algunas voces crìticas han alterado la celebraciòn mediàtica.  Las Brujas presentan una toma de posiciòn clara y honesta frente a los dilemas que, como hacedoras de imàgenes inmersas en un contexto social, han debido afrontar.  Sus flores, ojos y jardines de metal, cemento y vidrio sirven como testimonio de un tiempo y de su arte.  Esta exhibiciòn es antropologìa del espacio bajo otros medios. 

X. Andrade

 
Lo incalculable en el paisaje

En la prosa de nuestro paisaje urbanístico, un colectivo de Brujas ha producido un conjunto de brotes poéticos. Entre las tareas claves del pensamiento actual se encuentra el llamado de atención sobre la impostergable necesidad de invención y reinvención políticas. Alain Badiou entre otros, ha hecho énfasis en mantener presente la capacidad que para ejercer dicha tarea tiene lo poético en el arte contemporáneo, en la importancia del gesto inesperado como corte que introduce un acontecimiento imprevisible en el orden de lo dado, en las situaciones saturadas por la norma, el cálculo y el control.

Las obras que se presentan en esta muestra ponen en práctica dicha capacidad, apelando al potencial poético de la naturaleza que aquí despliega un suave y silencioso litigio con calles, muros o aceras. Asistimos a trabajos que han logrado arrancarle un destello a la dureza material abriendo cauces a otras semánticas posibles, intervenciones que hacen que lo duro hable y lo haga con voz fuertemente queda.

Son por lo demás objetos que a través de su tratamiento manual concilian poderosamente aspereza con suavidad; rectitud, sinuosidad y parpadeo; pasiva agresividad en algunos; en otros, la intensidad interpelante que puede tener una caricia. Modos significativos de proponer un diálogo crítico con los espacios urbanísticos, por esa suerte de manera contenida con que parece operar.

Asuntos de paisaje es una lograda muestra del colectivo artístico Las Brujas. A mi parecer constituye una interesante propuesta que nos hace repensar en nuestro medio la intervención urbana como una práctica de la suavidad. Sus obras no solamente manifiestan una manera posible de practicarla, sino, y sobre todo, la dimensión poética y política de su intensidad y su fuerza.

José Castro

 
Ritual del renacer
Intervención en el espacio público
2009
(fotos de Ricardo Bohorquez)
 
Hiedra
Intervención en espacio público
2010

Sin título
Bocetos para escultura pública
Gabriela Cabrera
2010
Flora Habitual
Instalación/Intervención en espacio público
2010
Flores de Gato
Intervención en el espacio público
2010

Colectivo Las brujas : Gabriela Cabrera / Gabriela Fabre / Romina Muñoz

3 comentarios:

  1. CIUDAD: espacio físico e imaginario ---- prácticas recientes del colectivo las brujas

    Reseña (in)formal por Ana R. V.

    INTRO

    Desde hace algún tiempo, observo con algo de impaciencia las acciones realizadas por Romina Muñoz, Gabriela Cabrera y Gabriela Fabre dentro del Colectivo Las Brujas. Desde su propuesta de obra “Sin título” en la exposición ¿No es increíble todo lo que puede llevar adentro un lápiz?, su participación como curadoras en la muestra de Full Dollar, Temporada Playera en Espacio Vacío Galería de Arte en Construcción, o en Naturaleza y Cultura, también de Full Dollar en Galería Comercial -Luque entre 10 de Agosto y Pedro Carbo, hasta su intervención en el más reciente Festival de Artes al Aire Libre (FAAL), con la obra “Ojos de Gato”, una intervención en la vía pública, sus “prácticas”, a mi entender, constituyeron ejercicios necesarios para lograr su más reciente propuesta: Asuntos de Paisaje.

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  2. LA CIUDAD COMO TEMA, COMO ESCENARIO... Y CONFLICTO.

    El tema de la IX Bienal de La Habana fue: “Dinámicas de la cultura urbana”; el de la IX Bienal de Cuenca: “La Bienal en tiempos conmemorativos” –que incluía el tema del Cronotopos Urbano-, la XXV Bienal de Sao Paulo: “Iconografías Metropolitanas”. Quizás porque el tema de la CIUDAD aglutina una serie de problemáticas presentes en el arte contemporáneo que vale la pena revisar cada cierto tiempo. Lo cierto es que la CIUDAD como objeto de estudio, como escenario para el arte y como conflicto social de la cultura ha sido abordado desde aristas disímiles: como espacio de acción para las prácticas de intervención en espacios públicos, como espacio de representación política en ensayos artísticos documentales, como lugar de experiencia en creaciones pictóricas, como espacio existencial en obras procesuales, etc. Quizás uno de esos grandes conflictos sea la condición del ser ciudadano en un espacio arquitectónico-urbanístico dispuesto según códigos y normas cada vez más represivas, que sofocan la idea de un lugar donde habitar, colocando sobre esta la idea de un lugar donde laborar, comprar, espectar, movilizarse…

    En Asuntos de Paisaje reaparecen estas problemáticas, las cuales se encuentran presentes porque, de cierto modo, el tema posee una carga simbólica y conceptual suficiente para lascar comentarios al respecto. Sin embargo, las obras que conforman esta muestra despliegan sentidos distintos a los que habitualmente, en nuestro medio, tienen que ver con el tema de la CIUDAD. Primero porque el abordaje se realiza potenciando la dimensión poética del espacio urbano. No sólo como objeto de representación, sino como una construcción sociocultural y sociopolítica que produce sentidos divergentes, según las funciones que puede cumplir en un rango de probabilidades de consumo cultural.

    El tejido urbano es una compleja red de relaciones coercitivas, las cuales tienen tanto su dimensión física, es decir arquitectónico-urbanísicas, como social, a través de las políticas normativas, las convenciones tradicionales y, claro… la moral ciudadana. Dentro de este entramado, aparecen códigos y elementos que conforman las ciudades; los cuales, en ocasiones, surgen desde instancias oficiales, como los proyectos de planificación física, o desde los usos y consumos ciudadanos, que se dan en la cotidianidad. Las obras presentadas en esta muestra permiten una reflexión sobre estas cuestiones: performar la condición del ser ciudadano desde una postura crítica, y a la vez desde un gesto poético.

    La utilización de recursos y elementos propios de esa cotidianidad experimentada en el espacio urbano da origen a una situación construida sobre un cuestionamiento, sobre una necesidad, sobre los deseos del transeúnte que hoy en día ha quedado reducido a mero espectador del gran show posmoderno. La cuestión es ¿realmente podemos habitar la ciudad hoy en día? ¿cuáles son esas dinámicas de lo urbano que nos caracterizan? ¿cómo nos apropiamos del espacio existencial que debe constituir la ciudad? ¿hacia donde apuntan los lineamientos urbanísticos? ¿qué políticas regulan las situaciones, las vivencias, los consumos simbólicos que nos condicionan como urbanitas? ¿dónde y cuando existen aquellos momentos en que el sujeto se construye a sí mismo como ciudadano? Al visitar la exposición, uno puede plantearse estas interrogantes. No sólo porque las obras apuntan hacia esa función poética del espacio urbano, no sólo porque cuestionen el paradigma racionalista que ha regido en nuestras ciudades, no sólo porque se excluya la posibilidad de una lectura puramente formal en las obras, sino, quizás sobre todo, porque en las obras se entrevé una intersección entre el espacio físico e imaginario de la ciudad.

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  3. INTERSECCIONES ENTRE EL ESPACIO FÍSICO Y EL IMAGINARIO

    El lugar donde esto acontece es la galería.

    El hecho de que todas las obras tengan como escenario genésico el espacio público podría presentar conflictos, dado que el tema de la documentación resulta bastante problemático de por si: ¿por qué llevar obras de intervención a la galería? ¿qué función cumple la documentación de arte? ¿cómo potenciar ese tránsito hacia la limpieza formal galerística?

    Las obras presentadas “acontecen” en el espacio público, y posteriormente en el espacio blanco de la galería. Situación mediada por la documentación de arte. Y aquí es donde resulta apropiado hacer hincapié en una cuestión en particular. La pregunta ya no puede ser ¿cuál es la obra: la intervención o su registro? En todo caso, el quid del asunto radica en ¿qué posibilidades tienen las prácticas artísticas para explorar esos instersticios entre una acción (gesto, intervención, performance, inserción, proceso, situación, momento…) y su “presentación”. En el caso de Asuntos de Paisaje, la “presentación” formal que hacen Las Brujas de aquellas situaciones realizadas conduce a valorar el espacio galerístico como un lugar para pensar, analizar, estudiar, reflexionar, ejercer la crítica, valorar… qué ocurre con los espacios que condicionan nuestra existencia como seres humanos.

    Las obras permiten lecturas que nos dirigen hacia el entorno urbano (sus características, cualidades, defectos…), pero también apuntan hacia el entorno del arte. Nos llevan a pensar también en el escenario de la galería, ya que la exposición resulta una puesta en escena del gesto performado en la ciudad. Podríamos ensayar ¿cómo estas obras se disponen en la galería? ¿cómo se produce la documentación? ¿cómo se da ese tránsito entre el espacio urbano y el espacio del arte?
    La galería es otro momento donde se intersecta la ciudad experimentada físicamente y la ciudad experimentada en la imaginación, visibilizada como imaginario, asumida como una entidad que produce imágenes…

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