domingo, julio 31, 2011

Óscar Santillán - AZOR - dpm



RÍO REVUELTO TV
RECORRIDO POR LA MUESTRA CON ÓSCAR SANTILLÁN
FOTOS CORTESÍA DE RICARDO BOHÓRQUEZ:
Broken Land (Tierra Partida)
2009
Wealth of Nations (La Riqueza de las Naciones)
2011
 All the Blinks (Todos los pestañeos)
2009-2010
Cascade (Cascada)
2010-2011
The Telepathy Manifesto (El manifiesto de la telepatía)
2011
Meteorite (Meteorito)
2010-2011
A Knife to Defeat the Night's Breeze
(Un cuchillo para vencer a la brisa de la noche)
2010-2011

FOTOS RK:

Animal Skin (Piel Animal)
2011

 Centinela (I)
2011
Centinela (II)
2011

 Water Halo (Halo de Agua)
2010
 The Cannibals (Los Caníbales)
2011

Window and Dirt (Ventana y Suciedad)
2010

Reseña publicada en la Edición No. 83 de la Revista Art Nexus


    Hacía mucho tiempo no me topaba con un artista que se sonrojara al entrevistarlo. Y eso me llamó poderosamente la atención en Oscar Santillán (Guayaquil, 1980). El sonrojo surgió al comentarle que advertía un espíritu atormentado en su reciente muestra  Azor en dpm Gallery, Guayaquil.  Su discurso consigue navegar airoso dentro del actual maremágnum conceptual, y le ha valido para obtener varias becas en el extranjero, desempeñarse como profesor en University of de Arts (Uarts), Filadelfia, y participar en noviembre en la XI Bienal de Cuenca.

     ¿Qué más da si Oscar nos engaña al decirnos que sus halos y gotas de agua las consiguió  sin ayuda de Photoshop? ¿O si las cenizas que nos muestra son de un chacal o un conejo norteño? Azor comenta sobre cómo atraer la atención con una gramática visual enfocada en “las esencias” que a los ojos de una realidad tan dada a las miradas epidérmicas, probablemente tome por sorpresa a los espectadores comunes. Hay en este creador una espiritualidad a flor de piel. Hace algunos años atrás, y hasta aproximadamente el año 2007, mostró su adscripción desde el arte a través de un conceptualismo político latinoamericano que, en su caso particular, entrañaba una línea de vida enrumbada de manera militante en el Grupo Ruptura de los 25, perteneciente a la Nueva Izquierda en Ecuador. Su pieza Memorial, consistente en la exhibición de un ejemplar sin texto -físico- alguno del periódico New York Times, al que colocó en uno de sus extremos un diminuto venado, construido con toda la tinta extraída del diario por un experto en química, marca una etapa de transición más cercana a su línea de trabajo reciente.

      Las maniobras de ahora, alejadas de su comportamiento político se interesan por la fenomenología de los acontecimientos, independientemente de la índole de éstos. El propio artista refiere que en cierto momento de su vida cayó en cuenta de lo falaz que le resultaba a sí mismo el sentirse comprometido con la situación política de su entorno; cuestionándose la sinuosidad de ciertas tendencias en ese contexto. Más cercano ahora al pensamiento y método de Edmund Husserl en una aspiración al conocimiento estricto de los fenómenos, en su conducción “de regreso a las cosas mismas”, sentimos que esta propuesta nos deja esa sensación de misterio que muchos eluden, esa complejidad tan imprescindible en los procesos de comprensión. Santillán se detiene, de manera similar a la ciencia, en la relación establecida entre los hechos y el ámbito en que se instala esta realidad en la psiquis o la conciencia. Si atendemos a la definición de Azor, según la Enciclopedia Libre Universal en Español, es un ave de tamaño mediano y la forma de su cuerpo le asemeja a un gran gavilán, aunque la especie se encuentra realmente emparentada con las águilas. Las características cigenéticas de su cuerpo le facilitan la caza en el bosque, la cual realiza al acecho, posado en una atalaya o lugar privilegiado desde donde puede observar su territorio y localizar a sus posibles presas sin ser visto.

    Lo que exhibió responde a un artista “con bomba”. Salvo dos grafitos sobre lienzo que no se avienen con la intención de su “ojeo”; el resto de las piezas anuncia una producción que transita por un registro diverso y bien dotado: fotografía, video, escultura. ¿Cuántas interrogantes nos asaltan ante Wealth of Nations, en su cita a Adam Smith, el llamado “padre de la economía política”? Sacó molde al libro original La Riqueza de las naciones, construyó un objeto vaciado en resina, de apariencia transparente que refiere el controversial pensamiento del autor, quien planteó la existencia de un “orden natural” que controla al mercado, y a su vez domina a las personas. A pesar de ser un texto del siglo XVIII el artista comenta su vigencia.

    Oscar al concluir la beca en escultura contemporánea y medios expandidos en Virginia Commonwealth University (VCU), USA, durante el 2011, ha pasado a ser profesor en una universidad en Filadelfia. Sabe que nadie es profeta en su propia tierra, y a la vez le preocupa este giro de 180° para su trabajo. En Broken land (Tierra partida) nos entrega dos porciones de tierra: una a ras del suelo, donde una pequeña muestra de vegetación se nos entrega lánguida,  y, en cambio, otra elevada, ganada por el verdor, se suspende en el aire gracias a un imán velado al espectador, adherido a una larga cadenilla que relaciona a ambas. Santillán en plena charla docente comenta sobre los inconvenientes de “pensarse” como ecuatoriano.

     El postconceptualismo del artista es disfrutable en la medida que no apuesta por la densidad o el hermetismo. Al mismo tiempo es consciente de esa necesaria búsqueda de la complejidad y es preciso en la ubicación priorizada de lo que podemos seguir nombrando misterio. Se me antoja en ocasiones a medio camino entre ese probable embaucador coyote o gnóstico demiurgo y las variables antropológicas de un análisis a lo Lévi-Strauss, más emparentadas con la impronta Beuys. Como si cruzara las acepciones para intentar desafíos en el proceso intelectivo. Así lo percibo en A Knife To Defeat The Night’s Breeze (Un cuchillo para vencer a la brisa de la noche), su cita al renombrado artista alemán, donde nos muestra una faceta lúdica para dejarnos un camino abierto: ¿Qué es más importante, “adorar” a Beuys o revisarlo, deconstruirlo, enriquecer su legado (por llamarlo de algún modo)? Aquí me recuerda a Hegel para quien el placer que genera la arqueología del saber está en la búsqueda de la verdad, no en el hallazgo en sí. Un cuchillo al que logramos completar su forma colocándonos en determinado ángulo de visión ha sido construido con cenizas de coyote cremado. Las mismas están dispuestas en láminas de acrílico, como el equivalente a las capas de sentido que debemos desentrañar en el oblicuo camino del conocimiento.

    No quiero pasar por alto los videos The Cannibals (Los Caníbales) y The Telepathy Manifesto (El manifiesto de la telepatía) por su dimensión simbólica. El término aludido en el primero pudiera responder a diferentes alcances, de acuerdo a la densidad del signo; y en todos subyace la existencia de un dominante y un dominado, que Santillán intenta subvertir al tomar quizás la más extendida de las significaciones, aquella que apunta al acto de obtener la fuerza y el valor del guerrero enemigo al consumir su carne. Esta pieza fue elaborada a cuatro manos con una artista inglesa, y consiste en un loop con la imagen de un caballo en movimiento, dominado por un jinete (no visible para el espectador) que constantemente empaña el lente de la cámara al tomar aliento. Al final de la travesía el animal se detiene ante un obstáculo que impide su paso. La atmósfera adquiere espesor en la aparente quietud de la práctica. El autor nos invita a una revisión de la Historia y su consiguiente restablecimiento por parte de los actantes.

     Por otra parte, en El Manifiesto de la telepatía, entabla un diálogo acerca de los sentimientos humanos (incluido también el sentido de diferencia en la gama de los afectos) a través de un lirismo sustancial. El absurdo de la trama esgrime luces sobre la necesaria y, en ocasiones, distante calidez humana.

   Azor dejó la escena guayaquileña animada. Hay que seguir de cerca a Santillán. En cualquier momento puede sorprendernos con su ejercicio discreto de intervención; socavando nuestro convencional modo de enfrentarnos a “lo real”.
                                                                                                                     Amalina Bomnin

miércoles, julio 27, 2011

Salón de Julio 2011 - dossier

Jurado de Preselección
Christian Parreño
Hugo Lara
Jorge Velarde
Jurado de Selección (Premiación)
Carlos Gómez Centurión (Argentina)
Francisco Brugnoli (Chile)
Larissa Marangoni (Ecuador)
Directora del Salón
Sara Bermeo  


PRENSA




PRIMER PREMIO
José Hidalgo
Non Signal ("Non" series)
200 x 300 cms
esferográfico azul sobre cartulina plegable
SEGUNDO PREMIO
Marcos Restrepo
El efecto de algunos deseos
175 x 240 cms
acrílico sobre tela
TERCER PREMIO
Fabio Bajaña
Proyecciones en el espacio
184x80 cms
Collage

MENCIÓN
Javier Gavilanes
Contraposición
Dimensiones variables
cintas adhesivas reflectivas/vinil
MENCIÓN
Miguel Muñoz
Oleograma (De la serie Gustos)
Políptico 40x50 cms cada cuadro
Bromóleo
MENCIÓN
Anthony Arrobo
Tired paintings
160x140 cms
telas construidas íntegramente con pintura acrílica blanca
MENCIÓN
Lenin Mera
Salpicadas, escuela de la perturbación
230x140 cms
mixta, acrílico y tinta / tela

RÍO REVUELTO TV
discurso de inauguración - lectura del acta - reclamo - desalojo - premiación


EDITORIAL
SALÓN DE JULIO 2011: ENTRE MELVIN Y UNA MUJER DESNUDA
Por Rodolfo Kronfle Chambers

¿Valió la pena Arquitecto? La pregunta es en serio. Entiendo que el exceso de poder puede provoca actuar con ligereza ¿pero insistir en el error de manera tan tosca? Lamentablemente esta edición del Salón de Julio quedó marcada por la polémica de las limitaciones impuestas en sus bases. A pesar de que la iniciativa jurídica emprendida por ciudadanos ajenos al medio del arte no tuvo la consecuencia deseada, creo que sienta un muy valioso precedente: no me cabe la menor duda de que si en el futuro se intentase restringir (de frente, en las bases) obras con “críticas al municipio”, o trabajos “que no hieran susceptibilidades religiosas”, la cosa no sería tan fácil.

La obra de dos artistas mujeres salidas del ITAE, una de ellas ganadora del Salón de Julio en el 2007, ha sido insistentemente calificada de “pornografía barata” por el Arq. Melvin Hoyos, cosa que considero de mala fe ya que es imposible que desconozca el perfil crítico que las mismas encierran y que se activa justamente a través de los chocantes recursos visuales que emplean. Desconocer aquello para emprender una campaña de desprestigio mediático hacia estas artistas (extendiéndole luego el “honor” a otros reconocidos pintores del medio como Wilson Paccha y Jorge Jaén) no se compadece de la mesura y sabiduría de la cual un director de museo debe hacer gala. Una vez más hay que decirlo, este no es un tema de “gustos” ni de “calidad”, es un tema de libertades civiles y de libertad de expresión.

Se ve feo que el director de un museo que cuenta con un gran presupuesto diga que no se puede implementar un área de acceso controlado cuando algún caso excepcional lo amerite, cuando apenas se requiere para tal efecto un par de mamparas. Casi todos quienes hemos opinado respecto a este asunto hemos señalado esta facilísima opción como alternativa a la censura. Hay momentos en que la izquierda y la derecha en el Ecuador muestran similares comportamientos: a pesar de tener una salida tan elemental y viable (que consiste en una advertencia clara y un espacio reservado) el Arq. Hoyos ha tomado el camino de la intolerancia, el braveo, el desprestigio, la manipulación de la información, y lo que es peor, el desconocimiento. Un desconocimiento que no es compatible con el cargo que ostenta.

“Esta edición es una edición especial…ustedes podrán ver –no lo voy a decir realmente, no voy a profundizar- podrán ver en las características del conjunto de obras expuestas la limpieza, la maravillosa propuesta, la variadísima propuesta que existe en este quincuagésimo segundo salón; van a ver ustedes la pulcritud del trabajo realizado por nuestros artistas y van a darse cuenta que existen diferencias entre este salón y otros que, sin ser malos, antecedieron al actual. El Salón de Julio hoy, se me antoja que es como un reinicio, un reencuentro con los grandes momentos del Salón…es un salón cargado de optimismo y cargado de arte real, es realmente un salón sumamente rico [...] un salón extraordinario
Arq. Melvin Hoyos
Discurso de Inauguración del Salón de Julio
(Escucharlo en Río Revuelto TV)

El anunciado “reinicio” fue claro apenas ingresé al museo. Metieron la pata Arquitecto…hasta el fondo. No deja de impresionarme la osadía a la que puede llegar un funcionario, desvirtuando su compromiso cultural por una suerte de militancia partidista, para explayarse en temas sobre los cuales no tiene formación. Arquitecto, hoy más que nunca me ratifico en que su fuerte no es el arte. Es una pena que el discurso inaugural caiga en la más ramplona demagogia politiquera. Son palabras vacías, diseñadas para autoconvencerse y convencer a una masa incauta, pero que a cualquier entendido causaría rubor. Arquitecto, no es la primera vez que soy crítico con una edición del Salón de Julio, y esta a mi juicio es mediocre, con 15 obras dignas que encierran varios reprise y poca sorpresa. Tildarla de “extraordinaria” es simplemente febril; cuánto me hubiese gustado, como en otros años, haber tenido la oportunidad de cotejar con el jurado de premiación el tenor de sus apreciaciones.

Es curioso notar cómo el virus del discurso refundacional que tiñe la retórica de la Revolución Ciudadana haya contagiado a la antítesis ideológica que supone ser el municipio porteño. No solo que se plantea a este salón como “un reinicio”, sino que le otorga a la laxa admisibilidad del evento un carácter de participación democrática, cosa reñida con el mismo concepto de lo que es un salón: un espacio donde se ejercerá un estricto criterio de selección. Refulgen por ello varias perlas del discurso: “todos hemos ganado, pero el que más ha ganado es el pueblo”.

Lo que empieza mal…

Luego de casi una década de haber abolido el inapropiado sistema de emplear dos jurados -uno de selección y uno de premiación- se retomó este mecanismo, según señala el Arq. Hoyos por sugerencia de algunos (¿?) asesores que determinaron “la forma como debía ser reestructurado” el salón, haciendo mención especial a la reconocida artista -y buena amiga- Larissa Marangoni.

Este cambio, realizado según señala el Arq. Hoyos en su discurso para “facilitarle el trabajo al jurado” y “para que haya más justicia”, es a mi juicio un verdadero despropósito. Me explico: este mecanismo le quita la responsabilidad que un jurado debe asumir tanto por el resultado de la edición del salón como un todo –en su dimensión de muestra- como por la legitimidad en la asignación de los premios (una pintura no admitida por un grupo de jurados puede, en teoría, llegar a ser premiada por otro grupo distinto). La visión macro que el grupo de 25 obras seleccionadas le ofrece al jurado de premiación es además mucho más limitada que la que pudiesen obtener si enfrentaban el total de la entrega. Hay que entender que aunque la mayoría de la obra no sea de interés al menos brinda una oportunidad de sacar ciertas conclusiones sobre las inclinaciones de los artistas en determinado año, se detectan de esta forma líneas dominantes de producción que luego pueden ser representadas de mejor forma en la selección final.

No hay coartada para justificar las dos instancias del jurado, salvo lo evidente: que se anhele incluir más obra de la que era meritoria para no correr el riesgo de que los jueces extranjeros (por lo general personas que cuidan mucho su reputación) apliquen un criterio severo. La ex-directora del Museo, Lic. Pilar Estrada, implementó un sistema que brindaba transparencia al proceso: en el 2009 creó un blog (http://www.salon50.blogspot.com/) donde se podía acceder a las propuestas de todos los participantes, y en el 2010 algo similar, se creó un pdf con todos los trabajos enviados que se podía descargar de la página del museo. Con esta información a la mano era mucho más fácil formarse una impresión de todo el proceso. Un proceder mas cristalino que aquel es imposible.

Se espera que algo tan positivo como esto sea continuado por el Arq. Hoyos, ya que muchos deseamos tener acceso a las 149 obras participantes y así formarnos nuestra propia opinión. Vía Internet los jurados del año pasado pudieron repasar, con tiempo y sin apuros, lo enviado por todos los participantes antes de llegar al Ecuador a confrontar la obra en vivo. Una pena que un sistema que a todas luces era bueno haya sido desechado.

No cuestiono la asignación de los premios, trato de no hacerlo porque entiendo la subjetividad inherente en el proceso, lo que sí cuestiono, cuando amerita hacerlo, es la idoneidad de las personas que dirimen. Cuando veo un salón al cual le sobran al menos 10 obras debo señalar que el jurado de preselección no hizo un trabajo enfocado en conseguir un salón sólido, que de cuenta de la implementación de un mínimo rasero de calidad. Consideraría un error, que en aras de dar señales de "apertura", la institución haya recomendado a los jurados aplicar cierta permisividad. Sea como fuere, lo que este salón sí ha hecho, a mi juicio, es reconectarse con las ediciones más decadentes del certamen.

Este afán de congraciarse con una base más amplia de creadores que han venido demandando un espacio en el salón, desde que un impulso crítico renovado trató de que se eleve su nivel en la reciente década, ha provocado otros disparates: las conferencias que anualmente se daban en el auditorio del Museo Municipal ahora fueron impartidas en la sede de la Asociación Cultural Las Peñas. No tengo nada personal contra tan tradicional gremio (mis reparos son de índole conceptual) pero aquello me parece tan impertinente, polarizado y sesgado como haber realizado las charlas en un aula del ITAE. Logré asistir a dos de las conferencias, la primera con múltiples oyentes que se sentían de relleno, ni en esta ni en la segunda (un somero pero interesante repaso de Francisco Brugnoli sobre el arte contemporáneo en Chile) generó interlocución con el público, cosa que sí se daba en el Museo donde los asistentes han sido mucho más informados y ávidos por aprovecharlas.

Tres premios, tres camisetas del ITAE

Pero por más que se note este forzado afán de inclusión y apertura, a la hora de los premios las cosas caen por su propio peso: los tres premios son destellos del ITAE, dos estudiantes (José Hidalgo y Fabio Bajaña) y un profesor (Marco Restrepo). Dos de las cuatro menciones registran también el sello del ITAE (Arrobo y Gavilanes), entiendo inclusive que otro de los mencionados (Muñoz) también cursó algún tiempo por el instituto.

Y así como aplaudo la exitosa participación de esta escuadra, el más contundente alegato para que se arregle ya de manera definitiva su situación con el Estado, quiero llamar la atención de la plana mayor de la escuela: creo saber cómo piensan los máximos directivos del ITAE respecto a que la obra de dos de sus alumnas sea calificada de “pornografía”, y entiendo que expresan abiertamente su opinión y su respaldo, pero a mi juicio quedan en deuda con una declaración formal que de cuenta de esa autoridad académica que representan.

El ITAE ha sido un eje fundamental en la transformación de la escena de artística guayaquileña, y es justamente la co-responsabilidad que tiene en ese cambio de paradigmas el motivo por el cual se hace necesario un pronunciamiento oficial respecto al caso. Del ITAE se espera no una simple voz extemporánea dentro del debate, sino que apalabre una postura que, lejos de la beligerancia que las voces más apasionadas demandan, resulte esclarecedora para la comunidad a la cual se debe, y que procure, a partir de un intercambio y gestión abiertamente pública, la reversión de este desafuero.

Dada la extensión de este editorial no voy a entrar a analizar las obras del salón, aunque recomiendo visitar el ensayo que publiqué en agosto del año pasado (Raros peinados nuevos), el cual grafica de manera meditada el momento que vive la escena local.

Para el dossier de este año he solicitado reseñas del salón a dos nuevas voces de la crítica de arte local. Los comentarios son bienvenidos, como siempre solo pido que sean opiniones articuladas y sin ofensas.

Guayaquil, 26 de julio de 2011



SELECCIÓN RÍO REVUELTO:

Dennys Navas
Hortus-Gardinus (una vista aérea)
200x150 cms
Juan Caguana
Imágenes del Ecuador del Siglo XXI
190 x 70 cms
Jimmy Lara
#2 de la serie "Grado Cero"
200x300 cms
Pamela Hurtado
No me toques
90x145 cms
Maureen Gubia
Virreinato-ciclos-natos
160x200 cms

Wilson Paccha
Círculo Rosa
100x100 cms

LO ÚNICO "SEXUALMENTE EXPLÍCITO" QUE ENTRÓ AL SALÓN


POST FACTUM
Por María Inés Plaza

La sala de mi casa tiene mejores obras que las que tendrá el Salón de Julio” se dijo burlona y amargamente en Twitter a la espera de resultados. Este tweet reflejó no solo el grueso de comentarios que se llevó el evento de arte más importante de la ciudad (véase #pornoparamelvin en dicho portal), sino la manifestación de una nueva conciencia sobre el Salón: entre lo que entre, lo presentado este año sería una tibia selección de las obras menos escandalosas y críticas del medio.

Esto se refleja en la cantidad y la calidad de obras admitidas. Más que el resto, las tres obras premiadas recuerdan al conflicto alrededor del “salón y el sexo”, justamente con la ausencia corporal y el exceso innecesario de obras.

El tercer premio, un guiño claro a la serie “Que la multitud conviva” de Saidel Brito o las contrucciones en papel sobre papel de espacios “descontaminados” de Thomas Demand, alude a la conyuntura actual y la precariedad con la que se ha manipulado al evento, su imagen y propósito:
Proyecciones en el espacio de Fabio Bajaña, un collage técnico entre cajas de luz y páginas de guía telefónica van acompañadas de las siguientes palabras junto a la obra que con elocuencia la complementan: “(...)Hoy nos dimos cuenta en el silencio/que las palabras tomadas de diccionarios/No nos mostrarán la verdad./ Entonces/ Con qué tinta se escriben las leyes”.

A pesar de que los inconvenientes contextuales no dejan de sofocar al ITAE, vemos que el primer y segundo premio son nuevamente para alumno y profesor de esta establecida pero chira escuela pública de artistas, José Hidalgo con Non Signal y Marco Restrepo con El efecto de algunos deseos.

Están por su cuenta las Tired Paintings de Anthony Arrobo, Contraposición de Javier Gavilanes, así como Salpicadas, Escuela de la perturbación de Lenin Mera o el bello laberinto Hortus-Gardinus (vista aeréa) de Dennis Navas, el Oleograma (de la serie gustos) de Miguel Muñoz.

El episodio previo al desenlace del evento originado y promovido por el Museo Municipal de la ciudad embarcó una demanda y una audiencia contra la clausula del veto previo en defensa a la libertad de expresión, conversatorios (casi) diarios sobre el tema en Atalaya 680AM y bloggers como el abogado Xavier Florez y Henry Raad argumentando contra el absurdo de dicha cláusula insertada por Hoyos.

Mientras tanto el escándalo mediático alrededor de un video en Youtube.com de alumn@s del 28 de Mayo y el Vicente Rocafuerte bailando perreo sirvió como colofón en buena hora al problema que el Aq. Melvin Hoyos convocó contra obras explícitas en su alusión y contenido sexual. Pornogafía según él.

El jurado, con la excepcion de Larissa Marangoni, se mantuvo reservado de opinión frente a todo este debate público. La artista justificó la cláusula, a pesar de estar en total desacuerdo, con la analogía de las políticas de la sala de cine: Hay una restricción según las edades. Pero, siguiendo esta analogía para poder hablar del problema Salón: a los niños los llevan a Supercines a ver Cars, y no al OchoyMedio a ver Eyes Wide Shut de Kubrick. Es responsabilidad de profesores y padres la de poder darle a los jóvenes la libertad de apreciar arte, respaldados con informacion impresindible para su entendimiento.

No era de extrañarse que, luego de que el problema haya escalado a terminos radicales, en la inauguración el 23 de Julio no haya quedado impune el tan discutido tema. Lastimosamente esto se volvió una confrontación política entre funcionarios del municipio y del gobierno. El subsecretario Rafael Guerrero estaba en su derecho de reclamar la mala propaganda que han hecho de su hija, la artista Graciela Guerrero, tildada injustamente de “pornógrafa”.  Es paradójico ante todo, que sean un actor, un abogado y un padre de familia los que se indignen frente a las nuevas desiciones en el Salón de Julio y los artistas no puedan ser capaces de asumir una responsabilidad del destino de este espacio público como el único hasta ahora para la confrontación de obras en la ciudad. Cada uno entregó su obra, nadie se metió en problemas.

Por otro lado: hay obras pecadoras de ingenuidad, con las cuales hay que preguntarnos si ese argumento usado tantas veces en favor a la censura “tomando en cuenta de que niños tambien visitan el salón” habrá sido criterio asimismo para incluir obras como Pop criollo de Howard Taikeff, Centavitos para sentir a Guayaquil de Diego Villavicencio, al Shamán de las Valdivia, ese que hay que ver con gafas en 3D, o al Rambo pintor suplente de Bolivar en la Rotonda. (Hay que decir que una cosa como esta hoy en día no es más que una infértil desventura, luego de que Ilich Castillo ganara el primer premio del Salón de Julio del 2005 con su bien conocida Cómo se encienden discursos populares, según Homs.

Como gesto conservador la organización de foros públicos con los jurados de la edición de este año, no en el museo municipal como es la costumbre hace ya tiempo, sino en la casa de la Asociacion de Artistas de Las Peñas, un lugar en donde el arte contemporaneo hasta hoy ha sido visto como amenaza. Esta extensión hacia las Peñas pareciera insistir en el regreso del arte a una moralizante tradicionalidad, pues como sabemos no hay nada más tradicional y folclórico en la actualidad que las pinturas de Las Peñas.

Luego de casi tres meses dedicados al conflicto alrededor de las representaciones de sexo, sexualidad y “pornografía” (termino utilizado por Hoyos y que el alcalde Jaime Nebot repitió en su desconocimiento sobre el arte) en el Salon de Julio, la selección inaugurada el 23 de Julio fue una sorpresa y un desconcertante alivio a su vez. El tema del sexo no fue una excusa para defender posturas artísticas tradicionalistas, pero tampoco hizo justicia a las exigencias contemporáneas dentro de una exhibición de arte como esta. A pesar de los gustos y disgustos que existan este año, la ola de populismo que cubre las salas de exposicion es evidente, y las procupaciones luego del maremoto contra la censura y la demagogia dentro del Museo Municipal siguen presentes.

Tal como lo dijo Lupe Álvarez en una entrevista con Río Revuelto Tv, el Salón de Julio es el más importante patrimonio de la ciudad de arte moderno y contemporáneo, que lamentablemente sufre problemas de arbitraje profesional. Desde una perspectiva histórica, Álvarez afirma que la reserva de salones anteriores corre el peligro de caer en las mismas debacles por las cuales hoy en día las obras podrian carecer de valor cultural y museal.

En diez años esta edición podría ser un inocente ejemplo de improvisación y simplonería burocrática. Hoy es un preocupante acto de reforma contra todo lo que se ha construido para la renovación e integración de contemporaneidad en el arte ecuatoriano en Guayaquil.

Guayaquil, 26 de Julio del 2011
PRÓXIMAMENTE:
ARTÍCULOS POR ANA ROSA VALDEZ Y LUPE ÁLVAREZ...

miércoles, julio 20, 2011

El Arte en su Laberinto - NoMínimo

Nota de Prensa de Diario El Comercio:

Guayaquil analiza la gestión cultural

¿Cuál es el rol actual de los museos? ¿Qué tan necesaria es la presencia de profesionales al frente de instituciones culturales? ¿Están los medios preparados para cubrir noticias culturales? ¿Qué alternativas tienen los gestores culturales?
Durante dos días, estudiantes, artistas, curadores, profesores, galeristas y gestores culturales debatieron sobre la realidad de la gestión de las instituciones culturales en Guayaquil. El arte en su laberinto fue el nombre del evento, que se desarrolló en el auditorio Leonidas Ortega.
Pily Estrada y Eliana Hidalgo, directoras del espacio cultural NoMínimo, fueron las organizadoras del encuentro, bajo un concepto desarrollado entre Estrada y la curadora y profesora de arte Lupe Álvarez.
“No nos hicimos expectativas sobre el evento. Porque el público es muy diverso. Pero los dos días de debate fueron superenriquecedores, especialmente hablando de temas como la censura o la curaduría. El tema del arte es más profundo de lo que en general se cree”, explicó Estrada.
El encuentro contó con especialistas internacionales, como el colombiano Conrado Uribe, quien participó con una ponencia sobre las prácticas curatoriales y la responsabilidad social del arte.
“El rol de los curadores al frente de una institución cultural es importante. Ayuda muchísimo a mejorar la calidad de la gestión, pero no soluciona todos los problemas”, añadió Uribe.
En el país hay pocos curadores de arte. Estas personas son los especialistas que conocen cómo generar discursos a través de las obras que forman una exhibición. Una de las deficiencias que se marcó durante el encuentro es que en Guayaquil la mayor parte de los museos no cuenta con este tipo de especialistas.
Un tema que generó mucho debate fue el rol de los medios independientes, digitales, frente a las instituciones culturales tradicionales. Rodolfo Kronfle, especialista en arte, fue muy crítico con la gestión cultural en Guayaquil. Kronfle mantiene un sitio web llamado Río Revuelto, que hace circular trabajos de artistas emergentes.
Además, el sitio recopila artículos, fotos y videos de exposiciones desde hace 10 años. “Este tipo de iniciativas es la única salida frente a instituciones tradicionales caducas. Hubo un momento en que parecía que se estaba dando un empuje, pero estos esfuerzos no se mantuvieron como procesos”, analizó Kronfle.
La misma línea mantuvo la ponencia de Ana Rosa Valdez, quien junto con dos artistas locales creó Diferencial Hub Media, un sitio web creado hace un mes y medio, con el fin de promover el arte local, como respuesta a la “práctica desde la institución tradicional de cero increpar”.
La falta de profesionalización dentro de los reporteros que cubren el área de cultura también se debatió dentro del encuentro, especialmente porque se consideró que los medios son uno de los tres pilares dentro de la gestión cultural. Los otros dos son la academia (como formador de artistas) y las instituciones culturales.
“No es posible que los reporteros sean unos todólogos, que entiendan de arte, de escultura… y que al mismo tiempo cubran farándula o el festival de la guatita”, fue la crítica de Rodolfo Kronfle.
La censura del Salón de Julio fue el punto que atrajo más atención. Este año el Museo Municipal incluyó una cláusula que prohibió que obras de sexo explícito fuesen admitidas en el certamen. Una acción legal en contra de la medida y hasta un salón alternativo fueron algunas de las reacciones que se generaron.
Para la curadora Lupe Álvarez, el rol de los museos, como educadores, es una falencia que mantiene este tipo de instituciones a escala local. “Antes que enseñarles a repetir la historia establecida, se debería enseñarles a generar sus propios criterios. Los niños no son tontos, ellos pueden pensar y hacia eso deberían apuntar los museos y no lo hacen”.
Otras ponencias hablaron sobre la historia del arte en Latinoamérica, las exposiciones temporales, el coleccionismo en el arte como una forma de generar memoria dentro del arte. Asistieron profesionales de México, Colombia, Perú y Cuba.

viernes, julio 08, 2011

Larissa Marangoni - Perturbadora Belleza









FOTOS: RICARDO BOHÓRQUEZ
reseña de la muestra
Perturbadora/Belleza
Larissa Marangoni

NoMínimo - Guayaquil

Por más que ella vaya reduciendo con el tiempo explicitud en las formas, el discurso sexual que habita en la obra de Larissa Marangoni es innegable. Ahí están, las inquietudes que a lo largo de su carrera han sido manifestadas, como aquellas exploraciones del propio cuerpo, el ego femenino, la imagen de delicadeza que sin querer queriendo se ha constituido como el cuerpo de un mártir.

Perturbadora Belleza, comenzando por las dimensiones a las que se atienen las obras, es quizás la obra más sutil y discreta de la artista. El contraste mas elevado es el que tiene con su anterior exposición “Yo si me he mirado”: un pulpo gigantesco de tuberías rosadas que se apodero de las salas del Museo Municipal. Esta vez, en la galería NoMínimo se percibe otra cosa: las obras parecen ser un gesto que denota una nueva ansiedad, al que ella misma atribuye sus nuevos cambios existenciales, hormonales, emocionales.

Las impresiones de células cancerígenas obtenidas de una prueba salida de un útero enfermo se magnifican en sus dimensiones hasta poder ver texturas realmente hermosas. El que estén impresas en  canvas es un atributo gratis, refleja sin embargo de manera clara el ejercicio al que está acostumbrada Marangoni dentro de su labor en APROFE: Como una forzada Voyeur se inmiscuye en el dolor de los demás. Conmueve sobre todo, aquel distanciamiento particular de Marangoni del tono vivencial que ha acompañado a cada una de sus conocidas obras (tal es la distancia que hasta ni las obras llevan título). El conjunto de impresiones en Perturbadora Belleza explora el cuerpo del otro, en todo sentido del verbo.

Aquí se entabla un diálogo con el entorno clínico, al que también introduce, por ejemplo, Damien Hirst y sus populares instalaciones Waste (twice) y Looking forward to a Complete Supression of Pain (ambas,1994). Si bien los intereses de Hirst perfilan en otros lares, se encuentran similitudes retóricas con esta Perturbadora Belleza; las posibilidades y límites de la medicina contemporánea, el cuestionamiento a la tradición de representación del cuerpo, exagerando sus funciones didácticas, sus reacciones patológicas, y por fin, la muerte como una presencia subliminal, en el umbral de la obra de Hirst tanto como de Marangoni. Se podría decir que en las impresiones de la artista no se podrían obtener dichas texturas si no fuesen bajo un microscopio, es decir, separadas del organismo vivo.

El enfermo es también una figura recurrente en los artistas desde la modernidad; los expresionistas Max Beckmann y Ernst Ludwig Kirchner se retrataban a sí mismos en estados deplorables. La furia que se visibiliza en los primeros movimientos feministas se constituyó así, protegiendo una vulnerabilidad bastante herida, el gender trouble aparece. Se podría generalizar y decir también que la psicología ha dominado la sexualidad del siglo veinte.

El cáncer impregna la obra de Hannah Wilke (1940-1993): una serie de retratos de su madre decayendo en estado terminal, y años después, autoretratos de ella misma padeciendo el mismo sufrimiento. Intra-Venus es la obra  Wilke que concentra estos elementos: el cáncer y los momentos más vulnerables. Wilke, la más atractiva de todas las activistas del feminismo, fue como ella misma diría “presa del propio feminismo”, criticada por “narcisicista” o “muy guapa para ser feminista”.

La revaloración del cuerpo oprimido, tan particular en la obra de Wilke, se divisa en las esculturas impolutas de Marangoni que se incluyen en Perturbadora Belleza. Vasijas alargadas, una sobre otra sostienen una tetera en su cima; un cántaro con nariz en forma de tubería; formas orgánicas e industriales se mezclan entre sí. Lo que parecieran ser diferentes materiales, están homogenizados, cubiertos por una porcelana blanca (sugiriendo delicadeza, elegancia). La artista partía desde la idea de la metáfora de una mujer como recipiente del mundo.

Esto es quizás el vinculo mas fuerte con la practica escultórica que ejerce Marangoni desde su formación en la costa este de Estados Unidos, la que comienza con radicales manifestaciones alrededor de la sexualidad: genitales, fragmentos corporales, metáforas eróticas con la naturaleza, abstracciones que no dejaban de aludir al cuerpo, a una sensualidad aparentemente libre.

Hoy Larissa Marangoni argumenta en sus nuevos roles aburguesados de madre y mujer madura, algo de lo cual parecía no estar interesada en definir, en la ambigüedad femenina en la que ella experimentaba. “La exposición no representa una cátedra de moral, solamente es la unión de varias propuestas visuales que Marangoni ha materializado a partir de sus inquietudes personales” se dijo a la prensa (diario El Universo, 29/06/11). La artista idealiza nuevamente a la figura de la mujer intocable, inalcanzable (una imagen con la cual se contentan los de Guayaquil antiguo), desconcertándonos entre “pureza” en sus instalaciones ornamentales y las impresiones magnas de células de descomposición humana. La fuerza que emanaban obras pasadas parece haberse apaciguado. Por mas de que Marangoni objetivice lo bello de estas imagenes, lo perturbador es que nos arrastran hacia un momento existencial, recordandonos el vinculo humano hacia estas. El discurso alrededor de la vulnerabilidad de la mujer resulta al final no más que su retorno al moralismo, no por instinto, sino por costumbre.


María Inés Plaza Lazo

Una sala de espera, 6 de julio, 2011