lunes, julio 05, 2010

Jorge Velarde - DISPERSIONES - Galería Ileana Viteri, Quito

 Fuente2


 
 Caminante
Judith y Holofernes
Gregorio Tzantza y siete moscas (2010)
Fuente II (2008)
F
A real american heroe (2008)

Dos muletas (2010)

Reposo (2010)
Fotos: cortesía de Ileana Viteri

Nota del Diario El Comercio - Quito:
Redacción Cultura
cultura@elcomercio.com
Plástica sábado 24/07/2010 
 
El arte para el pintor guayaquileño Jorge Velarde es una constante manera de dilucidar sus conflictos y palear los traumas. Así empezó a surgir el diálogo entre él y 26 personas que se dieron cita el jueves en Ileana Viteri, Galería de Arte.

Un poco más allá de las 19:30, los invitados comenzaron a llegar para hacer preguntas y compartir anécdotas con Velarde, quien tiene más de 30 años de experiencia en artes plásticas.

En el diálogo se mostraron muy interesados al escucharlo contar sobre su experiencia profesional y la manera en que inició su carrera, a finales de los setenta. Su pertenencia al grupo Arte Factoría, en Guayaquil, dejó huellas y buenos recuerdos en su juventud.

No se considera un artista contemporáneo, de hecho recalcó que no le gusta que lo adjetiven así. La nueva onda del arte le molesta un poco, pues considera que no es posible ni justo que pueda llamarse “artista” a jóvenes que no tienen mucha experiencia.

Según Velarde, para llegar a serlo es necesario que el pintor tenga un proceso de crecimiento. “Cómo es posible que alguna persona pague USD 30 000 por una obra de arte y no se dé cuenta de qué es lo que en realidad compra”.

Velarde aseguró que él considera que el trabajo de algunos artistas que dicen ser contemporáneos es un farsa, pues no cuentan con los suficientes argumentos y técnicas para que sus obras sean relevantes.

Al oír sus charlas o sus escritos se emociona, pero fácilmente se desilusiona cuando ve la obra en vivo y en directo. “Las cosas son muy ‘light’ ahora, generalmente los trabajos tienen que ver con temas como el calentamiento global, entre otras cosas, cuando no debería ser así en la realidad”.

El trabajo de los curadores también fue cuestionado dentro de la conversación. Velarde no los juzga, incluso ha trabajado con algunos de ellos y cree que en la mayoría de ocasiones lo han ayudado a centrar su arte y a organizarlo. Sin embargo, destaca que la astucia con la que trabajan ha logrado, de determinada manera, desplazar a los mismos artistas.

En los diálogos estuvieron presentes los pintores Oswaldo Viteri y José Unda, quienes al hablar sobre este tema acotaron con su pensamiento crítico al trabajo que los curadores desempeñan. Tanto fue así que Viteri señaló que desde hace años no ha estado de acuerdo con que alguien inaugure su obra: “El curador es quien llena las primeras páginas de la compilación en lugar de que sean palabras de los artistas”.

La charla se extendió hasta las 21:00. Al final, Velarde habló sobre su obra, su técnica y la manera en que se busca a sí mismo en sus obras. “ Yo pienso que la obra debe ser un fiel reflejo del artista”.

2 comentarios:

  1. Maestro, gran Maestro, demuestra su capacidad de artista, no como otros se escudan de un arte conceptual, por no saber dibujar ni pintar, felicitaciones

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  2. Y sí, Pintura, definitivamente Pintura dura y cocida, tanto que se está quemando...

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