Dossier del Salón de Julio 2014
Jurado de admisión
Billy Soto (reside en Guayaquil)
Christian Moreano (reside en Guayaquil)
Robin Echenique (reside en Guayaquil)
Jurado de premiación
Antonio Sergio Andrade Bessa (E.E.U.U.)
Michael López Murillo (México)
Adriana Nacheli Morales Balinas (México)
Directora del Salón
Amalina Bomnin (Cuba – residente en Guayaquil)
Obras enviadas (dato del discurso del Arq. Hoyos): "más de 130"
Obras expuestas: 25
Obras enviadas (dato del discurso del Arq. Hoyos): "más de 130"
Obras expuestas: 25
LAS OBRAS:
25 obras
admitidas. 16 espantos.
Reseña por Romina Muñoz
Curadora y docente
Otro salón… solía mirar con entusiasmo el
acercamiento a las fiestas julianas, no tenia que ver con ningún espíritu de “guayaquileñidad”
boyante sino con la legítima curiosidad de toparme, entre el revoltijo banal de
la agenda cultural, con un espacio que, sorteando sus limitaciones, se concebía
como un observatorio de propuestas sólidas. Estas iban desde investigaciones
pictóricas –que en la mayoría de los casos ostentaban un alto dominio técnico
experimental y una mirada informada de la tradición- a otras que, desde la
crítica institucional y metáforas potentes supieron cuestionar, desde adentro,
la misma condición desfasada del modelo salón.
Siempre me llamó la atención cómo a pesar de
los cuestionamientos (que comparto) a las restricciones que imponen sus bases,
por un breve período se pudo consolidar como una plataforma no solo de
exhibición, sino también –y sobre todo– de aproximación de nuevos públicos a
una dinámica de arte contemporánea (quizá no le quedó de otra, eran muchos los
agentes que estaban dispuestos a enfrentarse para el cambio).
Fueron muchos los debates que surgieron en
esos años alrededor del 2003-2009, los artistas supieron apoderarse del
certamen como una catapulta a dominios extra artísticos. La dimensión ética,
política y social de las obras llamó la atención de los intelectuales, los
medios y puso en alerta y a la defensiva a algunas instituciones culturales.
Por ejemplo, obras como las de Ilich Castillo y Óscar Santillán[1],
ambas ganadoras del Salón de 2005, fueron tema de discusión en un par de
iglesias locales. "El Fin de la inocencia”[2], acertado título
el de Rodolfo Kronfle para el dossier de Río Revuelto de aquel Salón, no se
trataba más de un reducido entendimiento de la esfera del arte sino de un modo
de visibilidad sobre los asuntos del complejo tejido cultural. Lo que veíamos
en las obras clave rebasaba las consideraciones meramente retinianas, se
trataba de posturas y actitudes corporizadas.[3]
¿Adónde se han
ido esos planteamientos?
La sensación que me dejan los premios, como
docente del ITAE, es agridulce. Mónica López (primer premio, estudiante del
ITAE), Daniel Alvarado (segundo premio, profesor, compañero de trabajo y amigo
cercano), Jimmy Lara (tercer premio, ex alumno del ITAE), Jorge
Morocho (mención de honor, estudiante del ITAE), y no puedo dejar de lado una
de las mejores obras del salón, la de Stefano Rubira (mención de honor, no del
ITAE pero si cercano a sus procesos).
Cabe mencionar que si bien me causa alegría
que los tres primeros premios y una mención de honor sean de personas
vinculadas a esta institución, me queda aún el mal sabor de la contradicción
que suponen estas comparecencias recurrentes (¿al menos
complacientes?) cuando el Museo Municipal, institución que debe fomentar el
conocimiento, se ancla en afirmaciones como “rescatar los valores e identidad
de los guayaquileños”.
¿Qué identidad es la que debemos rescatar? ¿cuáles son
las estrategias preventivas necesarias que la institución debe implementar para
preservar y salvaguardar esa idea de identidad? ¿A QUÉ LE TENEMOS MIEDO?: la
inclusión de un jurado de selección además del de premiación resulta
problemático ya que, como se ha mencionado de forma reiterada, presume más de
“(...) una suerte de veeduría conducente a complacer demandas”, sobre todo cuando el perfil de sus miembros no
encaja con lo postulado en las bases: “(…) conformados
por académicos, curadores o artistas con sobradas credenciales para desarrollar
la tarea, tomando en cuenta su prestigio, vigencia y nivel de aporte a la
comunidad artística donde desempeñan su trabajo”. Pero
ya lo sabemos, el poder disciplinario siempre busca esquemas de
organización aparentemente más eficientes para garantizar el aislamiento. No
contento con el filtro inicial que ayuda a minimizar los inconvenientes, el Museo una vez más rechaza la
posibilidad de continuar con el blog[4] donde se
podía revisar todas las obras participantes y no admitidas, sin dejar de mencionar
que a pesar de que la “temática y técnica es libre”, se reserva una
discrecionalidad manipuladora que señala que “no se aceptarán propuestas cuyo
contenido sea pornográfico, es decir obsceno, lo cual no impide manifestaciones
de carácter erótico o desnudo”.
Y sí, hay obras que nos hablan de política y también
tenemos títulos cheverísimos en inglés. ¿Logros educativos de la revolución o
tácticas de evasión? Algunos nos dicen las cosas que ya sabemos del poder, la
revolución nunca ha dejado de estar en marcha… No somos ingenuos. Todos lo
vemos y aceptamos. Estamos hasta el cuello sumidos en ella y nos ahoga de a
poco. ¿Pero qué hacer? No se trata de emitir mensajes ni producir imágenes que
representen los conflictos, se trata de la capacidad de irrumpir y poblar, de
generar “una comunidad del sentir”, como dice Rancière. No, ya no se vive eso…
Quizás ya estamos muertos.
¿Hacia donde está ahora dirigiéndose la producción? La
pregunta ya no es sobre el Salón de Julio (que sobran decir las razones por las
cuales esa ya no es una plataforma de visibilización, diálogo y discusión que
en su momento agrupó a artistas de todas las generaciones) sino sobre los
artistas y otros actores culturales que siguen jugando –no siempre de forma
servil– con las estrategias de control que se imponen. ¿Ante que tiempo
estamos? un tiempo donde todos –me incluyo– nos subimos al tren de las
exigencias de la evaluación, las bases, las normas, las leyes, el cuidado por
las “practicas informativas”... un tiempo donde solo invade la obediencia y el
silencio.
Guayaquil, 24 de julio de 2014
[1] “Como se encienden los discursos
populares, según Homs” de Illich
Castillo obtuvo el primer premio y Prácticas degeneradas (De la Escuela
Colonial de Guayaquil) de Oscar
Santillán el segundo premio del
certamen.
[3] Sobre esto Rodolfo Kronfle en “Un Salón vivo”, texto para el catálogo del Salón de Julio
2005 comenta: “El desplazamiento de la mirada crítica de estos últimos años del
Salón se ha caracterizado más por un renovado interés en las significaciones de
los trabajos y cómo la articulación de sus contenidos contribuye a la creación
de sentido, que por la adscripción de las obras a modelos formales (..)En
resumidas cuentas lo que notamos es una mayor atención hacia las dimensiones
éticas, sociales y políticas de las obras, y la manera en la cual estos
aspectos –sus efectos simbólicos, afectivos, etc.- se desarrollan al interior
de una construcción visual que redefine sus condicionantes estéticos.”
[4] En el 2009 la entonces Directoral del Museo Pilar Estrada,
implementó el uso de un blog que recogía
toda la documentación de las obras enviadas (http://www.salon50.blogspot.com/). La iniciativa fue bien recibida por
el púbico ya que no solo brindaba transparencia al proceso sino que permitía
además tener a la mano un insumo para
poner en valor la pluralidad de producciones.
Esta iniciativa fue cesada apenas abandonó el cargo.
ALGO DEL FOLCLOR:
Salón de Julio 2014 en pocas palabras.
Por Rodolfo
Kronfle Chambers
Editor de Río
Revuelto
Perdonen mi franqueza que tal vez juzguen
descaro. Pero es que ya da pereza repetir lo mismo al presenciar, una vez más,
la muerte lenta de este evento. Los enterradores que vienen cavando la fosa y
para colmo se pavonean alrededor del asunto tiene nombres y apellidos, y como
tales también constarán en actas.
Para variar un exceso de obras, pésima labor
del inadecuado jurado de admisión, al punto que es evidente que quienes se hayan encargado del montaje -frente a tal chuchaqui estético- han divido las salas con dos
criterios claramente distintos: la de entrada con todo arrejuntado y apiñado
que concentraba lo más turro, cutre e ingenuo (excepciones son Navas, J.
Gavilanes y Valdez), y la del fondo con lo premiado (casi todas obras elegantes
pero tibias: nada que emocione, que mueva el piso, que confronte, que proponga)
que cuenta con los debidos espacios y respiros entre las obras.
Pregunta: ¿porqué el jurado si puede acceder
a las declaraciones enviadas por los artistas para evaluar las obras y al público no se le ofrece similar opción? ¿Les cuesta
mucho imprimir el papelito? A juzgar por las cédulas de pacotilla que emplean
el gasto no sería mayor. Deberían priorizar en esto y no derrochar en la trolada
de luces LED que ponen en la entrada del Museo. La falta de criterio que tiene
este asunto tocó fondo. ¿Alguien en el Museo sabe usar Youtube? Suban las
charlas del jurado para disfrutarlas por internet, ¿o es que algunas dan vergüenza?
Mi queja final: ¡¿qué pasó con los bocaditos?!
VISTA DE SALA 1 (ENTRADA):
VISTA DE SALA 2:
PRENSA
http://www.elcomercio.com/tendencias/monica-lopez-gano-salon-julio.html
http://www.eluniverso.com/vida-estilo/2014/07/24/nota/3273051/monica-lopez-gano-salon-julio-2014
http://www.telegrafo.com.ec/cultura1/item/salon-de-julio-premio-la-escena-de-grafito-de-monica-lopez.html
ARCHIVO DEL SALÓN DE JULIO EN RÍO REVUELTO
2005
http://www.riorevuelto.net/2005/07/saln-de-julio-el-fin-de-la-inocencia.html
http://www.riorevuelto.net/2005/10/un-saln-vivo-texto-para-el-catlogo-del.html
2006
http://www.riorevuelto.net/2006/08/saln-de-julio-2006-jurado-scar-muoz.html
2007
http://www.riorevuelto.net/2000/07/borrador.html
2008
http://www.riorevuelto.net/2008/07/saln-de-julio-2008.html
2009
http://www.riorevuelto.net/2009/07/salon-de-julio-2009.html
2010
http://www.riorevuelto.net/2010/07/salon-de-julio-2010.html
2011
http://www.riorevuelto.net/2011/07/salon-de-julio-2011-dossier.html
http://www.riorevuelto.net/2011/05/el-salon-de-julio-y-el-sexo.html
2012
http://www.riorevuelto.net/2012/07/salon-de-julio-2012-museo-municipal.html
2013
http://www.riorevuelto.net/2013/07/salon-de-julio-2013-museo-municipal.html
Saludos, Rodolfo, luego de revisar el blog de riorevuelto, me llevé una sorpresa, diría casi de Ripley, que teniendo en cuenta que el Salón era uno de los más importantes del país, ahora la sensación de antitransparencia quede evidenciada en la selección de trabajos que ya han participado en otros eventos porteños como la Bienal Álvaro Noboa 2014, precisamente el caso de Luis Eduardo Reinoso Chiquito con su obra "Trastorno Dismórfico" (en versión de díptico) que estuvo seleccionado (en versión - pieza única) en aquel evento con el nombre de "Suplicio de 200 años". No hay siquiera, el interés por evidenciar lo que sucede en una misma ciudad, en especial por el jurado de selección, que sin importar, incluye un trabajo así en el Salón de este año. Según las bases: "La obra propuesta deberá haber sido realizada después de julio de 2013 y no puede haber participado ni parcial ni totalmente en concursos, publicaciones o exposiciones"; cómo es que se pasa por alto esta situación tan visible. Un abrazo. Diego Paúl Villavicencio Ordóñez Artista plástico PD. Envio las pruebas, sería bueno darlo a conocer en el blog. Gracias
ResponderBorrarMuchas gracias Diego por la valiosa información
Podrías poner tu comentario en Tío Revuelto?
De esta forma estos asuntos llevarían el peso que amerita
Hola editores de Río Revuelto me parecieron sus apreciaciones muy acertadas, y me hicieron reflexionar, en cuestión al salón de Julio . Yo soy Fashion blogger y artista plástica me gusto la franqueza de su blog. Saludos cordiales
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