miércoles, junio 08, 2011

En las orillas del dibujo - Galería dpm


 Abraza la orilla; que otros prueben lo profundo.
Virgilio

 


En las orillas del dibujo
Eduardo Vélez – Jaime Núñez del Arco – RMNoby
Una curaduría impromptu de Rodolfo Kronfle Chambers y María Inés Plaza
Straight, no chaser
Por Rodolfo Kronfle Chambers

Al día de hoy podemos hablar de una escena de arte contemporáneo consolidada en Guayaquil. Una de las evidencias que da cuenta de esto es que las luchas de legitimación y las “guerras culturales” propias del cambio que remeció todas las estructuras institucionales del mundillo del arte local ya no animan el pulso vital de los productores. El panorama actual se ha vuelto interesantemente complejo, muy distanciado de los relamidos amaneramientos comerciales del arte de los ochentas y noventas, y del modus operandi de su cerrada red clientelar.

Al momento de escribir estas líneas no existen meta enunciados dominantes en el arte de la ciudad. Cada cual con su dilema, cada loco con su tema. De igual manera no hay grupo que quede invisibilizado o marginado. Cada artista o subcultura con algo de ganas o inventiva se las agencia para hacer conocer su obra, eventualmente insertándose en micro-circuitos aglutinados por determinadas afinidades, y donde las redes sociales, blogs y páginas web han jugado un papel preponderante, tanto para compartir y promocionar las iniciativas como para animar a otros a realizar las suyas. No hay “una” escena en Guayaquil, existen más bien grupos/espacios con cierto aire tribal o sentido de comunidad que a ratos intersectan sus caminos, se husmean mutuamente (a veces bajo el síndrome de la sospecha) y en ocasiones hasta colaboran (como en la reciente fanesca indigesta de los “Caballos de Colores”).

Ahí está obviamente el efecto que desató el ITAE, que ha sido la punta de lanza de la renovación artística en la ciudad, pero cada vez adquiere mayor presencia el fenómeno influyente de los grupos de fotógrafos, diseñadores, grafiteros y músicos, cuyo aporte a la transformación cultural y simbólica que estamos viviendo aumenta gradualmente. Situarlos hoy en día por fuera del rollo que hemos definido como arte contemporáneo no se sostiene más. Por lo menos como aseveración categórica. La cosa está demasiado revuelta ya.

Esta muestra, improvisada y organizada en apenas un par de semanas, reúne el trabajo reciente de tres creadores que, a pesar del interés que despierta su quehacer, probablemente no estarían en el radar del público habitual de la Galería dpm, que en el balance de los años ha sido sin duda el más sólido y perseverante espacio para el arte contemporáneo en el país. A pesar de que la producción que se comparte en esta muestra puede dialogar perfectamente con la de varios de los artistas que aquí han expuesto estos creadores se han manejado por los canales de circulación de espíritu más independiente que caracterizan a la movida de ilustradores y de arte urbano. De hecho es la primera vez que enfrentan el lado comercial de la producción de obra, siendo aquella dinámica remunerativa algo que nunca motivó lo que por años vienen haciendo como un impulso personal.



My own private episteme

La selección se enfoca principalmente en el dibujo, pero en una aproximación descomplicada hacia esta práctica, despreocupada por demostrar destrezas técnicas o asumirse como un gesto competente, pero que logra, sin embargo, resultados con mucho carácter y efusividad, manifestándose además como fiel reflejo del híbrido entorno cultural del cual proceden los artistas.

Tras las narrativas que nos ofrecen estos tres productores no hay alardes de sofisticación, mas bien revelan el tipo de vibra cool que se desprende de la ausencia de pretensión. El prescindir del empleo de estrategias conceptuales o de una discursividad que promueva agendas de significación complejas no deriva sin embargo en falta de densidad: no hay que caer en el error de asumir estas iniciativas como una cuestión superflua. Las obras comunican desde una visceralidad preñada de vivencias, ecos musicales (desde la esfera Indie hasta el Hip-Hop), y una visualidad multirreferencial y contaminada que tiene un marcado carácter urbano.



Los tres creadores tienen en común el factor de que su educación estética no ha sido de índole académica; no poseen aquel estatus de artista “profesional” que la misma aparenta conferir. Cada uno de ellos ha seguido su propio camino de incorporación de referentes e influencias que luego han sido reinterpretadas desde su propia sensibilidad y experiencia. En esta arena la ciudad ya tiene una azarosa genealogía de disidentes, neo-primitivos, auténticos decadentes y outsiders que va desde Marcos Santos, pasando por Jorge Jaén y Jimmy Mendoza, y que se estrecha hasta el Rey Camarón y Daniel Adum, entre otros que se que aún desconozco (¿Se puede acaso contemplar los recientes murales[1] de la “Galería Boca del Pozo” en el Estadio Capwell y no considerarlos como parte indispensable y legítima del acervo simbólico de nuestro tiempo?).

La selección levanta preguntas muy vigentes en esta era de “industrias culturales”, teniendo en cuenta además cómo se han desplazado las instancias legitimantes. Hoy en día la palabra feria se reitera más que la palabra academia, así como la palabra bienal parece tener más swing que el vocablo museo. ¿Quién convalida lo que se produce? ¿Cómo adquiere o se le asigna valor? ¿Qué peso resiste una reseña meditada y crítica sobre una obra ante el aluvión de individuos que le cliquean el “Me gusta” en Facebook? Todos estos cambios han modificado las percepciones del público y hoy más que nunca el debate sobre “formas autorizadas de cultura” cobra una complejidad inusitada. ¿Es deseable (o viable) opciones alternas de arte más allá de la academia? (Parece que el empírico artista "revistero" que parimos por estos lares en la década de los noventa ha dado paso al que arma su malla curricular a punta de hipervínculos) ¿Es correcto vehicular obras que responden a otros códigos por espacios que no le son naturales y que se encuentran jerarquizados de manera distinta?

Como vemos es posible poner a dialogar el graffiti, cuyo ordenamiento antropológico de origen se asume como distinto, con algunas derivas del arte actual, pero nos preguntamos si en realida existe una aceptación consensuada de que esas jerarquías son insostenibles, más aún cuando está claro que se ha producido un gang bang frenético entre lo institucional y lo alternativo. A pesar de que aquella cultura entronizada ha sido repetidamente ultrajada nos gusta seguirla contemplando como una doncella virginal. Existe poca conciencia de que estamos lidiando con los fragmentos de algo que “fue”, particularmente cuando nos vemos compelidos a encontrar mecanismos para aplicar algo de rigor y de orden, o para establecer un estándar de “calidad”, cuyo réquiem entonamos dentro del confuso mar en que navegamos.

Puedo pensar en algunos artistas locales (profesionales) cuya expresividad –en la actual coyuntura de buen ondismo y complacencia generalizada- se sintonizaría muy bien con la de Eduardo Vélez, Jaime Núñez del Arco y RMNoby. Pero por contraste al recorrer con simpatía estos portafolios percibí como estériles algunas derivas experimentales de nuestro arte actual que, posando como ensayos de sofisticación y estilo, no llegan a estimular las cotas neuronales que aspiran excitar. Mientras seguimos buscando el cáliz de aquel justo medio que logre el delicado balance de autenticidad sin artificios edulcorantes aquí van tres shots de sinceridad.

Guayaquil, 15 de mayo de 2011





Extended Play
Por María Inés Plaza Lazo

El oficio técnico del dibujo no solo se nutre de sí mismo; hace ya tiempo se habla de multi-, trans- e intermediatización en la producción visual. A propósito del estado actual de las escenas guayaquileñas,   valdría remitirnos al concepto de “Hiperculturalización” articulado por Byung-Chul Han, profesor de filosofía en la universidad de Basel, que engloba los pensamientos posteriores a los debates sobre cultura y globalización de los noventa. La apropiación como síntoma “hiperculturalizante” se entiende como paradigma elemental en la praxis cultural del presente:

Lo propio no es algo fácilmente dado, como una fecha. Es mas bien el resultado de una apropiación exitosa, pues sin apropiación no existe la renovación. La hipercultura es ahora ese nuevo deseo de apropiarse, de empezar otra vez. Es una cultura de intensa apropiación. Quien de lo otro se apropia, no vuelve a ser igual. De ahí ocurre la dialéctica de la apropiación. No sólo el sujeto que apropia se transforma, sino también ese otro apropiado[1].

Las obras dentro de la muestra se pueden entender como documentos que han pasado por un proceso de refinamiento (de “apropiación exitosa” si se quiere) si tenemos en cuenta el hecho de que los mismos hacen gala de una subjetividad decantada. “El ejercicio de dibujar no me interesa tanto como el ejercicio de observar”: El trabajo de Jaime Núñez del Arco (a.k.a. MONO) (Guayaquil, 1976) se pasea entre el intimismo de un bloc de notas y el trabajo formal de ilustrador de medios impresos y páginas web corporativas. Un intento concreto de hacer confluir estas dos personalidades del dibujo libre fue su revista Tomalá, que circuló por varias ciudades durante el tiempo en que fue impresa. “A mi me gustaría perderme por las calles de Guayaquil, pero no soy de la ciudad, a pesar de que siempre he vivido aquí”. De ahí el hábito de “encerrarse en el cuarto” es comprensible como una especie de agnosticismo frente a las expectativas que se tiene hacia la profesión de diseñador gráfico en nuestro medio.






La subjetividad en la composición de sus dibujos comienza en el formato: la serie que nos presenta no es más que un Moleskine desmembrado. El trabajo hecho en esta legendaria libreta de bolsillo nos recuerda al boceteo de los artistas modernos, cada hoja concentrando un apunte espontáneo. Las cortas frases se pierden con engañoso descuido dentro de espacios de colores llamativos, este juego de elementos es el que activa sentidos al interior de su farragosa sencillez.

Cada mini hoja es una expresión que apunta a una sola cosa a la vez, pero establecen, como efecto dominó, vínculos a relaciones simbióticas de músicos con ilustradores: Bjork con Gabriela Frioriksdottir, Sonic Youth con Raymon Pettibon/Mike Kelley (¿alguien duda que estos son artistas de ligas mayores?), o Radiohead con las propias ilustraciones del mismo Thom Yorke. Este tipo de dinámica es aplicable a la esencia de las frases que contienen todos sus dibujos: son breves y escarban ideas familiares, como si se tratara de nombres de canciones que nos predisponen a sus contenidos: “I fought in a war” (Belle and Sebastian) o “Sleeping Lessons” (The Shins). Los dibujos de MONO parecen ser su respuesta al vasto campo de la poesía contemporánea, la del Indie y todos esos poetas Post-Pop y tatara-herederos de Ginsberg y Dylan que ensayan una alegoría del desconcierto, de shock interno.

Algo así sucede entre “Crippidiskopunk” de Cadáver Exquisito (Banda de Guayaquil) y el diseño de Eduardo Vélez (a.k.a. Autómata) (Guayaquil, 1981) para dicha canción. Es producto de su relación inmediata con la música. Pero de referencialidad no trata únicamente este proyecto. El 26 de febrero, Vélez escribe tres certeros mensajes en su wall del Facebook: “Un vértigo invertido”, “Spectrals, the libertines, the vaccines, woman” y “Post-juventud”. Tres declaraciones que a su vez, podrían entreverse en su mas reciente producción.




Autómata reconoce las fluctuaciones en su trabajo, que van del carácter independiente a su empleo de diseñador o Vj, contemplando diversas fuentes simbólicas como complemento potencial para sus imágenes. Este carácter multifacético me recuerda al trabajo del artista Sigmar Polke y su grupo fundado junto a Gerhard Richter en los sesenta: el Realismo Capitalista (movimiento similar al Pop Art en el que los artistas buscan apropiarse crítica y arbitrariamente de elementos de la publicidad y los medios de comunicación masiva).

La reiteración de determinados leitmotivs caracterizan y envuelven sus dibujos con su temperamento: los sellos de caritas felices, leones y perros que su madre usaba como profesora de escuela, las imágenes de enciclopedias infantiles, hojas viejas de cuadernos escolares, recortes añejos (y mientras mas antiguos mejor, siguiendo el principio lost and found del collage). Vélez trabaja con una convencida transparencia, con “honestidad brutal”; en su página web se autodefine así: “Al momento no se lo puede etiquetar, le gusta el ruido y las imágenes... crear”.

Durante los años de regeneración a rajatabla la ciudad era impermeable al graffiti. Ahora en tiempos de la revolución, importantes avenidas como la Francisco de Orellana o la Avenida del Bombero se han convertido en galerías ad-hoc para este. Hay choque de estilos y de firmas que pelean un espacio por su reconocimiento callejero. Una de las más notables es la de RMNoby, quien apenas llegó a vacilar un año en la Escuela de Bellas Artes (como se conoce confusamente a esta secundaria).



“Y tú para qué quieres eso?” Pregunta Wilton Gomez (a.k.a. RMNoby) (Guayaquil, 1984)  a Rodolfo Kronfle cuando este le solicita los bocetos de sus graffiti. A uno de los grafiteros más “duros” de la ciudad le desconcierta constatar que estos puedan ser del interés de alguien. La obra sobre papel está evidentemente dominada por otra sustancia para quién trabaja sobre la pared, pero dentro del contexto de la muestra evidencia puntos de contacto entre el graffiti y la ilustración.



Es interesante reparar que en este mundo también hay purismo y jerarquías: “Yo no trabajo con esténcil; para mí eso no es graffiti” Trabajar con esténcil o con spray involucra dos aproximaciones muy distintas; el graffiti, padre de lo que se conoce como arte urbano se fundamenta claramente desde la práctica del dibujo, el esténcil en cambio interpreta la imagen apoyándose en tecnologías digitales, para luego transferirlas a plantillas. Tan laborioso como sea, el graffiti “a mano alzada” es una práctica incomparable a las nuevas formas en el street art, dice Noby. El despliegue dentro de las instalaciones de la Galería Dpm  permite una valoración más meditada de los fundamentos del dibujo detrás esta práctica.

El nuevo primitivo local no puede considerarse un actor periférico o sin incidencia en las dinámicas culturales de la ciudad. Ejerce un peso específico en ella a pesar de los dilemas y conflictos que provoca su legitimación.  La poca atención que antes se les prestaba desde las esferas académicas de la cultura ha sido revertida por ellos mismos, al emplear (a veces de manera más efectiva aún) los mismos mecanismos de socialización que los de artistas profesionales: el mundo ya está infestado de festivales de arte urbano, cada cual tiene su blog, sponsors y perfil en Facebook. Este año se celebra MUVICA, el primer festival documental de diseño, música y arte en Quito y Guayaquil (www.muvica.com), existen redes entre ciudades a nivel internacional para el street art, y los métodos de difusión para grafiteros, ilustradores, fotógrafos y artistas, se potencian ahora en el networking inmediato que ofrece Internet.

Esta exposición permite a estos otros creadores entrar en diálogo con lo establecido al presentarse sin complejos como visitantes en territorio ajeno. Y la galería los ha recibido con entusiasmo, ya que en tiempos recientes ha mostrado un afecto por prácticas de producción simbólica que van más allá de los circuitos internacionales y de la escena formal (el arte producido por internos del manicomio se ha convertido en un filón de interés, por ejemplo). En este impoluto cubo blanco el trabajo de Autómata, de MONO y RMNoby  parece mostrar atributos distintos de los que se manifiestan cuando circulan por sus redes habituales, se presentan para “ojos de otro mirar”, dejando claro que a veces nos pueden ser esquivas, por prejuicios, manifestaciones culturales de valor.


Guayaquil, 28 de mayo de 2011



[1] Byung’Chul Han, Hyperkulturalität ‘ Kultur und Globalisierung, Merve Verlag Berlin 2005, Pág. 61. Traducción hecha por la autora.


BBajar catálogo en PDF

http://www.eluniverso.com/2011/06/08/1/1380/3-dibujantes-inauguran-muestra-galeria-dpm.html
http://www.revistavanguardia.com/index.php?option=com_content&view=article&id=214&Itemid=224

1 comentario:

  1. http://www.larepublica.ec/blog/2011/06/08/exposicion-de-dibujo-en-galeria-dpm/

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