viernes, marzo 07, 2014

Vargas Carlos - de . a . fecto / dpm, Guayaquil

Documentación : Rodolfo Kronfle Chambers
s/t (autorretrato)

objeto, 2014

quedo de usted
objeto, 2013 en adelante


Protocolos de seducción
Por Cristóbal Zapata

   Carlos Vargas trabaja con un sintagma que suena mal, que suena errado, incompleto. Entre la preposición y el sustantivo hay en de.a.fecto un bache, un charco que el artista salta para no deslucir el juego, para evitar la salpicadura sensiblera, cualquier asomo de sentimentalismo. Pero, inevitablemente –aunque el gesto es elegante en su discreción verbal– en su salto hace notar la carencia y la falta: la letra s, ese fonema sinuoso que nombra al desafecto, a  la desafección, el soporte y resorte de toda su obra.

   Con ese fantasma a cuestas, Vargas ha realizado –paradójicamente– una obra que lejos de la queja o del lamento es una de las experiencias más lúdicas e irónicas del arte ecuatoriano contemporáneo. Desde su ya famoso Devoción, The 99’s Show, donde lamió rostros, brazos o manos de 99 actores de la escena artística del país, hasta el rótulo dorado de Protocolo (”Cásate conmigo”) –demanda lanzada a su galerista y a los espectadores como desafío o provocación–, pasando por La primera cita, o su Proyecto para olfatear al Ministro de Cultura Perfecto, donde hace acopio de un heterogéneo material impreso y audiovisual sobre el actual Ministro de Cultura y Patrimonio –a quien en una suerte de retrato ambulante sigue en su actividad y recorridos como un fan, un espía o un falso documentalista, bajo la convicción de que el político está siempre bajo sospecha–,  Vargas juega a negociar y gestionar afectos, pactos nupciales, flirteos, acuerdos profesionales, elaborando en el trayecto un detallado –y no menos sinuoso– protocolo de seducción que pone al descubierto la intrincada trama de nuestra institucionalidad cultural.

   Si Lacan –parafraseando el célebre aforismo de Buffon– dijo que “el estilo es el objeto”, Vargas transforma precisamente a todos los sujetos de su obra en objetos de deseo: artistas, curadores, críticos, galeristas, funcionarios culturales, transexuales, amigos, amantes, madre, perro, conocidos y desconocidos son contaminados por su deseo,  tratados como una especie de objetos encontrados, en tanto presuponen una pérdida, pues todos estos objet trouvés son las figuras alegóricas de un afecto extraviado o inexistente. Así, el estilo de Vargas podría resumirse como el reencuentro irónico con el objeto perdido, es decir, con aquellas expresiones de amor o cariño que el artista recupera a través del performance.

   Nomádico, Vargas pesca, caza y recolecta sus pertrechos primordialmente en los terrenos del arte y la cultura ecuatorianos, a veces en su entorno familiar y doméstico, y recientemente en su propio cuerpo. En su obra última echa mano de su pelo y su vello para realizar unos delirantes pinceles de ancestro surrealista –en una sutil alusión a la pintura como el lenguaje consagrado por el público y el marcado–, o elabora diminutos ovillos con su cabello, que constituyen el contenido o mensaje – vale decir la información genética– de sus traviesas epístolas (Quedo de usted). Estas sinécdoques de su cuerpo funcionan como autorretratos oblicuos ciertamente, pero han de verse además como los espejos convexos de nuestro paisaje cultural –siempre opaco y difuso–, donde el loving o el cortejo son prácticas legitimadas y santificadas por el establishment.

   Usando estratégicamente la frivolidad y el kitsch, el coqueteo y el galanteo, cuando no tácticas guerrilleras de intrusión e invasión, Carlos Vargas teje y desteje con saludable socarronería el complejo tapiz de nuestras relaciones culturales, y la delicada urdimbre de las emociones y  los afectos.

Cuenca, febrero 12, 2014



el cortejo
video-documento, 2011 en adelante




















proyecto para olfatear al ministro de cultura perfecto
registro de performance, 2013 en adelante








fragmentos de video para la muestra Devoción - The 99's Show
devoción
video-performance (serie), 2011-2014






Vargas Carlos, con la colaboración de SiluetaX
La enigmática presencia de estas chicas frente a la cámara levanta aún más sospechas cuando una determinada intervención sobre sus cuerpos provoca una incontrolable reacción.
el toque
video-performance, 2012
con la colaboración de Silueta X


protocolo
objeto, 2013



la primera cita
performance, 2012

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