domingo, noviembre 29, 2015

Paula Barragán - Hojarasca / Galería Ileana Viteri, Quito


Bajo las aguas, impresión, pigmento / algodón, 110 x 130 cm., 2014

Al filo del paraiso,  impresión, pigmento / algodón, 55 x 175 cm., 2015

mi barrio, óleo sobre bloques de madera, 2015
Visita nocturna,  impresión, pigmento / algodón, 110 x 130 cm., 2015
Antes que anochezca,  impresión, pigmento / algodón, 55 x 150 cm., 2015

desde el Cánopi,  impresión, pigmento / algodón, 110 x 130 cm., 2014

Huaicundo de Quito, collage, pigmento/algodón, papel serigrafiado,  70 x 111 cm, 2015

Mosca Mashpi, impresión, pigmento / algodón, 110 x 130 cm., 2013

Mosca Armani, impresión, pigmento / algodón, 110 x 97 cm., 2013

Viaje a la semillaimpresión, pigmento / algodón, 110 x 130 cm., 2014

…y arriba el cielo, collage, pigmento/algodón, papel serigrafiado,  70 x 111 cm, 2015

DEL BOLETÍN DE PRENSA:
Hojarasca de Paula Barragán

Desde el 26 de noviembre hasta el 18 de diciembre, en la Galería Ileana Viteri, se exhibirá la muestra Hojarasca de la artista Paula Barragán. Son 20 obras en papel de algodón, trabajadas como collages físicos y de impresión.

Confiesa la artista que este muestra es como un nuevo brote de la anterior Junglade Papel, esa jungla suculenta, llena de ramificaciones y posibilidades, aunque no siempre positivas pues, por desgracia, la hojarasca es lo que nos va quedando, eso que finalmente se lleva el viento mientras la civilización se adentra en la selva. Frente a ello, en su obra hay también una invitación a unirnos  para volver a comenzar o renacer de otra manera.

En cuanto al trabajo, sabemos que Paula ha venido desarrollando el tema con distintos medios y técnicas  que se han convertido finalmente en esta serie.  “Siempre me ha gustado probar diferentes técnicas –declara la artista-, desde las más tradicionales, como el dibujo y el grabado, hasta la revolución digital que crea nuevas posibilidades de expresión. A veces me limito al blanco y negro; otras paso al color total. Es en esta la búsqueda, cometiendo errores y aciertos, que voy descubriendo más claramente lo que quiero decir”.

“El tema de la selva es una de mis obsesiones. Desde hace doce años lo he trabajado con la xilografía y la serigrafía, con el afán de atrapar la exuberancia de la naturaleza. Ahora me ha afectado toda la tragedia del Yasuni, que nos provoca un grito desesperado por sobrevivir, porque la muerte de los pájaros y de los pueblos desnudos es nuestra propia muerte, ¿no?”

Parte de la obra es resultado de un proceso que empieza con los collages básicos: son trabajos hechos a mano con papel serigrafiado. “Voy recortando y pegando colores y texturas para crear espacios, sensaciones, explosiones, sorpresas visuales.” Luego vienen las serigrafías de semillas, en ediciones de tinta sobre papel, que brotan al combinar formas y colores con ritmos y cadencias, pero ya con la idea  de volver a la fuente original y básica del diseño: la naturaleza, “cuyas formas son insuperables en muchos casos”, reconoce la artista.

Por su lado, el camino digital consiste en escanear ciertas obras para trabajarlas luego en el computador con Adobe Ilustrador. Ese es el origen de la selva figurativa trasladada a grandes impresiones digitales de pigmento sobre algodón que recuperan una jungla que bulle de energía, “un reino lleno de bichos, de vegetales y animales que se multiplican por el milagro de la luz, la clorofila y el agua, tejiendo la red de la vida a la que pertenecemos. Lo interesante es que antes ya se han multiplicado, de igual manera, en el computador, por la gama infinita de posibilidades que ofrece ese laboratorio digital”.

Paula cuenta que empezó a usar una computadora en 1986, cuando ganó como premio una Macintosh en la Bienal del Afiche. “Solo la usaba para diseño gráfico, pero poco a poco esta fantástica herramienta se ha convertido en parte esencial de mi  proceso creativo. He ido guardando dibujos, diseños, logos, ilustraciones, bocetos, ideas sueltas. Es como un archivo muy grande y personal que uso y cambio y reproduzco, saco, recorto, prendo y apago. Son  imágenes que reciclo y recreo todo el tiempo, igual que un  collage manual, y luego imprimo con nuevas técnicas que son de óptima calidad. Me entusiasma explorar la flexibilidad y las variantes de esta herramienta fantástica creada por el ingenio humano, llena de trucos interesantes; por ejemplo, traes un color de otro elemento y multiplicas las plumas de un pájaro. Y puedes trabajar rápido, lo tienes todo ahí, ya no es necesario el taller gigante con ácidos y tóxicos. El ratón se convierte en gubia, en brocha, en lápiz, y las ideas se multiplican.”

“Aunque a algunos tradicionalistas no les gusta para nada, es una herramienta nueva, legítima, que abre un nuevo campo sin límites. Creo que a Araceli Gilbert, a Vasareli, a Le Parc y a tantos otros les hubiera fascinado, se hubieran vuelto locos con semejante herramienta. David Hockney, que expuso grandes trabajos digitales hace unos cinco años, dice que le encanta la tecnología para hacer imágenes y que considera el iPad como una herramienta seria que está influenciado a la pintura actual por su rapidez, movilidad y versatilidad.”

Paula afirma que esto expande la conciencia que la gente tiene de la tecnología, de algo frío y mecánico como cortadora de césped, a otra cosa, libre, poética y vital, como una bicicleta de bambú que corre por el bosque. Pero al mismo tiempo cree que la pintura y el dibujo nunca desaparecerán, sus imágenes tienen mucho poder, reflejan las imperfecciones del trazo directo y nos han acompañado por milenios.

Ficha técnica:

Son 5 collages de papel serigrafiado, y 13 obras trabajadas en Adobe Ilustrador e impresas con pigmento sobre papel Moab Fine Art Natural, de algodón, de 300 gramos. Han sido numeradas del 1/15 al 15/15. La impresiones finales se realizaron en noviembre de 2015, en Quito, con la colaboración del maestro impresor Felipe Fried.


OTRAS OBRAS EN LA MUESTRA:
Renacer II, impresión, pigmento / algodón, 110 x 70 cm., 2013 
Quitografía,  impresión, pigmento / algodón, 55 x 87 cm., 2015
Guápulo,  impresión, pigmento / algodón, 55 x 87 cm., 2015
Geografía marina,  impresión, pigmento / algodón, 110 x 90 cm., 2015
Caléndula, collage, papel serigrafiado, , 2015
Morete, collage, papel serigrafiado, , 2015


Registro: Cortesía Paula Barragán

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