Documentación : Rodolfo Kronfle Chambers
s/t (autorretrato)
objeto, 2014
quedo
de usted
objeto, 2013 en adelante
Protocolos de seducción
Por Cristóbal Zapata
Carlos Vargas trabaja con un sintagma
que suena mal, que suena errado, incompleto. Entre la preposición y el
sustantivo hay en de.a.fecto un bache, un charco que el artista salta
para no deslucir el juego, para evitar la salpicadura sensiblera, cualquier
asomo de sentimentalismo. Pero, inevitablemente –aunque el gesto es elegante en
su discreción verbal– en su salto hace notar la carencia y la falta: la letra s, ese fonema sinuoso que nombra al desafecto, a la desafección, el soporte y resorte de toda su
obra.
Con
ese fantasma a cuestas, Vargas ha realizado –paradójicamente– una obra que
lejos de la queja o del lamento es una de las experiencias más lúdicas e
irónicas del arte ecuatoriano contemporáneo. Desde su ya famoso Devoción, The 99’s Show, donde lamió
rostros, brazos o manos de 99 actores de la escena artística del país, hasta el
rótulo dorado de Protocolo (”Cásate
conmigo”) –demanda lanzada a su galerista y a los espectadores como desafío o
provocación–, pasando por La primera cita,
o su Proyecto para olfatear al Ministro
de Cultura Perfecto, donde hace acopio
de un heterogéneo material impreso y audiovisual sobre el actual Ministro de
Cultura y Patrimonio –a quien en una suerte de retrato ambulante sigue en su actividad
y recorridos como un fan, un espía o un falso documentalista, bajo la
convicción de que el político está siempre bajo sospecha–, Vargas juega a negociar y gestionar afectos, pactos
nupciales, flirteos, acuerdos profesionales, elaborando en el trayecto un
detallado –y no menos sinuoso– protocolo de seducción que pone al descubierto
la intrincada trama de nuestra institucionalidad cultural.
Si Lacan –parafraseando
el célebre aforismo de Buffon– dijo que “el estilo es el objeto”, Vargas
transforma precisamente a todos los sujetos de su obra en objetos de deseo:
artistas, curadores, críticos, galeristas, funcionarios culturales,
transexuales, amigos, amantes, madre, perro, conocidos y desconocidos son
contaminados por su deseo, tratados como
una especie de objetos encontrados, en tanto presuponen una pérdida, pues todos
estos objet trouvés son las figuras alegóricas
de un afecto extraviado o inexistente. Así, el estilo de Vargas podría
resumirse como el reencuentro irónico con el objeto perdido, es decir, con
aquellas expresiones de amor o cariño que el artista recupera a través del
performance.
Nomádico, Vargas
pesca, caza y recolecta sus pertrechos primordialmente en los terrenos del arte
y la cultura ecuatorianos, a veces en su entorno familiar y doméstico, y
recientemente en su propio cuerpo. En su obra última echa mano de su pelo y su
vello para realizar unos delirantes pinceles de ancestro surrealista –en una
sutil alusión a la pintura como el lenguaje consagrado por el público y el
marcado–, o elabora diminutos ovillos con su cabello, que constituyen el contenido
o mensaje – vale decir la información genética– de sus traviesas epístolas (Quedo de usted). Estas sinécdoques de su
cuerpo funcionan como autorretratos oblicuos ciertamente, pero han de verse además
como los espejos convexos de nuestro paisaje cultural –siempre opaco y difuso–,
donde el loving o el cortejo son
prácticas legitimadas y santificadas por el establishment.
Usando
estratégicamente la frivolidad y el kitsch, el coqueteo y el galanteo, cuando
no tácticas guerrilleras de intrusión e invasión, Carlos Vargas teje y desteje con
saludable socarronería el complejo tapiz de nuestras relaciones culturales, y
la delicada urdimbre de las emociones y los afectos.
Cuenca,
febrero 12, 2014
el cortejo
video-documento, 2011 en adelante
proyecto para olfatear al ministro de cultura perfecto
registro de performance, 2013 en adelante
fragmentos de video para la muestra Devoción - The 99's Show
devoción
video-performance (serie), 2011-2014
Vargas Carlos, con la colaboración de SiluetaX
La enigmática presencia de estas chicas frente a la cámara levanta aún más sospechas cuando una determinada intervención sobre sus cuerpos provoca una incontrolable reacción.
el toque
video-performance, 2012
con la colaboración de Silueta X
protocolo
objeto, 2013
la primera cita
performance, 2012
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