Geografía familiar
2014
Dimensiones Variables
Ejercicios de desbordes 1
2014
Lienzo, acrílico e hilos pintados
25 x 50 cm
Muñecas/femineidad
2012-2014
Porcelana
Dimensiones Variables
Recorridos (serie)
2014
Acrílico sobre lienzo y recortes de tela pintada
Dimensiones Variables
Espacio/Cocina
2014
Acrílico sobre lienzo y recortes de tela pintada
200 x 100 cm
Espacio/Baño
2014
Acrílico sobre lienzo y recortes de tela pintada
200 x 200 cm
Bitácoras (serie)
2013-2014
Lienzo e hilos pintados
20 x 20 cm
Sin titulo (desplazado por el espacio)
2013
Lienzo, acrílico e hilos pintados
80 x 80 cm
Ejercicios de desbordes 2
2014
Lienzo, acrílico e hilos pintados
15 x 20 cm
Sobre el musgo verde (Díptico)
2014
Lienzo, acrílico e hilos pintados
120 x 60 cm
Sin titulo (Sumisión)
2014
Cuchillos de metal
Dimensiones Variables
Ejercicios de desbordes 3
2014
Lienzo, acrílico e hilos pintados
36 x 25 cm
Sin titulo
2014
Lienzo, acrílico e hilos pintados
15 x 20 cm
Un habitante pasajero
Un habitante pasajero es la primera exposición individual de Andrea Vivi Ramírez Cabrera, donde
nos presenta sus más recientes búsquedas pictóricas, objetuales e instalativas en
torno a reflexiones sobre lo íntimo; la
cotidianidad; la construcción de paradigmas de género desde el arte; y también
de una lúcida observación: Tras el ejercicio de hacerse de un lugar o de
habitar un espacio existe un simultáneo sentido de tránsito.
Ramírez ha decidido usar eso que
ocurre en lo más íntimo del lugar que habita y que es tan rutinario como
excepcionalmente particular en todo hogar: El “hacer” la casa. Hace suyos los
fenómenos e imágenes que devienen al hacer la casa, su casa, y los escruta con
rigor; reinterpreta su condición
material, fugaz, invisible, accesoria, marginal; les rinde homenajes; encuentra
belleza en ellos; les hace preguntas; los descompone en sus partes; incluso los
agrede.
Un habitante pasajero hace del cubo blanco un espacio
propio para acompañar los diferentes desplazamientos que la artista realiza día
a día, en su casa, desde dentro. Esta
exposición nos acerca a entendernos como paseantes del lugar que se habita, nos
invita a identificar los extraños artificios que se nos enseña para hacer
habitables los dormitorios, los baños, la sala, la cocina, el comedor, la
lavandería…
Y necesito pintar, y necesito
proponer experiencias desde lo sensible; porque eso es lo que hago…
Porque tengo vocación para contemplar,
habitar, abandonar, transitar a las personas y el mundo, y también para que las
personas y el mundo me contemplen, me habiten, me abandonen y me transiten… Tengo
aptitudes para ponerme en el proyecto de experimentar que todo pasa.
Con Ramírez fregar el piso es un
acto pictórico de luz, evaporación y proceso mutable de fondo-figura; lavar la
ropa se convierte en una metamorfosis de volúmenes que se sumergen y emergen
del plano; los adornos y el espacio se
convierten en objetos de estudio sobre lo que su casa y generaciones de sus habitantes
pasajeros le han legado como deberes, gustos y aspiraciones.
Las obras de Un habitante pasajero
en su conjunto nos plantean que aunque exista la necesidad de habitar un lugar,
también se hace preciso salir de allí, e ir de visita, tocar otras puertas;
entrar a otras casas, a otros cuerpos, a otras mentes, y luego salir de ellos, puede que hasta para
regresar, quizá nos llevemos algo, tal vez dejemos algo, quizá a propósito, tal
vez olvidado; pero eso no es lo importante, todo se trata de poner en valor
nuestra capacidad de tránsito, y aprender que en la vida de los otros todos
somos un habitante pasajero.
José
Hidalgo-Anastacio
Artista amigo acompañante
de proceso curatorial
Texto generado a
partir de conversaciones con la artista
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