Por PhD. Eduardo Albert Santos
La muestra Vandal(ismo), de Juan Carlos Vargas y David Orbea, no se propone necesariamente inaugurar un nuevo “ismo”. Más bien procura legitimar un discurso de lo informe, de lo destructivo, de lo paradójicamente deshecho. Un modo de hacer que cultiva una suerte de ejercicio invertido, vandálico. Al revisar las piezas y el espacio en que se exhiben, recordé lo enunciado por Omar Calabrese en su célebre y controvertida obra La era neobarroca. En ella enumeró y argumentó las posibles categorías que podrían caracterizar la nueva atmosfera de una época agrietada, convulsa e impredecible. Se refirió entonces a las formas informes, al detalle y al fragmento, al desorden y al caos, a la inestabilidad, al placer del extravío, a las recepciones accidentadas. Ideales de descomposición y destrucción que se imponían como nuevos tópicos de significancia y nuevos retos a la percepción e intelección.
Las obras
de ambos jóvenes artistas y su puesta en escena abren precisamente esos
espacios de recepción accidentada a los que se hacía referencia. Se trata de
objetos encontrados, instalaciones, pinturas, fotografías, que se disponen y
“ordenan” - como ellos mismos afirman -
“como si leyéramos mal el manual de cómo armar los objetos”. En consecuencia,
lo que se expone obedece a una lógica otra, descentrada, en la que pareciera
celebrarse lo caótico ante el quiebre de lo “cósmico”.
David
acumula, depreda, desarma envases y empaques comerciales, apropiándose de sus
convenciones visuales cromáticas y de diseño, manipula y desmitifica
fotografías mediáticas o concede un nuevo sentido a las páginas de revistas,
mediante ejercicio que pone en juego un expediente acertado de irónicas
traducciones y experimentos pictóricos. Juan Carlos documenta objetos, recrea
detalles, se muestra interesado y se detiene en grietas o deshechos, en lo
aparentemente inconexo, en los giros inesperados que truecan lo obvio en
extraño y sorpresivo, en el curso impredecible del tiempo y las fragilidades
del espacio y todo mediante empleo eficaz de la fotografía y de las
potencialidades de la imagen videográfica.
Parecería
que ambos creadores se tomaron bien en serio la provocación y asumen que “asistimos
a la pérdida de la integridad, de la globalidad, de la sistematización ordenada
a cambio de la inestabilidad, de la polidimensionalidad, de la mudabilidad”. Es
un espíritu de época que hacen suyo y nos presentan en lenguajes diferentes,
pero coincidentes en marcar esa búsqueda de racionalidades diversas a las
acostumbradas y legitimadas. Un horizonte común cargado de desafíos y probables
desencuentros al que pasan revista con desenfado.
El
entramado de la muestra fue estudiado para lograr sus propósitos específicos.
La selección del lugar y la distribución espacial de las obras no son
fortuitas. Obedece a la propia lógica del discurso que se ha formulado. Cierto
sabor de desafío y búsqueda conciente de lo impredecible, en medio de lo
vandálico del ambiente. De tal modo, la presentación de las obras se adecua al
lugar y éste parece acoger y dialogar, con su fragilidad, la expresividad
rotunda, abierta o velada de aquellas. Todo un escenario que parecería
actualizar la dérive situacionista como «técnica de paso ininterrumpido a
través de ambientes diversos», como relación subversiva con la vida cotidiana,
como afectación a las experiencias establecidas de comportamiento.
Noviembre 2015
PAUSE
Videoinstalación
2014
Juanca Vargas
Estudio de lo que sobra
David Orbea
2014 - 2015
P\D ( plano detalle)
Video instalación
2015
Juanca Vargas
AM (amplitud modulada)
Procesos
2013 - 2015-12-06
Juanca Vargas
De la serie “Vagabundeo”
Tríptico fotografías
2013
Juanca Vargas
Challenger
David Orbea
2015
69032 STARS
David Orbea
2015
REC
Instalación in situ
2015
Juanca Vargas
STANDBY
Grabación – acción
2013
Juanca VargasZAPP
Videoinstalación
2014
Juanca Vargas
RECORRIDO POR LAS VIDEOINSTALACIONES DE JUANCA VARGAS
Pruebas de color
David Orbea
2015
64600 EFEC
2015
David Orbea
00556 VIRO
David Orbea
2015
REGISTRO FOTOGRÁFICO: RODOLFO KRONFLE CHAMBERS
Muy bueno, me encantan los toques de "formalismo zombie"
ResponderBorrarCool!, lástima que nunca me enteré
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