miércoles, abril 12, 2006



Allan Jeffs - Antropométrica - Salas del MAAC

































Planes, Trains & Automobiles
Por Rodolfo Kronfle Chambers 12-abril-2006

Si hay que determinar un solo tema que haya marcado a fuego la producción artística local de la última década probablemente este sea el de la problemática migratoria. En un tiempo relativamente corto el Ecuador “exportó” cifras mesmerizantes de ciudadanos –principalmente- a España, Italia y Estados Unidos.

Las trabas que paulatinamente se fueron imponiendo a estos flujos migratorios, sumados al imperativo de salir dado el continuo deterioro de la nuestra situación doméstica, convirtieron a aquella “exportación” en contrabando, y como se sabe el terreno de la ilegalidad es fértil para que en él surjan oscuras y lucrativas redes comerciales como el coyotaje.

Las remesas migratorias y su impacto en la economía adquirieron el estatus de frías cifras macroeconómicas, pasando a convertirse en el rubro de ingresos no petroleros más importante del país. En algún momento del camino el drama de la migración perdió su rostro humano y adquirió matices concretos que desplazaron el centro de la desventura, y sus consecuencias sociales, al plano de los índices de crónica roja y del análisis financiero.

Encuentro un paralelo de este fenómeno, sutilmente llevado al campo estético, en la propuesta denominada Antropométrica del artista Allan Jeffs. La muestra presenta un nutrido conjunto de planos elaborados con el frío y metódico cálculo de un diseñador industrial. En ellos se transcribe en detalle muchas de las piezas del rompecabezas migratorio, especialmente las que aluden a los métodos de transporte empleados en el tráfico de personas, incorporando la perversa “eficiencia” que entraña la relación de pasajeros versus el espacio disponible.

En este sentido podemos hallar relaciones curiosas con las ilustraciones de los barcos esclavistas que durante varios siglos (c.1540-1850) maximizaban su rentabilidad apiñando cuantos seres humanos les fuera posible, entablando así un diálogo trans-histórico muy incisivo. Por otro lado el tipo de diseño, la rotulación y el soporte mismo nos pueden remitir a las exquisitas heliografías que en los tempranos ochenta produjo el artista argentino León Ferrari; el abigarramiento arquitectónico, los flujos y densidades poblacionales que representaba se podían interpretar como un eco visual -de tintes claustrofóbicos- de la ciudad de Sao Paolo, la megalópolis que lo acogió en su exilio del régimen militar.


Pie de Foto: Heliografías de León Ferrari.

Los refinados dibujos a base de moldes de Letraset de Ferrari no remitían, sin embargo, a una situación de carácter social tan álgida como lo hace Jeffs (intuimos que lo que en Ferrari se enfatiza como masas anónimas tienen en esta obra un rostro verdadero el cuál ha sido extirpado), y aquello es lo que hace que una reconexión artística de este tipo sea tan válida y pertinente.

Como un interesante contrapunto poético al cálculo involucrado en los planos el artista incluyó –en la mitad de la sala- la proyección de un video sobre una mesa de arquitecto: el imperturbable primer plano del vaivén de las olas en altamar.

Como decía al inicio de estas líneas se ha producido en el país una cantidad exorbitante de obras que no ha llegado a verdaderamente interpelar el fenómeno migratorio, a movilizarnos a un plano reflexivo que nos traduzca sus imbricadas problemáticas (inclusive a la luz del tratado de libre comercio que ahora atiborra nuestras crónicas de prensa y opinión, cuando no nos percatamos del cinismo implícito que conlleva la fórmula de que los bienes circulen libremente entre países pero sus habitantes no); la mayoría de aquellos trabajos no ha podido trascender las meras representaciones expresivas, de carácter nostálgico o de recuento anecdótico que han apelado a antiguas y desgastadas formas de estetizar a los marginados y sus contextos. Esta obra tiene el mérito de llamar la atención, mostrarse relevante y visualmente solvente aún cuando su aparición se percibe tardía, y aún cuando el tema ha sido usado y abusado en demasía.






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